El alistamiento de tropas norcoreanas por Rusia para luchar en Ucrania expande la guerra hacia Oriente
Foto de archivo del presidente ruso Vladimir Putin y del líder de Corea del Norte, Kim Jong Un. — Europa Press

La llegada de las brigadas de Corea del Norte inquieta a EEUU y la OTAN, incapaces de frenar la debacle de Kiev.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, llegó este lunes a Kiev en un momento muy delicado para Ucrania. A los crecientes reveses en el frente del este, los daños en su sistema energético y la imposibilidad de reclutar suficientes soldados, se suma ahora la llegada de tropas norcoreanas para combatir en las filas rusas, tal y como han denunciado Kiev y el Gobierno surcoreano.

Tampoco las draconianas demandas planteadas por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en su llamado “Plan de la victoria” han recibido una respuesta firme por parte de Washington y cada día son más quienes dudan en EEUU sobre el sentido de una guerra en la que Ucrania tiene pocas opciones de derrotar a Moscú y las únicas propuestas presentadas por el Gobierno de Kiev pasan por un choque directo y suicida entre la OTAN y Rusia.

Dentro de la Alianza Atlántica, ya se han elevado voces, como las de Eslovaquia o Hungría, que se oponen a la entrada de Ucrania en la OTAN al terminar la guerra, como ha vuelto a insistir el presidente Zelenski en su Plan de la victoria.

El primer ministro eslovaco, Robert Fico, afirmó este domingo que Ucrania debe permanecer neutral y acusó a EEUU y Europa de prolongar la guerra con el objetivo de derrotar a Rusia, algo que no están logrando.

Zelenski insiste en su Plan de la victoria que a nadie convence

Pero el cansancio y la desconfianza empiezan a cundir ya incluso entre quienes defienden la guerra para resolver la invasión rusa de Ucrania, por eso el Plan de la victoria que Zelenski presentó la semana pasada ente los ministros de Defensa de la OTAN y en el propio Consejo Europeo de la UE, fue recibido con poco entusiasmo y apenas un puñado de países dieron su pleno respaldo.

Zelenski indicó este lunes que había abordado con Austin el punto del Plan de la victoria ucraniano que se refiere a la necesidad de obtener el permiso estadounidense y de los citados países de la OTAN para atacar objetivos militares en el interior de Rusia. La Casa Blanca no hizo ningún comentario sobre una posibilidad que de momento no contempla, pues podría desatar una escalada de tensión con Rusia.

Sí prometió el Secretario de Defensa de EEUU durante su visita a Kiev un nuevo paquete de ayuda de 400 millones de dólares en armas para Ucrania, en municiones, vehículos blindados y armas antitanque. Esta es la segunda partida armamentística de un monto similar que se compromete a entregar Estados Unidos a Ucrania en menos de un mes.

Las brigadas norcoreanas

Sin embargo, Austin no dio a sus aliados ucranianos ninguna respuesta que les tranquilizara sobre una de las mayores preocupaciones en el estado mayor y el Gobierno de Kiev, es decir, la incorporación a las fuerzas rusas que combaten en Ucrania de batallones de soldados norcoreanos, entre 10.000 y 12.000 efectivos, según han revelado los servicios de inteligencia de Ucrania y Corea del Sur.

El supuesto contingente norcoreano, sin ser muy numeroso, sí podría cambiar algunas cosas en el frente en caso de ser desplegado en Kursk y allí ayudar a la expulsión o eliminación de las tropas ucranianas que se hicieron fuertes en esta región del sur de Rusia a principios de agosto, pero donde han quedado estancadas.

El Kremlin, de momento, guarda silencio. Este lunes, su portavoz, Dmitri Peskov, eludió responder directamente a preguntas de los periodistas sobre esa presencia de militares norcoreanos entre las fuerzas de combates rusas desplegadas en Ucrania y simplemente se limitó a señalar que había “muchas contradicciones” sobre esta información.

Los servicios de inteligencia surcoreanos sí dan por hecho que al menos 1.500 soldados de Corea del Norte ya se encuentran en Rusia recibiendo formación militar para ser desplegados en Ucrania.

“Esto solo es el comienzo”

Hay diversas filmaciones sobre supuestos soldados norcoreanos esperando para recibir su nuevo uniforme, así como imágenes de los formularios que deben rellenar, con partes en ruso y partes en coreano, para obtener esas ropas militares.

Otras imágenes, obtenidas por la cadena estadounidense CNN, muestran a tropas norcoreanas en el campo de entrenamiento ruso de Sergeevka, en las inmediaciones de la frontera con China. En estas grabaciones se escucha a alguien señalar en ruso que son “los nuevos refuerzos”, que hay millones de estos soldados y que “esto es solo el comienzo”, pues “hay más”.

Es preciso tomar con cautela estas informaciones. La denuncia sobre los efectivos norcoreanos con destino a Ucrania puede pretender atraer la atención occidental y elevar el apoyo estadounidense y europeo justo cuando la desconfianza cunde más.

Pero Zelenski insiste en que son miles los soldados norcoreanos que se están preparando para ser desplegados en Ucrania, al menos 10.000 efectivos, entre fuerzas de infantería y personal técnico. Según Zelenski, el despliegue se producirá el 1 de noviembre en Kursk para aplastar a la avanzadilla ucraniana.

Un acuerdo de ayuda militar mutua ruso-norcoreano

El ejército norcoreano tiene cerca de 1,2 millones de soldados. Muchos de sus mandos han recibido formación militar en China y los más antiguos en la Unión Soviética, antes de su desaparición en 1991. La guerra de Ucrania ha permitido renovar esa cooperación militar entre Moscú y Pyongyang.

Recibió un fuerte impulso con la visita que hizo el presidente ruso, Vladímir Putin, en junio pasado a la capital de Corea del Norte. Putin firmó con el líder norcoreano, Kim Jong-un, un acuerdo de asistencia militar mutua incluido en un tratado de asociación estratégica más amplio para el caso de que uno de los dos países fuera atacado.

Este tratado podría ser invocado así por Moscú para recabar el apoyo militar norcoreano en Ucrania. Como hizo EEUU con la OTAN al invadir Afganistán en 2001.

El propio Kim Jong-un comprometió en junio su “pleno apoyo y solidaridad con las luchas del Gobierno, el Ejército y el pueblo rusos”, y poco antes de firmar el tratado de asociación estratégica con Rusia afirmó que la invasión de Ucrania tuvo como objetivo “proteger la propia soberanía, la seguridad y la estabilidad territorial” rusas.

Aunque ya desde principios de año se venía hablando de la transferencia por parte de Corea del Norte de misiles, drones y sobre todo munición de artillería para ser utilizada por Rusia en Ucrania, y pese a que hay imágenes de fragmentos de misiles norcoreanos recogidos del campo de batalla, Moscú y Pyongyang siguen negando esa cooperación bélica.

Los surcoreanos sí creen que existe. Este lunes, el viceministro primero de Asuntos Exteriores surcoreano, Kim Hong-kyun, urgió al embajador ruso en Seúl, Gueorgui Zinoviev, “a la retirada inmediata de tropas norcoreanas” de Rusia y a cancelar cualquier tipo de colaboración con Corea del Norte de tipo militar de cara a su plasmación en Ucrania.

Una escalada en la guerra

El secretario general de la OTAN, Mark Rutter, subrayó este lunes que “el envío de tropas de Corea del Norte para luchar junto a Rusia en Ucrania supondría una escalada significativa” en el conflicto.

Rutte ya habló la semana pasada con el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y entonces señaló que la OTAN no disponía aún de pruebas suficientes para aceptar la información sobre el despliegue norcoreano en Ucrania, pero que estaba en contacto con Seúl para recibir toda la información disponible al respecto.

La Unión Europea también se manifestó contra cualquier tipo de participación de Corea del Norte en la guerra de Ucrania, tanto con la transferencia de material militar como con el envío de soldados.

“Si se confirman los informes sobre la transferencia de soldados de Corea del Norte a Rusia, esto marcaría otro nivel de escalada y un aumento significativo de su cooperación allí” en un abierto desafío al derecho internacional, señaló el portavoz, de Exteriores de la UE, Peter Stano, en su rueda de prensa de este lunes.

Según Stano, Corea del Norte “es un actor que perturba gravemente la estabilidad y la paz y la seguridad, no sólo en la región, sino a nivel mundial”, por lo que confiar en él “solo expone la debilidad de Rusia y su creciente aislamiento”.

Las razones rusas

No parece que el despacho de tropas norcoreanas a la guerra de Ucrania obedezca a una debilidad de Rusia o a que le falten efectivos militares, como sí está ocurriendo en el Ejército ucraniano.

Rusia está dándole la vuelta a la estrategia occidental de apoyar sin límites a Ucrania, con armas y dinero, sin que nadie en Europa o Estados Unidos proteste contra esa injerencia en un conflicto bilateral entre países exsoviéticos.

Injerencia que, desde que empezó la guerra, ha evidenciado los intereses occidentales en crear un nuevo sistema de seguridad en Europa a partir del desgaste ruso y su acorralamiento con la extensión de la OTAN a la península escandinava y a Ucrania, pese a los reiterados avisos que Moscú viene dando desde los años noventa.

Al recurrir a Corea del Norte o a las armas de Irán, e incluso con la ambigüedad de la adquisición de tecnología de doble uso china, Moscú está lanzando un mensaje contundente, a la par que preocupante: no hay reglas internacionales que vaya a respetar y recurrirá a los aliados a los que deba recurrir si Occidente hace lo mismo con Ucrania. Tampoco está dispuesto a negociar ese nuevo sistema de seguridad internacional bajo el liderazgo de Washington.

Al incluir a Pyongyang en este conflicto, Rusia está también diciéndole a EEUU que su hegemonismo en Asia y el Pacífico, cercando a China, Corea del Norte y la propia Rusia por el este, tiene el rechazo de Moscú, que está dispuesto a intervenir en la geopolítica de la zona con medidas asimétricas, como esta extensión de la guerra de Ucrania hacia Oriente.

Información adicional

Autor/a: Juan Antonio Sanz
País:
Región:
Fuente: Público

Leave a Reply

Your email address will not be published.