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Violencia contra las mujeres: Entre silencios, culpas y negligencias

Violencia contra las mujeres: Entre silencios, culpas y negligencias

 

La falta y el recorte de presupuesto, de capacitación y de personal para atender las violencias contra las mujeres, fue identificada como el mayor obstáculo que tienen las mujeres víctimas de violencias de género, en Antioquia, para acceder a la justicia.

 

El pasado 26 de agosto la Corporación vamos mujer y la Corporación para la vida mujeres que crean, presentaron su informe anual sobre la situación de violación de los Derechos Humanos de las mujeres en Medellín y territorios de Antioquia 2016, “Entre silencios culpas y negligencias: Reflexiones y cifras sobre violencias contra las mujeres y las rutas de atención”.

 

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La investigación plasmada en el informe se divide en dos capítulos. En el primero se realiza una exposición de las cifras que resultaron del seguimiento comparativo temporal y por regiones de tres expresiones de violencia: homicidios de mujeres y feminicidios, delitos sexuales, y violencia intrafamiliar, cifras tomadas tomadas del trabajo de campo realizado en el Nordeste, Suroeste y Oriente de Antioquia, Medellín y municipios del Área Metropolitana. En el segundo, a través de entrevistas con mujeres víctimas de violencia sexual, así como con funcionarios públicos, se identifican las barreras para la atención y protección de las mujeres víctimas de la violencia por parte de las instituciones estatales.

 

Baja la tasa de homicidios y de violencia intrafamiliar contra las mujeres en Medellín

Según el informe, en Medellín disminuyó la tasa de homicidios de mujeres con respecto al año anterior, pues se pasó de 46 a 37 casos. La mayoría de las mujeres asesinadas eran jóvenes entre los 18 y 28 años. Además, en los corregimientos de Medellín se presentaron 9 casos de homicidios de mujeres, 4 de los cuales sucedieron en San Antonio de Prado.

Respecto a la violencia sexual, cabe destacar que Antioquia es el segundo lugar del país donde más exámenes sexológicos por presuntos delitos sexuales se realizaron, con 2.710 casos en 2015 y 2.163 en 2016. Específicamente en Medellín se presentaron 1.362 casos (103 de cada 100.000 mujeres) en 2016, siendo las niñas y jóvenes entre los 6 y los 17 años las principales afectadas, con 843 casos. Como principales agresores se encuentran el padrastro (con 95 casos) y el padre (con 80 casos).

Por otra parte, se identificó un incremento en la violencia sexual respecto al año anterior en los corregimientos de San Cristóbal (de 20 casos a 26), San Antonio de Prado (de 15 casos a 20), Altavista (de 8 casos a 11), y Santa Elena (de 2 casos a 6), lo cual puede responder a un aumento efectivo de casos, o de las denuncias.

En cuanto a la violencia intrafamiliar, con énfasis en la violencia de pareja, se encontró en Medellín, año 2016, una disminución de 921 casos, con 5.039 casos, frente a 5.960 en 2015. Siendo las mujeres solteras las más agredidas, con el 33% de los casos (1.656).

 

Situación en otros municipios del Valle de Aburra: Barbosa y Caldas

La investigación también indagó por la situación de violación de los derechos humanos de las mujeres en Barbosa y Caldas, obteniendo como resultado que en estos dos municipios se presentaron durante el 2016 cuatro homicidios, 2 en cada uno.

Para el item de la violencia sexual se registraron 21 casos en Barbosa y 23 en el municipio de Caldas, indicando un aumento respecto al año 2015 en el que se habían reportado 10 y 19 casos respectivamente. Estás agresiones fueron perpetradas, principalmente, por familiares –19 casos en ambos municipios.

Respecto a la violencia intrafamiliar las tasas municipales indican que 25 mujeres fueron víctimas de violencia de pareja en Barbosa, y en Caldas 39. El grupo de edad de las mujeres afectadas por violencia de pareja, en los dos municipios, se encuentra entre los 20 y los 39 años, y la mayoría de las mujeres víctimas eran solteras o se encontraban en unión libre.

 

La situación en Noreste, el Suroeste y el Oriente

Por otra parte, respecto a esta misma situación en el Nordeste, Suroeste y Oriente antioqueño, se informa que durante los años 2015 y 2016 se presentaron en estas tres regiones 88 homicidios de mujeres, siendo el Suroeste la región que presentó más asesinatos con 39 casos, configurándose así como la más insegura para las mujeres pues en 16 de los 23 municipios que la conforman sucedió al menos un asesinato de una mujer durante estos dos años.

En cuanto a la violencia sexual, Medicina Legal realizó 774 exámenes sexológicos a mujeres habitantes de estas regiones. Las principales afectadas fueron niñas y adolescentes, con un total de 629 de los casos, y el abuso sexual (340 casos) fue la principal expresión de este tipo de violencia. Además, en este caso de nuevo los principales victimarios tenían alguna relación con la víctima, pues 265 de los casos fueron perpetrados por conocidos y 237 por familiares.

Finalmente, en cuanto a la violencia intrafamiliar con énfasis en la violencia de pareja, se halló que entre 2015 y 2016 se presentaron en Antioquia 8.354 casos de violencia intrafamiliar contra las mujeres. Durante este periodo de tiempo el territorio más afectado por este tipo de violencia fue el Valle de Aburra –6.966 casos–, seguido de Oriente –475 casos– y Urabá –362 casos. En las regiones del Nordeste, el Suroeste y el Oriente se presentaron en total 1.928 casos de violencia intrafamiliar contra las mujeres, de los cuales 995 correspondieron a jóvenes entre los 18 y los 35 años de edad.

 

 

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Falta información sobre los agresores

Uno de los elementos encontrados y que resaltan las investigadoras tras la revisión de los registros que sirvieron de fuente a los datos acá presentados, es que existe poca información oficial sobre los agresores que cometieron los homicidios contra las mujeres y los feminicidios, lo cual queda reflejado en los pocos avances alcanzados en materia de investigación de estos delitos, y en la alta impunidad reinante, a pesar de las exigencias de la Ley 1761 del 2015 ( )

 

Concepciones de masculinidad y amor que se deben reconfigurar

Las altas tasas de violencia contra las mujeres necesariamente deberían hacernos reflexionar, especialmente a los hombres, respecto a las concepciones de masculinidad, familia y amor romántico que aún perduran en nuestra sociedad, pues muchas veces tales concepciones son la base que provoca y permite que sucedan este tipo de violencias. Por ejemplo, la violación por parte ya sea del padrastro o el padre, como plantea la investigadora Rita Segato, tiene que ver con el hecho de que en las familias occidentales subyace la idea de la paternidad proveniente del pater familias del Derecho Romano, en la que el padre era el propietario de la mujer, de los hijos y de los esclavos, todos en el mismo nivel. Entonces, aunque en la actualidad no entendamos la paternidad de esa manera, só persiste en la genealogía de la familia esa idea de la propiedad del padre ( )

 

 

Obstáculos para la atención y protección de las mujeres víctimas de las violencias sexuales

Uno de los principales obstáculos, de los que habla el informe, tiene que ver con aspectos emocionales y subjetivos de las víctimas, como la naturalización del miedo cuando el victimario es un familiar, o la culpa y la vergüenza, pues existe una presión social que hace que la víctima sienta temor de perder credibilidad, status, reconocimiento, o de ser juzgada por haber permitido la violencia, y por guardar silencio.

Por otra parte, también se encuentran barreras de tipo administrativo que dificultan el acceso a la ruta de atención a las violencias sexuales, algunas de estas son:

  • -La falta de recursos o el recorte del mismo a los programas e instituciones encargadas de la prevención y atención de estos casos, como ocurre con la Secretaria de la mujer en Medellín ( )
  • – Falta de personal, en relación a la cantidad de casos presentados.
  • -Falta de recurso humano interdisciplinar.
  • -Falta de conocimiento de la ley que rige en estos particulares.
  • -Trámites demasiado lentos, lo que lleva a que las situaciones graves no sean tratadas a tiempo.
  • -No se encuentran medidas efectivas para la protección de las mujeres que denuncian.
  • -Revictimización de las mujeres que denuncian, por parte de los funcionarios y funcionarias.
  • -Temor a la denuncia por la dependencia económica.

 

Aún falta mucho trecho por recorrer

Como vimos, a pesar de la disminución de los casos de violencia contra las mujeres en Medellín, las cifras para la ciudad, así como los otros municipios y regiones que fueron revisadas en el informe aquí resumido, no son nada alentadoras. Estas muestran, una vez más, que este tipo de violencia responde a las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales sobre las que se estructura nuestra sociedad, pues a pesar de los avances en la adopción de un marco jurídico en el país para la atención y protección de las mujeres, adultas y niñas, siguen siendo muchos los caminos de deben recorrerse para erradicar estos y otros tipos de violencias contra la mujer.

 

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Información adicional

XV informe sobre la situación de violación de Derechos Humanos de las mujeres en Medellín y territorios de Antioquia, 2016
Autor/a: David Gutiérrez
País: Colombia
Región: Suramérica
Fuente: Periódico desdeabajo

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