El 2 de octubre de 2015, el Ministerio de Educación Nacional –MEN–, mediante la Resolución 16460, reorganizó la Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior –Conaces, instancia encargada de coordinar y orientar los procesos asociados al “aseguramiento de la calidad de la educación superior, la evaluación del cumplimiento de los requisitos para la creación de instituciones de educación superior, su transformación y redefinición, sus programas académicos” (*)
La resolución precisa que la Conaces se apoyará en expertos académicos, organizados en diez (10) salas de evaluación, que se “integrarán según las áreas del conocimiento o campos de acción de la educación superior definidos en la clasificación internacional normalizada de la Educación adaptada para Colombia Cine-2011, y de acuerdo con las necesidades del servicio y las políticas en materia de Educación Superior”. Las salas de evaluación apoyarán el proceso de evaluación, además de presentar las recomendaciones de orden académico sobre las condiciones para el otorgamiento y/o renovación del registro calificado, y formular propuestas para la adopción de criterios relacionados con el aseguramiento de la calidad, entra otras funciones.
En este contexto, el 28 de diciembre de 2015, el MEN emitió la Circular 79, por la cual se informa sobre la “Nueva composición y estructura de las salas de evaluación de Conaces a partir del 1 de enero de 2016”. En esta nueva formulación orgánica, la Comisión ubica a los programas de Trabajo Social como integrantes de la sala de evaluación Salud y Bienestar, lo que implica nuevos referentes para la consecución del registro calificado y de alta calidad (ya que en su mayoría quienes la conforman son profesionales de las ciencias de la salud), así como de la transformación de la visión del campo de aplicación de esta profesión y disciplina.
Estos actos administrativos, expedidos por el MEN, desconocen la formación histórica de la profesión, su labor y aporte a los procesos de transformación de la realidad del país en general, y de las condiciones de vida de sus comunidades en particular. En consecuencia, estos hechos han generado la indignación de quienes están vinculados a Trabajo Social en el país, promoviendo que de manera amplia, egresados, estudiantes y docentes pongan de manifiesto entre otros puntos los siguientes:
– La historia del Trabajo Social tiene una formación ubicada en el contexto de las ciencias sociales y humanas que no puede borrar una disposición ministerial.
– La construcción histórica del estatuto epistemológico, teórico, metodológico y ontológico se enmarca en las ciencias sociales y humanas.
– La decisiones tomadas por el MEN ponen en riesgo el ejercicio de la profesión porque restringen el desempeño profesional al área de la salud, la asistencia a adultos mayores y discapacitados, y asistencia a la infancia y servicios para jóvenes; desconociendo la multiplicidad de escenarios académicos y laborales en los que nos hemos desempeñado en el mundo, y en los 80 años de historia en Colombia.
– Al así proceder, se desconocen aportes importantes en los temas sobre diseño, formulación y gestión y evaluación de las políticas públicas, algunas de ellas como: las políticas públicas de mujer y géneros, las políticas públicas de infancia y adolescencia, las políticas públicas de juventud, las políticas públicas de educación, entre otras.
– Trabajo Social es una disciplina-profesión que históricamente ha tenido una incidencia importante en diferentes sectores y atención de problemas sociales, como la estructuración de servicios sociales, ambiente y biodiversidad, rehabilitación social, farmacodependencia, establecimiento de pisos de seguridad y protección social, en la educación popular y en el fortalecimiento de las comunidades para afrontar colectivamente sus problemas sociales.
– Trabajo Social no solo se ha preocupado por la investigación de los problemas sociales colombianos, también ha sido abanderada en procesos de atención, organización y desarrollo en comunidades, con mujeres, jóvenes, adultos y en áreas que sobrepasan los límites de la salud; no sobre recalcar los avances en términos de la rehabilitación social, en el área de los procesos comunitarios en contextos de vivienda, educación, familia, etcétera.
– Trabajo social es una disciplina-profesión que ha contribuido notoriamente en procesos de investigación de los diversos problemas sociales colombianos. En especial, frente a la actual coyuntura que vive el país, con respecto de lo que ha significado la participación del Trabajo social en la compresión del conflicto armado, la atención a las víctimas, la recuperación de la memoria histórica y colectiva, la construcción de escenarios de paz y el trabajo en todas las regiones del país desde la pedagogía de paz. De hecho, Trabajo Social ha sido una profesión altamente comprometida con la paz y los derechos humanos.
– Históricamente diferentes profesionales en esta área del saber, han incidido de manera contundente para establecer modelos de atención social, políticas públicas y un sin fin de iniciativas que impactan en la vida cotidiana de los colombianos. Podría mencionarse en los últimos tiempos a mujeres como Gilma Jiménez (exsenadora de la República Qepd), Martha Nubia Bello (Coordinadora del informe Basta Ya), Adriana Córdoba (exveedora Distrital de Bogotá), Gloria Cuartas (exalcaldesa de Apartadó) y colegas como Alejo Vargas (Asesor y acompañante en el proceso de paz con las Farc en el actual gobierno), quienes han trabajado arduamente por atender situaciones, pero además quienes han fomentado la inspiración por el Trabajo Social, como una Ciencia Social consolidada, con alta incidencia política ,y con un compromiso por la defensa de los derechos humanos.
– En fin, Trabajo Social, como punto de referencia en las Ciencias Sociales para transformar las condiciones que afectan el desarrollo y bienestar colectivo. Trabajo social, contiene en su interior una carga histórica y política que confronta y propone frente a los problemas sociales, su naturaleza, abordaje, políticas públicas y forma de concebir el bienestar social. Más aún, interroga el papel de quienes se ven sujetos a sus implicaciones y consecuencias.
Además, la normatividad internacional y las decisiones que ello derivan para el MEN, no pueden desconocerse las condiciones y dinámicas propias de los países y sus comunidades, teniendo en cuenta que una misma idea no puede ser aplicada de la misma forma sobre contextos distintos.
Por todo ello, Trabajo Social, de manera gremial, ha movilizado a sus estudiantes, docentes y egresados en todas las regiones de Colombia de forma pacífica y propositiva, manifestando su indignación y recordándole al país sus aportes históricos, su papel al servicio del bienestar social y, no menos importante, su aporte a las ciencias sociales. Ello reclama y promueve un escenario favorable para la consolidación de ejercicios de participación que incidan en la modificación de las determinaciones tomadas por la Conaces, que permita ejercer el Trabajo Social de manera digna y acorde con las problemáticas del país.
* Decreto 2230 de agosto 8 de 2003.
Leave a Reply