“La libertad se merece y se conquista”

“Estamos vacunados contra el espanto”, son palabras de Albert Camus escritas en el periódico Clandestino Combat en mayo de 1944, en la París ocupada por los Nazis. Fueron años de dolor, sufrimiento y de coraje del periódico. “La libertad se merece y se conquista” escribió el 21 de agosto de ese mismo año en el momento de la liberación de París. “Tras cincuenta meses de ocupación, de combates y de sacrificios, París vuelve a nacer al sentimiento de libertad pese a los disparos que repentinamente estallan en alguna esquina”, pudo consignar Camus con entusiasmo en Combat, publicación de la que fue redactor jefe desde el otoño de 1943 (1).

Combat fue un periódico con espíritu de resistencia, en medio del peligro de ser descubierto. Camus, como nunca, pudo allí expresar sus ideas acerca de la condición política, la libertad, la verdad, la justicia y el papel crítico de un “periodismo de ideas” como él gustaba definirlo. De ese periódico partieron sus apuestas y propuestas éticas y estéticas, sus convicciones democráticas contra los totalitarismos de diversa índole, su gran pasión por el espíritu libertario. Puso en marcha su crítica en una Francia ocupada por el ejército alemán, opiniones extendidas a la Unión Soviética bajo el horror de los Gulag estalinistas. No fue fácil su lucha. Tanto los fascistas como los ortodoxos comunistas lo atacaron. Pero desde su trinchera en Combat se constituyó en una conciencia libre y ética de su tiempo, debatiéndose entre los dogmáticos totalitarismos, la hipocresía y el horror de unos y de otros. Testigo de ejecuciones, torturas, deportaciones, encarcelamientos, nunca pidió olvido ni perdón, sino verdad y justicia en nombre de la memoria. Lo argumentó varias veces: “Ahora vamos a tener memoria. No somos hombres que odien. Pero no nos queda más remedio que ser hombres justos. Y la justicia quiere que quienes han matado y quienes han permitido matar sean responsables por igual ante la víctima, incluso aunque los que encubrían el asesinato hablen hoy de doble política  y de realismo. Pues ese lenguaje es el que más despreciamos. No hay dos políticas, sólo hay una, y es la que compromete: la política del honor”(2).

Tales palabras valen para nuestro actual momento. La solicitud de memoria, justicia y verdad eran unos fuertes pilares éticos-políticos en medio del azote de dictaduras vividas a mediados del siglo XX. La libertad, esa petición mayor, se volvió para Camus un elevado compromiso: “Un pueblo que quiere vivir no espera a que le traigan su libertad. La coge. Y así se ayuda a sí mismo al tiempo que ayuda a quienes quieren ayudarlo”(3), escribió el 23 de agosto del 44 en Combat. “No pasarán” fue el título de aquel editorial, consigna de los republicanos españoles. Con ello reafirmaba Camus su amor a España, como también el rechazo a los fascismos gestores de la muerte.

En su amplia reflexión cuestionó las ideologías que asumen a la historia como un absoluto, a los historicismos épicos totalitarios, a la vez que proclamó un socialismo democrático, de rebeldía y respeto al pensamiento individual, muy diferente a los autoritarismos de su momento. No estaba dispuesto a olvidar ni a ocultar con ademanes de cobarde tantos vejámenes, tantas mutilaciones, tantas duras crueldades ejercidas con burla, cinismo y desprecio. “¿Quién se atrevería hablar aquí de perdón? […] ¿Quién iba a querer pedirle que olvidase? No es el odio lo que hablará mañana, sino la justicia en persona, basada en la memoria” (4).

Pide entonces un elevado sentido ético para los periodistas de su tiempo, una “nueva prensa” con sentido crítico, alejada del aparato voraz de mercaderes y de aquellos creadores de mentiras, y de cortinas de humo ante las grandes conflagraciones de la historia. Solicitud de una prensa responsable, veraz, crítica, lucida, valiente, que devuelva al oficio su capacidad de producir ideas “¿Qué es un periodista?”, pregunta Camus en el editorial del primero de septiembre de 1944. La respuesta es contundente por su propuesta: “Es un hombre que, en primer lugar, se supone que tiene ideas […] En resumidas cuentas, un historiador sobre la marcha, y su principal preocupación ha de ser la verdad”(5).

Un periodismo de ideas, como también una literatura de ideas. “No nos queda más remedio que ocuparnos también del periodismo de ideas. El concepto que tiene la prensa francesa de la información podría mejorar, ya lo hemos dicho. Se quiere informar de prisa en vez de informar bien. La verdad no sale ganando”(6). Esto vale también para la literatura: crear con un “lenguaje reflexionándose”, tal como lo sugería Stéphane Mallarmé. Periodismo y literatura como conocimiento y entendimiento, formas de asumir y de “disponer las palabras” que dan qué pensar, cómo y desde dónde pensar. Asumir, entonces, dichos oficios o destinos como la fundación de una pregunta, el inicio de un problema. Invitar a mirar de nuevo, a cuestionar, a sacar lo oculto, aquello de lo que los medios del establecimiento no hablan, pues niegan, mienten o tapan. En palabras de Camus “equivale a pedir que los artículos de fondo tengan fondo y que las noticias falsas o dudosas no se presenten como noticias ciertas. Es a ese conjunto de formas de proceder a lo que llamó ‘periodismo crítico’”, editorial del 8 de septiembre de 1944 (7).

Debatir, polemizar, discutir, confrontar, crear, además de informar, son las tareas diarias del periodista. Se trata de reflexionar y no de exponer verdades absolutas ni sistemas cerrados. He aquí la actitud del que escribe con independencia y agudeza. El periodista, como un “historiador del momento” trabaja desde la objetividad, reflexionando y con prudencia ante la desbandada de mentiras sobre la realidad. En contra de la censura que se ejerce al pensamiento crítico y rebelde, Camus levantó las banderas de la autonomía contra la servidumbre de los medios doblegados ante la tiranía de los poderosos que publican calumnias, falacias, engaños y que silencian a sus contradictores. Ante ese pensamiento de eficacia, rentabilidad, competencia y rapidez que poseen los mercaderes mediáticos, ya Camus lanzaba sus lúcidos dardos en Combat, ejemplo de un ejercicio independiente, crítico de las estructuras jerárquicas y verticales de su tiempo.

  1. En Combat Albert Camus publicó 138 editoriales y 27 artículos entre marzo de 1944 y junio de 1947, y algunos textos en 1948 y 1949.
  2. Camus, Albert (2021). “La noche de la verdad”. Los artículos de Combat (1944-1949). Barcelona: Debate, p. 40
  3. Ibíd., p.41.
  4. Ibíd., p.48.
  5. Ibíd., p.52.
  6. Ibíd., p.62.
  7. Ibíd., p.64.

*Poeta y ensayista colombiano.

Suscríbase

https://libreria.desdeabajo.info/index.php?route=product/product&product_id=180&search=

Información adicional

Albert Camus
Autor/a: Carlos Fajardo Fajardo
País: Colombia
Región: Suramérica
Fuente: Le Monde diplomatique, edición Colombia Nº239, diciembre 2023

Leave a Reply

Your email address will not be published.