Los medios, advierte la autora, están patologizando la cultura. Sus prácticas fomentan la creencia de la existencia de un enemigo, lo que provoca sentimientos persecutorios, inhibiciones y la ruptura de lazos sociales, que a su vez funcionan como desencadenantes de enfermedad psíquica al despertar lo traumático. Resulta acuciante considerar lo que se plantea...