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Adli Mansur, nuevo presidente de Egipto tras el golpe militar

Adli Mansur, nuevo presidente de Egipto tras el golpe militar

El presidente del Tribunal Constitucional de Egipto, Adli Mansur, ha jurado este jueves el cargo de presidente interino de Egipto en cumplimiento de la ‘Hoja de Ruta’ impuesta por el Ejército tras derrocar, ayer miércoles, a Mohamed Mursi mediante un golpe de Estado.

 

El nuevo presidente interino de Egipto, Adli Mansur, ha jurado hoy su cargo ante la asamblea general del Tribunal Constitucional Supremo, la instancia judicial que él mismo presidía hasta hoy. “Juro por Dios todopoderoso defender el sistema republicano y respetar la Constitución y la ley, atender al pueblo y proteger la independencia nacional y la integridad territorial”, ha dicho Mansur al asumir como presidente interino.

 

Mansur fue designado ayer por las Fuerzas Armadas, tras el golpe militar que depuso a Mohamed Mursi, elegido hace un año en los primeros comicios presidenciales democráticos. El nuevo jefe de Estado ha dicho que asume el poder “con gran honor durante un periodo interino” hasta la celebración de las elecciones presidenciales “en un futuro próximo”, que él mismo deberá convocar y supervisar.

 

“La revolución del 30 de junio ha corregido la revolución del 25 de enero de 2011 (que derrocó a Hosni Mubarak)”, ha considerado Mansur, quien ha añadido que en esa fecha, cuando millones de manifestantes salieron a las calles para pedir la renuncia de Mursi, se produjo “la reunificación del pueblo egipcio sin divisiones”.

 

El mandatario ha enfatizado que no se debe venerar al gobernante ni al tirano, por lo que ha llamado a los egipcios a seguir alerta. Mansur ha recibido la mayor ovación de los asistentes al acto cuando agradeció el papel en la crisis de las Fuerzas Armadas, “que son la conciencia de esta nación y la fortaleza para protegerla”.

 

Los Hermanos Musulmanes, en busca y captura

 

Mientras el depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi continúa en paradero desconocido de forma oficial, aunque una fuente de los Hermanos Musulmanes ha dicho hoy que ha sido separado de su equipo presidencial y trasladado a instalaciones militares.

 

La Fiscalía egipcia ha ordenado la detención de los dos máximos líderes de los Hermanos Musulmanes bajo la acusación de instigar al asesinato de manifestantes pacíficos contra el depuesto presidente Mohamed Mursi.

 

Según ha informado la agencia oficial Mena, el fiscal Ahmed Ezzeldin ha dicho que se ha comprobado la veracidad de los testimonios que apuntan a que el guía espiritual de la Hermandad, Mohamed Badía, y su “número dos”, Jairat al Shater, llamaron a matar a manifestantes que protestaban ante la sede de la cofradía en El Cairo.

 

Mientras, los militares y la policía han comenzado a arrestar a altos cargos de la Hermandad, según ha denunciado la propia cofradía islámica. Gihad Hadad, un portavoz de los Hermanos Musulmanes, grupo al que pertenecía Mursi hasta su elección como presidente, indicó en su cuenta de Facebook que Mursi había sido trasladado al Ministerio de Defensa y separado de su equipo, sin ofrecer más detalles.

 

Reaparece Mursi tras el golpe de Estado

 

Los principales dirigentes del movimiento de los Hermanos Musulmanes  se encuentran encarcelados en la prisión de Tora, en El Cairo, en la que está también recluido el expresidente Hosni Mubarak, según ha informado la agencia estatal de noticias, Mena.  Los cuerpos de seguridad comenzaron anoche a arrestar a dirigentes de los Hermanos Musulmanes, como el presidente del brazo político de este grupo, el Partido Libertad y Justicia (PLJ), Saad Katatni. También fue detenido el viceguía espiritual de los Hermanos Mohamed Rachad Bayumi. Los policías continúan la persecución de otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes acusados de instigar a la violencia y amenazar la paz y la seguridad pública, según Mena.

 

El hijo de Katatni ha denunciado, en un comunicado colgado por la página de Internet de los Hermanos Musulmanes, IkhwanWeb, la detención de su padre, quien fue capturado por “cerca de doce hombres vestidos de paisano”, que irrumpieron el la casa y se lo llevaron a un “paradero desconocido”.

 

 “Le expreso mis más cordiales felicitaciones, nos enorgullece que haya sido detenido en nuestra propia tierra y vamos a hacer lo que Dios quiera”, ha declarado Muaaz Saad Katatni. “Los mismos que dicen defender la libertad y la democracia e invitaron a mi padre al diálogo por la mañana son los que le han detenido por la tarde”, ha añadido, en referencia a la propuesta de diálogo hecha ayer miércoles por el Ejército a Katatni.

 

Los Hermanos Musulmanes han advertido también en su página de Internet de que “Egipto está siendo testigo, con horror, del nacimiento de una nueva era de represión y tiranía y de la imposición de un Estado policial autoritario”, que se ha traducido, tras el golpe de Estado, en “el cierre de cadenas de televisión, el arresto de dirigentes políticos y la muerte de manifestantes pacíficos en las distintas provincias del país”.

 

Por su parte, el vicepresidente del PLJ, Esam al Arian, ha dicho hoy en su cuenta de Twitter que estas son las consecuencias previstas de un golpe militar contra el primer régimen democrático árabe. “La ferocidad de los Cuerpos de Seguridad aumentará y el (Ministerio de) Interior impondrá su puño”, comentó Al Arian.

 

Primeros altercados, primeras víctimas

 

Los disturbios en las calles no han tardado en llegar. Los enfrentamientos entre simpatizantes y detractores del derrocado presidente ya se han cobrado la vida de 14 personas según los medios locales, aunque el Ministerio de Sanidad ha rebajado la cifra a 11 fallecidos y aumentado los heridos a 516.

 

En la ciudad de Marsa Matrouh, ubicada en el norte, el miembro de las fuerzas de seguridad Al Anani Hamouda ha confirmado a Reuters que el balance de víctimas ha ascendido a ocho muertos (entre los que habría dos uniformados) y 13 heridos. El diario oficial Al Ahram ha informado horas antes de que los disturbios han estallado cuando un grupo de seguidores de Mursi ha atacado la sede de la Gobernación.

 

Los disturbios entre ambas facciones han sido especialmente violentos en la ciudad de Alejandría, donde tres personas han fallecido y al menos 50 han resultado heridas. También se han producido fuertes altercados al sur del país, en la ciudad de Minya, donde otras tres personas han muerto y se han registrado 14 heridos.

 

En la ciudad de Fayoum decenas de personas han resultado heridas en el ataque que un grupo de hombres armados ha llevado a cabo contra la sede del Partido Libertad y Justicia (PLJ), vinculado a Hermanos Musulmanes. Entretanto, en la ciudad de Mansoura, ráfagas de disparos, cuya procedencia aún se desconoce, han obligado a dispersarse a las miles de personas que se han concentrado pacíficamente en la plaza Al Thwara para celebrar la caída de Mursi.

 

Preocupación por la interferencia militar

 

Naciones Unidas, Estados Unidos y otras potencias mundiales no han condenado la destitución de Mursi como un golpe de Estado militar, ya que hacerlo podría desencadenar sanciones. La intervención del Ejército ha sido respaldada por millones de egipcios, incluidos dirigentes liberales y figuras religiosas que esperan nuevas elecciones bajo un conjunto revisado de reglas.  

 

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha pedido a los militares que han derrocado al mandatario de Egipto, Mohamed Mursi, que devuelvan la autoridad “a un gobierno civil elegido democráticamente” tan pronto como sea posible y ha ordenado revisar la ayuda que Washington otorga a ese país.

 

En un comunicado divulgado por la Casa Blanca, Obama ha evitado hablar de golpe de Estado y ha expresado su preocupación “por la decisión de las Fuerzas Armadas egipcias de remover al presidente Mursi y suspender la Constitución”. “Creemos que en un última instancia el futuro de Egipto solo puede ser determinado por el pueblo egipcio”, ha subrayado Obama, que llamó también a evitar las “detenciones arbitrarias” de Mursi y sus seguidores.

 

Estados Unidos “no apoya a determinadas personas o partidos políticos” en Egipto, pero “estamos comprometidos con el proceso democrático y el respeto al Estado de derecho”, ha asegurado el presidente estadounidense.

 

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha dicho que la “interferencia militar” en los asuntos de un país es motivo de preocupación. “Muchos egipcios han expresado profundas frustraciones y preocupaciones legítimas, y al mismo tiempo la interferencia militar en los asuntos de un país es motivo de preocupación”, ha dicho la oficina del portavoz de la ONU en un comunicado. Así, tras asegurar que la transición atraviesa un momento “delicado” tras el anuncio de las Fueras Armadas del nombramiento de un nuevo presidente interino y la suspensión de la Constitución, Ban ha recordado que Mursi “no ha aceptado” esas decisiones.

 

Para el presidente de Siria, Bashar al Assad, enfrentado desde hace dos años a una insurrección armada interna con fuertes connotaciones religiosas, el golpe de Estado militar es un ejemplo del “fracaso del Islam político”. “No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, y menos a los egipcios, un pueblo cuya civilización se remonta a miles de años y que tiene una clara vocación nacionalista pan-árabe”, ha declarado el presidente sirio en una entrevista concedida al diario ‘Al Thawra’, de titularidad estatal.  

 

Por su parte, la organización Amnistía Internacional (AI) ha pedido a las fuerzas de seguridad egipcias que hagan todo lo posible por proteger los derechos humanos y la seguridad de todos en Egipto, independientemente de su afiliación política. En un comunicado, AI señala que las Fuerzas Armadas y la Policía en Egipto tienen antecedentes bien documentados de violaciones de los derechos humanos y pide que no se repitan. “En este momento de gran tensión y con la Constitución suspendida, es más importante que nunca que los militares cumplan con las obligaciones deEgipto en virtud del derecho humanitario”, ha dicho Salil Shetty, secretario general de AI.

 

También Human Rights Watch (HRW) ha pedido este jueves al nuevo Gobierno egipcio que se aleje del comportamiento abusivo que ha prevalecido en el país desde el comienzo de las revueltas en 2011, y que se comprometa a respetar los derechos de todos los ciudadanos egipcios.

 

El subdirector de HRW para Oriente Próximo, Joe Stork, ha recordado el sufrimiento al que han estado sometidos los egipcios “tanto con el Ejército como durante el Gobierno de Mursi” y ha pedido que durante el Gobierno provisional de Mansur, las Fuerzas Armadas “detengan la ola de arrestos arbitrarios de miembros de Hermanos Musulmanes y sus aliados del Partido de la Libertad y la Justicia”.

 

La organización considera que la situación actual es una vuelta a la era del expresidente Hosni Mubarak, con arrestos masivos y detenciones por motivos políticos. “Detener a miembros de los Hermanos Musulmanes tendrá el peor efecto posible para el futuro político de Egipto”, ha considerado HRW. Creen que el nuevo Gobierno debe manifestar inmediatamente su intención y la de las Fuerzas Armadas de respetar los derechos humanos básicos de los egipcios.

 

AGENCIASEL CAIRO04/07/2013 10:15 Actualizado:

Información adicional

Autor/a:
País: Egipto
Región: África
Fuente: Público.es

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