Indiferencia” y una “irresponsabilidad cercana a la negligencia criminal”. Así se refirió ayer el argentino Julio Montaner, presidente de la Sociedad Internacional del Sida, a la falta de voluntad y compromiso político de líderes mundiales en la lucha contra el sida.
Montaner hizo esta acusación en la inauguración oficial de la 18ª edición de la Conferencia Internacional sobre el Sida 2010, que reúne, en Viena, desde ayer y hasta el viernes, a 25.000 científicos, activistas y seropositivos para pedir más derechos y más recursos económicos en la batalla contra este mal.
El funcionario señaló que el mundo “no está nada cerca” de lograr que todos los seropositivos tengan el acceso universal al tratamiento contra el VIH para el año 2010 debido al “compromiso no cumplido” que los países del G8 (los más ricos del planeta) hicieron en 2005, y que fue ratificado luego por Naciones Unidas (ONU).
El director insistió en que ya se dispone de las herramientas para poner coto a la enfermedad y denunció que el problema es de simple falta de voluntad política.
“Es como prometerle a alguien que se ahoga que le vas a dar un salvavidas y luego le dices que no”, comparó Montaner, quien rechazó el argumento de la falta de recursos debido a la crisis económica.
Se calcula que el número de seropositivos en el mundo ascendía a 33,4 millones de personas a finales de 2008. El sida y las enfermedades que provoca dejan dos millones de muertos por año.
Un estudio publicado ayer recomienda comenzar pronto con el tratamiento, incluso antes de la aparición de los síntomas, para impedir que el sistema inmunitario se destruya progresivamente.
Minutos antes de dar inicio a la conferencia, unos sesenta militantes invadieron el escenario gritando lemas que pedían más financiación y el respeto de los compromisos. “No hay marcha atrás, fondos para la ayuda”, rezaba una banderola gigante.
“Cumplan con sus promesas, queremos vivir”, decían a gritos otros activistas frente al centro de conferencias.
Antes, Michel Kazatchkine, director ejecutivo del Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y el Paludismo, expresó estar “extremadamente preocupado” por los compromisos de los países donantes para los próximos tres años, habida cuenta de que hacen falta, según él, entre 13.000 millones y 20.000 millones de dólares.
Un informe publicado ayer pone de manifiesto que la financiación de los programas de lucha contra el sida en los países pobres retrocedió en 2009 hasta los 7.600 millones de dólares contra 7.700 millones en 2008.
La diferencia es pequeña pero hay que tener en cuenta que entre 2002 y 2009 progresaba dos dígitos de un año para otro, para la financiación de un tratamiento de por vida.
“Ahora que vemos los primeros éxitos en la prevención y el tratamiento, hay que redoblar esfuerzos, no reducirlos”, recalcó Michel Sidibé, director ejecutivo del programa Onusida, en la inauguración de la cita.
El responsable de la ONU señaló que hay una reducción de las infecciones de hasta un 17 por ciento, registrado desde 2001, y un aumento de personas con acceso a tratamientos. Pero, advirtió de que no se puede bajar la guardia y denunció retrocesos en los programas de prevención y los ataques a que algunos gobiernos someten a los grupos de riesgo, como drogadictos, homosexuales y prostitutas.
AFP/EFE
Viena, Austria
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