El fallido autogolpe del presidente Yoon Suk-yeol, con su intento de imponer la ley marcial, abre una brecha inesperada en la estrategia estadounidense en Asia.
El fallido autogolpe del presidente Yoon Suk-yeol, con su intento de imponer la ley marcial, abre una brecha inesperada en la estrategia estadounidense en Asia.