La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos dictaminó que la Constitución otorga a las parejas del mismo sexo el derecho a casarse, en un triunfo histórico para el movimiento homosexual de ese país. Con el dictamen, los matrimonios homosexuales serán legales en los 50 estados que integran la nación.
La corte definió, por cinco votos a favor y cuatro en contra, que las garantías de la Constitución al debido proceso y a la protección igualitaria bajo la ley implican que los estados no pueden prohibir los matrimonios de parejas del mismo sexo.
En un escrito en nombre de la corte, el juez Anthony Kennedy aseveró que la esperanza de los homosexuales que pretenden casarse es no ser condenados a vivir en soledad, excluidos de las instituciones más antiguas de la civilización. Piden dignidad igualitaria a los ojos de la ley. La Constitución les otorga ese derecho.
En el escrito agregó: Sin ese reconocimiento, estabilidad y previsibilidad que el matrimonio ofrece, sus hijos sufren el estigma de saber que sus familias son de alguna manera inferiores.
Kennedy, un conservador quien usualmente define la votación en casos difíciles, se unió a la mayoría integrada por cuatro jueces liberales del tribunal.
El juez, designado por el presidente republicano Ronald Reagan en 1988, ha sido el autor de los cuatro fallos más importantes de la Corte Suprema sobre derechos de los homosexuales desde 1996.
Reacciones diversas
En una posición opuesta, otro juez, conservador, Antonin Scalia afirmó que la decisión muestra que la corte es una amenaza para la democracia estadunidense (…) Cinco abogados han cerrado el debate y sancionado su propia visión del matrimonio como tema de ley constitucional.
El fallo es la ampliación del derecho al matrimonio más importante de la Corte Suprema desde la sanción del histórico caso Loving contra Virginia, en 1967, que abolió leyes estatales que prohibían los matrimonios interraciales.
En la actualidad existen 13 prohibiciones estatales. Otro estado, Alabama, ha disputado un fallo de la corte que levantó la prohibición. La decisión deja sin vigencia los impedimentos. De todos modos, instituciones religiosas podrían negarse a casar a parejas del mismo sexo.
En 2010, Obama firmó una ley que permitía a gays servir abiertamente en el Ejército estadunidense. En 2013, el máximo tribunal dijo que era inconstitucional una ley de 1996 que declaraba que por el propósito de los beneficios federales el matrimonio estaba definido como la unión de un hombre y una mujer.
Las reacciones llegaron rápidamente. Barack Obama, el primer presidente en funciones en apoyar el matrimonio gay, dijo en Twitter: Es un gran paso en nuestra marcha hacia la igualdad. Las parejas gays y lesbianas ahora tienen el derecho a casarse, igual que cualesquiera otras.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, celebró el dictamen de la corte como un gran paso adelante para los derechos humanos.
Hillary Clinton, precandidata presidencial demócrata a los comicios de 2016, escribió en Twitter que estaba orgullosa de celebrar una histórica victoria para la igualdad en el matrimonio.
Hasta 2013, Clinton afirmaba que se oponía a los matrimonios de parejas del mismo sexo, pero aclaró que su visión había evolucionado desde entonces.
El precandidato presidencial republicano Mike Huckabee criticó el fallo: Esta decisión imperfecta y fallida es un acto fuera de control de tiranía judicial inconstitucional.
Por su parte, el precandidato presidencial republicano Jeb Bush agregó: Guiado por mi fe, creo en el matrimonio tradicional. Creo que la Corte Suprema debió permitir a los estados tomar esa decisión.
Mientras, cientos de defensores del matrimonio gay cubrieron la vereda frente al tribunal, celebrando el fallo.
Ninguna corte, ninguna ley, ninguna decisión judicial cambiará el simple hecho de que el casamiento es la unión de un hombre y una mujer, expresó por su parte el secretario de Justicia del Estado de Texas, Ken Paxton, declarando una nueva batalla por la libertad religiosa.
La conferencia de obispos católicos estadunidenses fustigó el error trágico y profundamente inmoral de la corte que daña el bien común y los más vulnerables, especialmente los niños.
Cómo nueve jueces vitalicios han modelado la sociedad de EE UUMarc Bassets, Washington El País De la esclavitud al matrimonio homosexual, la historia de este país no se entiende sin las decisiones del Tribunal Supremo Los nueve jueces del Tribunal Supremo, designados por el presidente de Estados Unidos y ratificados por el Senado, ostentan cargos vitalicios. Su influencia es con frecuencia mayor que la del presidente. Sus decisiones son inapelables, nadie puede despedirlos, no rinden cuentas. ¿Antidemocrático? No. Casi siempre, el tribunal ha mantenido la sintonía con la opinión mayoritaria de los ciudadanos. Los jueces, escribió el politólogo Robert McCloskey en su clásico The American Supreme Court (El Tribunal Supremo americano, 1960), “rara vez se han apartado demasiado de la corriente principal de la vida americana, y rara vez han sobreestimado sus propios recursos”. Así modelaron los jueces la sociedad estadounidense: A FAVOR DE LA ESCLAVITUD. Posiblemente Dred Scott vs. Sandford, de 1857, sea la decisión más vergonzosa de la historia del Tribunal Supremo. Los jueces dictaminaron que los esclavos no eran ciudadanos y que el Congreso no podía prohibir la esclavitud en los nuevos territorios de EE UU. Cuatro años después estalló la Guerra Civil. INTEGRACIÓN EN LAS ESCUELAS. La decisión Brown vs. Consejo educativo de Topeka, en 1954, ilegalizó la segregación racial en las escuelas. La base legal, como en la decisión que este viernes legalizó el matrimonio homosexual, es la Enmienda 14 de la Constitución, que garantiza la igualdad ante la ley. MATRIMONIO INTERRACIAL. Mildred Jeter, una mujer blanca, y Richard Loving, un hombre negro, fueron detenidos varias veces por violar las leyes que prohibían los matrimonios entre distintas razas. En el caso Loving vs. Virginia, de 1967, los jueces dictaminaron que estas prohibiciones en varios estados eran inconstitucionales. ABORTO LEGAL. La decisión sobre el caso Roe vs. Wade, en 1973, reconoció el derecho al aborto en todo el país, pero más de cuatro décadas después el debate sigue abierto y las divisiones entre progresistas y conservadores persisten. RECUENTO EN FLORIDA. En el caso Bush vs. Gore, el Tribunal Supremo frenó el recuento en Florida, el estado que debía decidir las reñidas elecciones presidenciales de 2000. La consecuencia fue la victoria del republicano George W. Bush ante su rival demócrata, Al Gore. FINANCIACIÓN ELECTORAL. En el caso Citizens United vs. FEC, de 2010, el Tribunal Supremo abrió la puerta a la financiación sin límites de campañas políticas. La decisión enfrentó a los jueces con el presidente Barack Obama. REFORMA SANITARIA. En dos sentencias, en 2012 y 2015, el Tribunal Supremo ha avalado la reforma sanitaria, el proyecto central de la reforma sanitaria de Obama. El Supremo, adversario hace unos años, se ha convertido en su gran aliado. |
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