Son 260.000 asesinatos, 45.000 desaparecidos, 6.8 millones de desplazados, 2.800 sindicalistas asesinados, infinidad de robos, torturas, violaciones, los que obligan a frenar el conflicto armado en Colombia. La manifiesta corresponsabilidad en esta tragedia por parte del sistema financiero colombiano obliga a pensar en soluciones desde el mismo sector que antes que víctima ha sido victimario...