La construcción de organismos vivos, creados por computadora y a partir de unos cuantos químicos, avanza a un ritmo mucho más rápido que la capacidad de la sociedad para comprender y debatir sus implicaciones o elaborar mínimas regulaciones de bioseguridad para prevenir sus impactos. Urge también entender qué intereses comerciales hay por detrás, que actúan...