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El 10 de noviembre, ante un auditorio de cerca de mil personas, José Dario Uribe Escobar, gerente general del Banco de la República, presentó un ortodoxo informe del estado de la economía colombiana, según índices económicos a octubre de 2008. Después de enfatizar el carácter independiente de la entidad que él gerencia, con un aire optimista presentó su informe de Crecimiento, Inflación y Políticas Monetarias para el tercer trimestre de año.
El Gerente parece tener suficientes motivos para mostrarse optimista. No precisamente porque esté en contravía del pesimismo generalizado que en los analistas económicos suele suscitar la crisis del sistema financiero internacional, sino por “lo acertada que resultó la controvertida medida de incrementar las tasas de interés de 9.75% al 10% que asumiera la Junta Directiva del Banco de la Republica el pasado 25 de julio”, como una medida que buscaba el efecto inmediato de responder a una alta expectativa de inflación, generada principalmente por el incremento de los precios de los alimentos y combustibles; y desde luego, la desaceleración del ritmo de crecimiento de una economía improbable de mantener el ritmo de principios de 2008.
Entre los efectos inmediatos generados por esta medida, mencionó la reducción de la tasas de interés de los llamados TES o Títulos de Tesorería, generalmente destinados para apropiaciones del Presupuesto Nacional y que en este caso particular afectaría. de manera favorable, en pro de una menor tasa de interés para los créditos de largo plazo como, por ejemplo, los créditos para la compra de vivienda. Pero no solo eso se logró según su análisis, fue enfático en señalar que ésta medida, en conjunción con otras de igual estirpe monetaria, adoptadas durante los años 2006-2007, además de medidas más recientes de menores encajes bancarios, habrían contribuido a que la economía colombiana “haya resistido excepcionalmente bien” a la crisis financiera mundial.
Inflación a la baja
En términos de las perspectivas de inflación y crecimiento para el próximo año, el gerente señaló que tomando en cuenta una disminución en los precios internacionales de los productos básicos, y por lo tanto una menor expectativa de inflación junto a unos términos de intercambio menores y una reducida demanda externa (en gran parte debido a la desaceleración de economías como la Venezuela y los Estados Unidos) además del encarecimiento del crédito externo motivada por la crisis financiera global, llevarían a la económica colombiana a crecer entre el 1.0 y el 4.0 del PBI, una tasa muy por debajo de su potencial de crecimiento.
Finalmente, concluye el gerente, que para lo que resta de la economía en el presente año, tanto la inflación como las expectativas de su crecimiento se mantendrán altas, por encima del 7%, pero que para el 2009 se espera una proyección del 5% en inflación. Con tal finalidad, la Junta Directiva del Banco contempla, para el próximo 21 de noviembre, la posibilidad de reducir las tasas de interés.
Ante un tema que implica a millones de colombianos el gerente guardó silencio, se resistió a mencionar la probable tasa de incremento del salario mínimo, el cual deberá ser “negociado”, como todos los años, en diciembre. Se recordará, que los dos últimos incrementos salariales han quedado por debajo de la proyección de la inflación, es decir, cada año los trabajadores han perdido miles de pesos en los ingresos reales que perciben.
El Gerente se ha limitado a decir, en una manifestación más de ortodoxia económica, que el incremento en los salarios empuja la inflación.
Sin duda, el Gerente y sus asesores, así como el Ministro del ramo, se niegan a ver la crisis, pero en la mayoría de hogares ésta ya está presente. En los meses que vienen se incrementará.
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