Con este título, María Teresa Cifuentes Traslaviña presentó el 3 de junio de 2010, en el Centro Cultural García Márquez la obra que reseñamos, producto del año sabático auspiciado por la Universidad Distrital, con la introducción crítica y la explicativa de Ricardo Sánchez Ángel y Álvaro Delgado, de la Universidad Nacional de Colombia y el Cinep, respectivamente.
La fecha es coincidente con los 100 años (1910-2010) del natalicio del luchador paradigmático del siglo XX Diego Montaña Cuéllar, presidente de la Unión Patriótica (UP) en el momento crítico en que el movimiento político de la UP en ascenso político y electoral proclamaba a Bernardo Jaramillo Ossa como candidato a la Presidencia de la república, y a quien escribe esta nota a la Vicepresidencia.
Diego Montaña falleció en abril 28 de 1991 y sus cenizas fueron dispersadas en el río Magdalena, frente al puerto petrolero de Barrancabermeja, como símbolo de despedida a los trabajadores de quién fuera su educador y asesor político y laboral, que para él constituía “el más grande honor de mi vida”.
Al tiempo con este acto, la Unión Patriótica cumplía 25 años (1985-2010) de su creación, conmemorados en junio con foros y conferencias en el Auditorio León de Greiff, de la Universidad Nacional, organizado por militantes de la UP como Sebastián González y otros que vivieron los sueños y las experiencias frustradas de la UP. Asistieron jóvenes universitarios interesados en sumergirse en el conocimiento de una fase dramática de la historia política y la vida nacional.
La UP fue iniciativa original de las farc y concebida como herramienta política de la insurgencia armada representada por esa guerrilla y sus líderes principales Manuel Marulanda y Jacobo Arenas, con apoyo del Partido Comunista, en busca de una solución política al conflicto armado.
El conflicto y la subversión frente al viejo orden o, mejor, desorden tradicional tiene origen histórico-social profundo y complejo, cuyas raíces están en el despojo a los campesinos, y la marginalidad y la aplicación sistemática de la violencia a los sectores populares. En tales realidades se identifican las causas de la rebeldía con dominante presencia rural. Es, en síntesis, producto de la inequidad, la exclusión, la violencia institucional como expresión latifundista, marcada por la injusticia social, la concentración de la riqueza, la tierra, la educación y el poder, el desarraigo y el despojo. Estos aspectos son tratados en la investigación cuyo fruto es esta obra.
Este pensamiento crítico amerita una gran discusión para verificar y clarificar brumas del proceso que concluye con el genocidio contra la UP, como posibilidad de cambio democrático, que culmina por ser aplastado criminalmente –por acción y omisión– con el asesinato de los candidatos Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa, y cerca de 3.000, incluidos destacados dirigentes nacionales como José Antequera y Manuel Cepeda, entre tantos héroes y mártires, expresiones de la causa popular, líderes regionales, congresistas, diputados, concejales, militantes, intelectuales, profesores, simpatizantes y gente del común. Tan aberrante fenómeno con distintas expresiones –paramilitarismo, subversión, narcoeconomía, guerra militar y social– aún subsistente en la primera década del siglo XXI y constituye tema transversal en la obra comentada.
Esta obra sobre Diego Montaña Cuéllar en las luchas del siglo XX muestra ampliamente esta situación en sus principales rasgos, junto con sus diversos escenarios y actores, e implicaciones, circunstancias e impactos políticos y dramas sociales, humanos y ambientales desatados, que contribuyen obviamente a la existencia de esta profunda tragedia colectiva, manifiesta en crisis crónicas y asimetrías históricas, socioeconómicas y políticas que soporta el país en el transcurso que llega hasta la actualidad.
Las variables de multiviolencia física, socioeconómica y ambiental, pobreza y miseria críticas, corrupción generalizada y atraso en la conciencia política popular – considerado por Gaitán como superior a sus dirigentes– hacen parte de la constelación problemática que se vislumbra como un celaje en el choque de las nubes históricas que nos enceguecen sin iluminar el camino de la liberación social. Estos hitos se traducen en la investigación sobre el pensamiento y la acción del gran pensador y luchador Montaña Cuéllar, cuyo legado ejemplar esperamos que sea modelo de lucha sin claudicaciones y oportunismos, como las que se ven en el trasiego de la política nacional.
En el libro se identifican el proceso, el ascenso y el desarrollo político, polémico y dialéctico, de la UP, potenciado con la presencia de nuevas fuerzas democráticas, camino iniciado hacia 1985. Esta fase explica el desarrollo de una etapa de deslinde ideológico y estratégico de la UP frente a las farc y el Partido Comunista, que se expresa en las manifestaciones públicas y privadas de Bernardo Jaramillo y algunos representantes de la dirección nacional de la UP sobre el requerimiento de una solución políticas al conflicto armado y el cuestionamiento de la táctica de “combinación de todas las formas de lucha” planteadas oficial y dogmáticamente por el PCC y explicitada por su entonces secretario general Gilberto Vieira.
Esta situación está descrita en el libro, y allí las tesis políticas conllevan la propuesta planteada públicamente por Bernardo Jaramillo, Diego Montaña y otros líderes de la UP en cuanto a construir un nuevo movimiento o partido moderno, nacionalista popular, con base doctrinaria, teórica y programática basada en el socialismo y la democracia radical, cuyos programas son discutidos y aprobados en instancias del Segundo Pleno de la UP y otros escenarios políticos, inclusive de carácter internacional, en las giras de Jaramillo por Europa, y asimismo en contactos con la Internacional Socialista.
Se trata en esencia de llevar al campo de la teoría y la práctica el principio de que sin socialismo no hay democracia, y no habrá democracia sin socialismo. Tampoco, por su ausencia política integral, se posibilita la anhelada convivencia y una paz duradera.
Estos son elementos situacionales, vivenciales e históricos descritos en esta biográfica histórica, anecdótica y polémica, como su adhesión a Jorge Eliécer Gaitán (1946-1948), en contradicción con la tácticas del PCC, que apoyó al contradictor Gabriel Turbay, y su retiro como militante del Partido Comunista, señalando múltiples militancias, ingresos y retiros, sus razones, sus circunstancias, y las situaciones y condiciones políticas en las cuales se desenvolvió siempre con honestidad y lógica, con sus hitos entre contradictorios en la tácticas y consecuentes en sus principios, marcados con estrategia lineal y variables coyunturales, como militante y dirigente en varios movimientos frustrados, siempre como pensador marxista corroborado en su legado escrito, en la cátedra, en sus polémicas y sus luchas sindicales y partidistas.
Montaña fue siempre consecuente en el sentido y la práctica democrática y socialista como horizonte permanente de su lucha, en el entendido de que el materialismo que practicó –dialéctico, holístico, axiológico– no lo interpretó como dogma fatal ni representado como iglesia con santos, mártires, milagros y renegados, sino interpretado y utilizado como guía teórico-práctica, como gran instrumento científico y útil para comprender la realidad socioeconómica y su desarrollo histórico, para transformarla y no sólo interpretarla, en función democrática e incluyente, en función indeclinable de beneficiar al pueblo en su conjunto.
Además, el lanzamiento de este trabajo sistémico constituye un modelo metodológico por su riqueza de fuentes, manejada objetivamente pero con compromiso y pasión democráticos, por el referente de sus testimonios y por el análisis de los contextos en los que Diego Montaña desenvolvió su vida como ser humano, ideólogo, académico y pensador, que abarca gran parte de las luchas sociales del siglo XX en Colombia, en el referente de la posguerra y posteriores desarrollos de la “guerra fría, cuyos reflejos y persecución al pensamiento democrático y socialista utilizó el macartismo, de sectores reaccionarios de Estados Unidos, las violencias y las réplicas dogmáticas, respecto al modelo capitalista y monopolista, y el dogmatismo aplicado a la versión soviética del socialismo, lo cual marcó la crisis y la decadencia del “socialismo realmente existente” o, peor, inexistente, en cuanto se caracterizó finalmente como capitalismo de Estado burocrático y corrupto, como se evidenció con las denuncias de Kruschov en el XX Congreso del Partido Comunista de la URSS, luego de la caída del muro de Berlín (1990), la política de Gorbachov con la glasnost y la perestroika, y la posterior degradación reaccionaria de Yeltsin y Puttin al imponer el modelo neoliberal seguido del saqueo del patrimonio del pueblo. Esto explica el camino marcado por el ascenso del ‘consenso de Washington’ y el imperio del neoliberalismo global.
La obra presenta cinco partes con sus desarrollos pertinentes, en cuyos contextos se identifican y definen situaciones y condiciones del desarrollo histórico del país de carácter y naturaleza socioeconómica, cultural y política, e influencias internacionales y elementos de profunda significación como la crisis económica mundial y la caída de la hegemonía conservadora en Colombia hacia 1930, con el ascenso del partido liberal y el tránsito de la “revolución en marcha” de López Pumarejo; reformas constitucionales de los 30 y 40; frustración social junto con la violencia institucional y sectaria, desatada por los gobiernos hegemónicos en 40 y 50, junto con las luchas sindicales, en especial en el sector petrolero y de los trabajadores en general, y las respuestas subversivas como expresión de los conflictos y tensiones en la ciudad y el campo, con énfasis en los magnicidios y los genocidios, como el de Gaitán el 9 de abril de 1948, y sus dramáticas y posteriores consecuencias.
En estos escenarios se plantean las respuestas políticas del Partido Comunista y los nuevos movimientos –Frente Unido del padre Camilo Torres, Moir, Firmes, Unión Patriótica, Alianza Democrática M-19– y otras manifestaciones relevantes en el referente de las luchas sociales en Colombia.
Los capítulos de la obra reseñada son: 1. Orígenes y primeras luchas. 2. Actividad social y dirigencia liberal. 3. Izquierda marxista. 4. Internacionalismo en la lucha por la revolución. 5. Tránsito por nuevos grupos de izquierda. Evolución y búsqueda. Evolución. Además, hay una importante indicación sobre fuentes y bibliografía.
El mensaje de la obra, su recorrido investigativo, las invocaciones, las consideraciones y las reflexiones ameritan su lectura con pensamiento crítico, propositivo, pensando en el aquí y el ahora, así como en el inmediato futuro, pues hay lecciones y experiencias para meditar, investigar, denunciar; desatar polémicas constructivas, transparentes, objetivas y serias, útiles para aclarar situaciones históricas, políticas, humanas, y además para iluminar el sendero de sombras y repetidos errores manifiestos en las luchas políticas, sectarias y electorales, de hoy y mañana, orientadas a la construcción de una democracia radical-orgánica, e integral-socialista y moderna, como las planteadas por Montaña en su trayectoria, en cuanto finalmente cabe recordar al Premio Nobel José Saramago en su Ensayo sobre la ceguera: el presente que no tiene futuro es como si no existiese.
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