El robot Philae, posado sobre un cometa a más de 510 millones de kilómetros de la Tierra, envió este jueves tres buenas noticias sobre su funcionamiento. Es sometido a un chequeo, anunciaron los científicos.
"Pasó la noche sobre el cometa y tenemos tres buenas noticias: la primera es que está posado sobre el núcleo del cometa; la segunda, que recibe energía: sus paneles solares están encendidos y le permitrán enfrentar el futuro, y la tercera es que estamos en contacto permanente con él, ya que emite y envía informaciones a Rosetta y luego la sonda, que orbita el cometa, las transmite" a la Tierra, dijo Jean-Yves Le Gall, presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia.
Según Le Gall, "la señal de radio funciona bien, estamos en contacto directo con Philae", agregó.
Consultado acerca del anclaje del robot sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko y el funcionamiento de los dos arpones que lleva en las patas, destacó que "lo más importante es que estamos bien colocados. Luego veremos lo que hacemos con los arpones. Estamos haciendo un chequeo de Philae. Estamos en contacto, eso es lo más importante.
Y sobre todo, tenemos energía, insistió Le Gall. Teníamos la batería que permitía vivir de manera autónoma varias decenas de horas, pero ahora los paneles solares funcionan, agregó. Eso permitirá tener una vida mucho más larga para el robot, más allá de las 60 horas previstas.
Todos los sistemas funcionan bien, aseguró el responsable.
En cuanto al núcleo del cometa, todas las teorías decían que era una bola de nieve sucia, más bien compacta. Ahora los científicos saben que se trata de una superficie totalmente accidentada. Allí donde esperábamos una superficie blanda, encontramos hielo duro, agregó Le Gall.
Pendiente muy inclinada
El robot funciona bien, pero las fotos que envía parecen indicar que está sobre una pendiente muy inclinada y rodeado de acantilados, indicó Philippe Gaudon, jefe del proyecto Rosetta del Centro Nacional de Estudios Espaciales.
Philae dispone de seis cámaras y tomó fotos en distintas direcciones, pero los científicos no recibieron las fotografías panorámicas que esperaban del cometa. En una de ellas se ve el cielo, en otra el suelo, en otra una especie de acantilado.
Según los responsables espaciales, el robot se encontraría a cierta distancia del lugar previsto inicialmente. Nuestra prioridad por ahora es seguir haciendo análisis científicos, sin mover nada, dijo Gaudon.
Repleto de instrumentos de observación, el robot carece de sistema de desplazamiento autónomo, tiene el tamaño aproximado de un refrigerador y pesa unos 100 kilos.
Desde el 6 de agosto y tras más de 10 años de viaje interplanetario de 6 mil 500 millones de kilómetros, la sonda no tripulada europea Rosetta se desplaza a escasas decenas de kilómetros junto al cometa, escoltando al cuerpo celeste en su movimiento a medida que se aproxima al Sol.
Los cometas son agregados de polvo y hielo, primordialmente, escombros restantes del proceso de formación del sistema solar ocurrido hace 4 mil 600 millones de años.
Por eso Philae intentará analizar directamente con sus instrumentos el núcleo del cometa y descifrar las claves para comprender cómo los planetas se formaron alrededor del Sol.
Astrónomos y astrobiólogos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés) y del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) mostraron que no se puede confirmar si hay vida en otros planetas si sólo se detecta un tipo de gas; por ejemplo, oxígeno (O2), ozono (O3) o metano (CH4), ya que éstos pueden ser producidos por procesos abióticos.
Por medio de simulaciones detalladas, los investigadores recrearon la química atmosférica que podría existir en planetas sin vida. Más de cuatro años probaron miles de variaciones en la composición de la atmósfera y en el tipo de estrellas que los orbitan.
"Shawn (Domagal-Goldman) y yo estudiábamos atmósferas similares a la de la Tierra cuando aún no tenía vida y encontramos, de forma independiente, que había más ozono del esperado. El O3 viene del oxígeno, pero nuestras atmósferas tenían cantidades despreciables de ese compuesto que, a diferencia del que hoy respiramos, era producido por reacciones químicas", señaló Antígona Segura Peralta, del ICN.
Esto tiene consecuencias importantes para nuestros planes encaminados a buscar vida fuera de la Tierra, comentó Shawn Domagal-Goldman, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, en Greenbelt, Maryland.
Mediante un comunicado, se informó que el metano está compuesto por un átomo de carbono unido a cuatro de hidrógeno. En la Tierra, casi todo ese gas se produce biológicamente (el característico olor del excremento de las vacas es un ejemplo recurrente), pero también se puede obtener de formas no biológicas, como en los volcanes del fondo de los océanos, que lo liberan después de que se origina a través de la reacción de ciertas rocas con el agua de mar.
Antes se pensaba que el O3 y el O2 eran las bioseñales más confiables. El ozono está compuesto por tres átomos de oxígeno. En la Tierra se produce cuando un átomo de oxígeno solitario, que se liberó a causa de la radiación solar o los relámpagos, se une al oxígeno molecular (que son dos átomos de oxígeno enlazados).
La vida es la principal fuente de oxígeno molecular en el planeta, pues se crea por la fotosíntesis de las plantas y organismos unicelulares. Se pensaba que ambos gases eran una buena señal de la presencia de vida, porque ésta produce oxígeno, que se necesita para originar O3.
Se conoce que tanto el oxígeno molecular como el ozono pueden surgir una vez que la radiación ultravioleta rompe moléculas de dióxido de carbono (un carbono unido a dos oxígenos), pero investigaciones anteriores sugerían que no se producirían en cantidades importantes. El nuevo trabajo muestra que ese proceso no biológico podría crear suficiente ozono para ser detectable, así que este gas no puede ser una prueba definitiva de la presencia de seres vivos.
"Nuestra investigación fortalece el argumento de que el metano y el oxígeno juntos, o el metano y el ozono enlazados, son fuertes indicadores de vida. Realmente nos esforzamos por crear señales de 'falso positivo' de vida y encontramos algunas, pero sólo de oxígeno, ozono o metano por separado", dijo Domagal-Goldman.
Ambos expertos son los autores principales del artículo que reporta los resultados del estudio, que se difundió recientemente en The Astrophysical Journal (disponible en línea).
Unidas, las moléculas de metano y oxígeno son una señal confiable de actividad biológica, porque el metano no dura mucho en una atmósfera que contiene moléculas con oxígeno. Esto es como los estudiantes universitarios y la pizza: si ambos están en una habitación, lo más probable es que la pizza apenas haya llegado, porque los adolescentes acaban muy rápido con ella, señaló Domagal-Goldman.
Elementos juntos
Entonces, si dichos elementos están juntos en la atmósfera, es porque el metano acaba de llegar, pues el oxígeno es parte de una cadena de reacciones que consume rápidamente al primero. Así que el metano es remplazado de forma continua, y la mejor manera de sustituirlo en presencia del oxígeno es con actividad biológica. También funciona al revés. Para mantener los niveles de oxígeno en una atmósfera con mucho metano, se tiene que liberar más oxígeno, y el método idóneo para hacerlo es con vida.
En el pasado, científicos utilizaron modelos computacionales para simular la química atmosférica de planetas fuera del sistema solar (exoplanetas), y el equipo de investigadores usó un modelo similar para su estudio. Sin embargo, este grupo desarrolló un programa para repetir automáticamente los cálculos miles de veces, de modo que pudieron obtener resultados con una gama más amplia de composiciones atmosféricas y para planetas alrededor de diferentes tipos de estrellas.
–¿Quiere presentarse?
–Soy astrónoma, estudié en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata. Mi tesis de licenciatura fue focalizada en física teórica, en temas relacionados con la teoría de cuerdas y la física de partículas. Hice el doctorado en Astronomía en la Universidad de Chile. Y hoy soy investigadora posdoctoral en el Instituto Kavli de Física y Matemática del Universo, Universidad de Tokio, en Japón.
–Y está pensando en volver al país...
–Así es. En junio me presenté a la carrera de investigación del Conicet desde el extranjero. La respuesta la voy a saber a fin de año. Pienso que en este momento tenemos excelentes condiciones para desarrollar la ciencia en la Argentina, con organismos activos como el Conicet, con un enorme potencial en recursos humanos que no es fácil de conseguir en otras partes del mundo, y que incorpora científicos jóvenes y repatría a los que se han ido del país para realizar investigaciones de alto nivel.
–Usted se dedica a la astrofísica de las supernovas. ¿Por qué nos interesan las supernovas?
–Creo que toda persona alguna vez ha levantado la cabeza y ha querido saber por qué está acá y qué hay allá arriba. Después viene el interés por las supernovas. Las condiciones físicas que se producen allí son únicas. Son los únicos objetos astronómicos que producen esas condiciones, porque por ejemplo, los agujeros negros también producen condiciones físicas interesantes, pero no podemos observarlos directamente. Las supernovas están totalmente relacionadas con la evolución química y energética de las galaxias, porque al explotar inyectan una cantidad enorme de energía en la galaxia y se presume, aunque no está totalmente confirmado, que eso puede disparar la formación estelar. Además, produce los elementos químicos más pesados y los esparce en el medio interestelar. Sin las supernovas no se podría entender la composición actual del medio interestelar.
–El hidrógeno, el helio y el litio son los tres elementos que se generaron en el Big Bang...
–Y todo el resto de los elementos se generan en el núcleo de las estrellas, y las supernovas son las encargadas de esparcirlos. Si uno quiere saber cómo evolucionaron químicamente una galaxia y el universo, necesita entender cómo funciona una supernova. Las supernovas en sí mismas son objetos muy interesantes.
–¿Por qué?
–Porque se pueden aplicar muchísimas leyes de la física fundamental. Las condiciones que tiene una supernova son muy similares, por ejemplo, en lo que tiene que ver con la presión y la temperatura a las que se generaron durante el Big Bang. Las supernovas son fundamentales para entender la nucleosíntesis del universo. Además, están estrechamente relacionadas con otros objetos de gran interés astrofísico: los pulsares, las estrellas de neutrones y los agujeros negros de masa estelar, no los supermasivos que existen en el núcleo de las galaxias, ya que éstos son el remanente de una explosión de supernova.
–Aclaremos que las supernovas son el estallido de una estrella masiva
.
–En realidad, existen diferentes tipos de supernovas. A grandes rasgos es posible dividirlas en dos: las que provienen de la explosión de estrellas masivas que llamamos "supernovas de colapso gravitatorio", y las que provienen de estrellas de menor masa, pero que forman parte de un sistema binario donde una de las estrellas es una enana blanca que recibe materia de su estrella compañera y explota por otro mecanismo. A éstas se las denomina "supernovas termonucleares" o de tipo Ia. Las supernovas que yo estudio son las de colapso gravitatorio, es decir, las que representan el final de la evolución de estrellas masivas, que cuentan con una masa mayor que unas ocho veces la del Sol. Estrellas que son de menor masa no van a explotar, se supone que van a morir como enanas blancas. Pero de las estrellas que tienen más masa se espera que exploten, aun si no son parte de un sistema binario. Y en ese momento se las observa en el cielo como un objeto muchísimo más brillante que una estrella, que puede brillar por un mes con un brillo similar al de una galaxia.
–¿Por qué son interesantes para estudiarlas?
–Además de que son importantes para entender la nucleosíntesis del universo, son objetos ideales para las mediciones de distancias cosmológicas. La medición de distancias en el universo es uno de los problemas más difíciles de la astronomía y las supernovas de tipo Ia son los mejores patrones lumínicos que existen a grandes distancias. Esto es por así por dos razones: porque son muy brillantes y es posible observarlas a grandes distancias y porque es posible estandarizar el brillo intrínseco del objeto. Es decir, conocemos la energía que emite el objeto por unidad de tiempo. Luego, si lo vemos más débil es porque está más lejos. La característica temporal de estos objetos es también una ventaja, ya que son objetos que pueden verse por un tiempo y establecer un evento temporal. Aparecen y desaparecen después de meses. A partir de las condiciones que se dan, en su interior, se van produciendo los diferentes elementos químicos de los cuales estamos hechos nosotros. Las estrellas, en principio, brillan porque se está produciendo fusión y liberan energía, pero cuánta fusión de diferentes elementos se puede hacer, va a depender de la masa inicial que tenga la estrella.
–¿Por ejemplo?
–Una estrella como el sol, a una determinada fase, no puede seguir quemando determinados elementos, pero cuanto más masiva sea más presión y temperatura va a tener y más posibilidades tiene de seguir creando los elementos químicos de la tabla periódica, hasta el hierro. Ahí, cuando el hierro ya no puede seguir produciendo energía por este proceso, el objeto tiende a colapsar, se hace muy denso y llega a condiciones extremas, muy extremas, de física extrema, de física que se estudia en el Big Bang.
–¿Cuántas supernovas por año estallan en una galaxia común?
–Eso depende del tipo de galaxia. Se espera más o menos una supernova por siglo en una galaxia dada. Pero como los astrónomos observan muchas galaxias cotidianamente, en un año se descubren cientos de supernovas, en cientos de galaxias distintas.
–Pero, ¿por qué no se observa una supernova por siglo en nuestra galaxia?
–La última supernova galáctica que fue observada es la que sucedió en 1604, conocida como la supernova de Kepler, observada por Kepler y Galileo, entre otros. Se suele adjudicar la no observación frecuente de supernovas galácticas a que nos encontramos inmersos en el disco denso de la galaxia misma y, por eso, puede suceder que no veamos las supernovas que explotan "del otro lado", más allá del núcleo galáctico, que quedarían ocultas. La estrella más cercana que se supone que va a explotar es Betelgeuse, que es la más brillante de la constelación de Orión (donde están también Las Tres Marías) y creo que es el hombro derecho de Orión. Es una estrella bastante roja que puede verse a simple vista. A partir de las propiedades que tiene hoy Betelgeuse, nosotros hicimos unos cálculos de cómo se observaría su explosión desde la Tierra y del posible efecto nocivo sobre el planeta y los seres vivos. Según estos cálculos, la supernova podría verse durante el día por aproximadamente un año y llegaría en su máximo esplendor a tener un brillo comparable al de la Luna llena.
–Hay varios tipos de supernovas. Una es la supernova de una estrella, que colapsa y por alguna razón explota...
–Así es. Una es la explosión de una estrella masiva aislada que proviene del colapso de su núcleo cuando ya no puede producir más energía. La segunda posibilidad es la supernova que proviene de una estrella de baja masa que forma parte de un sistema binario. En este último caso, se trata de una estrella enana blanca que, si tiene una compañera que le transfiere materia, entonces se torna inestable y se desata una explosión termonuclear. Ese tipo de supernovas, conocidas como supernovas de tipo Ia, son consideradas las más importantes para la cosmología, porque son sistemas muy homogéneos. Es decir, de una enana blanca sabemos qué masa tiene, qué radio tiene y eso hace que la forma de explotar, su emisión de luz en función del tiempo, sea muy estándar. Es una standard candle o patrón lumínico. Sabemos el brillo intrínseco que tiene que tener este tipo de supernovas, entonces al saber eso, si la vemos más débil es porque debe estar más lejos, lo cual permite calcular distancias. Son, de hecho, los mejores objetos que se conocen para medir distancias a escalas cosmológicas. Y justamente con ellas es que se descubrió la aceleración de la expansión del universo, lo que llevó a la propuesta de una nueva forma desconocida de energía, la "energía oscura". Todo esto condujo a una revolución en nuestra cosmovisión y posiblemente en la física fundamental.
–El descubrimiento de la aceleración del universo fue Premio Nobel en Física hace unos años...
–Así es, en 2011. Se lo dieron a tres científicos, dos norteamericanos y un australiano. La revolución que significó conocer la aceleración del universo se descubrió con supernovas. Al ser éstos patrones lumínicos ideales, se dieron cuenta de que la ley que seguía no era la ley que se esperaba para algo que estuviera expandiéndose de manera constante, y descubrieron que se estaba acelerando.
El director de Ciencia y Exploración Robótica de la Agencia Espacial Europea (ESA), Álvaro Giménez, ha asegurado que “el descubrimiento de la vida extraterrestre está realmente al alcance del hombre” hoy en día. A su juicio, “los actuales descubrimientos sobre los límites de habitabilidad, mucho más amplios que lo supuesto anteriormente, y de mundos con características apropiadas para la vida” en el Universo, así lo demuestran.
Giménez ha explicado, en una entrevista concedida a Europa Press, que llegado el momento del descubrimiento “el problema que seguramente habrá es la confirmación del descubrimiento”. “Si lo que vemos es un resto de vida o no, llevará a largas pruebas y discusiones entre la comunidad científica porque lo más seguro es que no se encuentre algo parecido a lo que se está acostumbrado a reconocer como vida en la Tierra”.
Sobre si hallar vida en el Universo sería el mayor logro en la historia de la astrofísica, el director de Ciencia de la ESA ha indicado que “hay dos grandes preguntas de la humanidad a las que la investigación espacial está contribuyendo de forma sustancial”: el origen del universo ¿Por qué hay algo en vez de la nada más absoluta? y el origen de la vida ¿Por qué hay organismos vivos en vez de solamente materia inanimada?.
“El descubrimiento de la naturaleza de la componente oscura, materia y energía, del universo acerca a la primera pregunta y el descubrimiento de algún tipo de vida fuera de nuestro planeta lleva a la segunda. Ambos logros rivalizan por ser los mayores de la humanidad pero el hecho de que ambas cuestiones puedan siquiera ser discutidas en el ámbito científico es ya un gran paso adelante”, ha explicado.
Ambos descubrimientos están “entre las prioridades de la ESA”. Así, Giménez ha señalado que la agencia espacial europea está desarrollando 7 misiones científicas nuevas que “deberán ser lanzadas durante lo que queda de esta década” y con “objetivos múltiples y extraordinariamente ambiciosos”.
En este sentido, ha explicado que se espera realizar misiones que abarcan desde “la exploración detallada de la atmósfera y la superficie de Marte” hasta “la caracterización de la energía oscura del Universo”. “Se pretende comprender mejor cómo influye el Sol en nuestro entorno y observar en detalle su actividad; explorar Mercurio, su superficie, estructura y campo magnético; o preparar la realización de experimentos de física fundamental de altísima precisión”, ha apuntado.
EN FUTURO EN MARTE
Otra de las prioridades de la ESA en los próximos años es la exploración de Marte. Sin embargo, Giménez cree que para llevar al hombre hasta el planeta rojo “todavía hay muchos temas por resolver” como “mantener la salud de los astronautas en un viaje de este tipo, resolver el problema a la exposición de la radiación cósmica, resolver los problemas físicos asociados a la ausencia de gravedad durante un viaje tan largo o mejorar los sistemas de soporte vital”.
Del mismo modo, ha indicado que hay que evolucionar “desde un punto de vista del transporte a Marte, desarrollar mejores sistemas de propulsión, resolver adecuadamente el aterrizaje y despegue en Marte”, entre otros.
“Hemos llevado naves a Marte y hemos posado vehículos robóticos, el problema se vuelve mucho más complejo cuando hablamos de seres humanos. Además el viaje tiene que ser de ida y vuelta, y no hay que olvidar que todavía no hemos hecho ninguna misión que vaya a Marte y vuelva a la Tierra”, ha apuntado.
A su juicio, “una misión de exploración que trajera muestras de rocas de Marte a la Tierra para su análisis, es un paso intermedio natural que se deberá hacer, antes de concebir una misión tripulada”.
Finalmente, Giménez ha destacado que “nunca se acabará por saber todo lo que ocurre en el Universo”. “Las observaciones en y desde el espacio nos permiten encontrar soluciones a preguntas que tenemos en la actualidad, pero cada pregunta que respondemos abre otras nuevas”, ha señalado para añadir que “esta es la gran maravilla de la ciencia”.
“La enorme ventaja de toda esta investigación del Universo para la sociedad es que estos descubrimientos representan un beneficio neto para su bienestar tanto cultural como tecnológico, es decir, de una vida mejor”, ha concluido.
10 febrero 2013
(Con información de Europa Press)
El físico estadounidense George F. Smoot saltó a la fama por su papel en un descubrimiento fundamental: las irregularidades en la infancia del universo que darían lugar después a las galaxias y a las estrellas. En 1992, cuando se hicieron las observaciones con el satélite Cobe, Smoot fue el científico que emergió como figura visible del hallazgo. Recorrió el mundo, incluida España, donde adquirió una popularidad notable, explicando y divulgando aquel logro. Hace tres años, Smoot fue reconocido con el Premio Nobel de Física. Desde entonces, da más conferencias, participa en más comités y tiene más responsabilidades.
Pero Smoot, que ha vuelto a visitar España, sigue siendo el cosmólogo capaz de entusiasmar a quien le escucha, y el científico incansable que mantiene su alto ritmo de investigación. Participa en programas activos (como los satélites Wmap y Planck, herederos del Cobe) o en diseño (una misión espacial para explorar el desafío de la energía oscura) y sigue dando clases en la Universidad de Berkeley. Ahora le invitan a más comités de expertos y le reclaman más como asesor; "tengo más responsabilidades y hago más y más cosas", dice, soltando una de sus frecuentes carcajadas. La semana pasada, Smoot participó en la XXXII Bienal de la Real Sociedad Española de Física (Ciudad Real) y presentó su charla en la Fundación BBVA, en Madrid.
Pregunta. ¿En qué ha avanzado la cosmología desde 1992, desde el descubrimiento protagonizado por el Cobe?
Respuesta. Los resultados del Cobe fueron muy emocionantes porque vimos que estábamos en el camino correcto para explicar el Big Bang, que es una teoría muy buena, pero con problemas. Con aquel satélite comprobamos que teníamos los instrumentos adecuados para obtener buenos datos y explorar el universo. Pero, además, fue importante porque al público le interesó muchísimo nuestro descubrimiento en todo el mundo -también en España, por supuesto-, y esto supuso un incentivo para saber más acerca del universo. En consecuencia, muchos jóvenes brillantes se sintieron atraídos hacia la cosmología.
P. ¿Cambió mucho el conocimiento del cosmos?
R. Gracias a telescopios en tierra y a satélites hemos hecho grandes progresos en cosmología al medir con enorme precisión cómo era el universo primitivo y averiguar cómo es el cosmos. Más en concreto, hemos podido medir su geometría y ahora sabemos que es prácticamente plano y no curvo; hemos comprobado que el universo no sólo está hecho de materia corriente sino también de materia oscura. Es más, las observaciones nos han permitido calcular que la materia corriente supone sólo el 4% del universo y aproximadamente el 22% es materia oscura; el resto, el 74%, es alguna otra cosa, una nueva forma de energía que se ha llamado energía oscura y que necesitamos averiguar de qué se trata. Así que hemos aprendido cómo es el universo, de qué está hecho y como era al principio. Creo son progresos tremendos.
P. ¿Y los próximos retos?
R. Tenemos que comprobar la teoría de la inflación, tenemos que averiguar qué es la materia oscura, por qué hay un ligero exceso de materia sobre la antimateria y, por supuesto, tenemos el problema de la energía oscura. Lo interesante, además, es que en estas cosas puede estar implicada una nueva física. Por eso estoy muy pendiente de lo que pasa en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) y en el nuevo acelerador LHC... Es que se trata de algo más que de encontrar la partícula de Higgs, porque con esa gran máquina se puede descubrir algo completamente nuevo, tal vez las extradimensiones...
P. ¿No le parece que descubrir esa nueva partícula, la partícula de la masa, sería importante?
R. ¡Sí, por supuesto! Pero sería como terminar una catedral preciosa, como las que hay aquí en España, pero yo prefiero explorar una nueva frontera, como Colón. Me atraen más los descubrimientos que están por llegar.
P. Si usted empezase ahora su carrera científica, ¿qué campo elegiría? O, dicho de otro modo: ¿Qué aconsejaría a un joven que comenzase su carrera científica?
R. Elegiría trabajar en el CERN o en cosmología... ¡Hay tantos problemas interesantes que investigar! Está, por ejemplo, la cuestión de cómo conjugar la relatividad con la mecánica cuántica, porque tenemos esas dos espléndidas teorías que funcionan muy bien, pero no sabemos como hacerlas trabajar juntas. Pero creo que algún día se logrará la unificación. Por supuesto, también hay otras áreas de la ciencia muy interesantes: en biología, por ejemplo, se están haciendo avances espectaculares. Aun así, yo volvería a elegir la física. A la gente joven le diría que la ciencia es muy interesante y emocionante, que exige trabajo duro, pero que es muy gratificante, y es importante para la sociedad, pero ésta tiene que demostrar que efectivamente la valora.
P. ¿Está usted trabajando en la misteriosa energía oscura?
R. Sí. Hay varios proyectos en el mundo, también en España, y yo estoy trabajando, sobre todo, en la preparación de JDEM (Joint Dark Energy Mission), que es un detector espacial. Se podría lanzar a mediados de la próxima década.
P. Ha dicho que si empezase ahora su carrera tal vez optase por trabajar en el CERN. ¿Sería una ruta alternativa o es que el LHC y las partículas elementales están relacionadas con su trabajo en cosmología?
R. ¡Claro que están íntimamente relacionadas! En el inicio las cosas sucedieron a escala microscópica y luego se desarrollaron hasta la escala del universo macroscópico que vemos, es decir, que los millones y millones de galaxias que hay se deben, en el origen, a las fluctuaciones de energía y partículas elementales. Estoy convencido de que la física fundamental es la misma a ambas escalas. Por eso estoy esperando los resultados del LHC.
ALICIA RIVERA - Madrid - 16/09/2009
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