Han transcurrido 12 días desde que se instaló, el pasado 1 de diciembre, la Mesa de Concertación Salarial entre trabajadores, patronos y gobierno colombiano, y aún no se concreta nada.
Como es de público conocimiento, los trabajadores, en cabeza de las centrales obreras, presentaron ante el país su propuesta, la cual va mucho más allá de lo simplemente salarial.
Cuando los patrones la conocieron, aseguraron: “nosotros solamente hablamos de salarios, los otros temas no nos incumben, que el Gobierno se encargue de ello”.
“Grandeza” que los llevó a confirmar sobre los salarios: “nuestra propuesta es incrementar el 6.5%”. Ofrecimiento que, como lo aseguran los trabajadores, ni siquiera toma en cuenta la norma constitucional que obliga a un incremento, como mínimo, igual al crecimiento anual de la inflación, que para este año se calcula en el 7.5%.
Como en otros años, los patrones se quejan, aprietan, presionan, y el Gobierno les hace eco. Pero en esta ocasión, con el mutismo. El presidente de la CUT, Tarsicio Mora, ha increpado al Gobierno por su silencio. “Hasta ahora no se conoce la propuesta gubernamental, además de su disposición por abordar de manera integral, más allá de lo simplemente salarial, la problemática que viven los trabajadores”.
En estas condiciones, y con este ambiente, se desarrolló la reunión del pasado lunes y la del día de ayer, jueves 11. Se espera que el próximo lunes 15, cuando se reúne de nuevo la Mesa de Concertación, se avance en algo, aunque todo indica que el salario mínimo será determinado de manera unilateral por el Gobierno.
En vista de ello, la Central Unitaria de Trabajadores ha citado el lunes 15 de diciembre, a partir de las 8 a.m, a todos sus afiliados, a instalar y adelantar asambleas en todo el país en las puertas del Ministerio de Protección Social.
Este es un aspecto de la presión. Pero por el otro, y con una proyección de mediano plazo, a concitado a trabajadores y movimiento social a un alzamiento social. La propuesta la hizo pública Tarsicio Mora en Ciénaga, Magdalena, en el acto con el cual se conmemoraron los 80 años de la masacre de las bananeras. Dijo allí:
“La CUT propone un alzamiento social, una gran coalición en la que todos los sectores progresistas y democráticos confluyamos acordando y acompañando todos, una agenda única de reformas, una Plataforma de Ciénaga, que como los indígenas pasiemos la palabra, pasiemos la lucha por todos los rincones de este país.
Esta Plataforma de Ciénaga debe tener como elementos esenciales:
Estabilidad laboral, salarios justos, reforma agraria y acceso a crédito, respeto a las tierras y culturas indígenas, recursos suficientes, acceso gratuito y educación pública para todos los hijos e hijas de Colombia. Y para todos y todas el derecho al trabajo a través del estatuto del trabajo como nos lo prometieron los constituyentes de 1991.
La CUT promoverá con todas las organizaciones sociales la democracia real y sin discriminaciones, ni exclusiones que les debemos a las mujeres colombianas. Pero democracia real hoy es ni más ni menos cambiar de régimen politico”.
Así, entre dilación de los patrones y el Gobierno, y la esperanza de un nuevo estadio en el movimiento social, prosigue la resistencia en Colombia, donde el 2009 promete avances sustanciales, como la instalación del parlamento de los pueblos definido por la Minga indígena, y el Encuentro nacional de organizaciones sociales, que deberá propiciar nuevos relacionamientos, métodos, metas, propósitos y luchas.
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