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Canadá y EEUU se asfixian con temperaturas cercanas a 50 grados por la crisis climática

Canadá y EEUU se asfixian con temperaturas cercanas a 50 grados por la crisis climática

El calentamiento del planeta está provocando que las olas de calor lleguen antes y sean cada vez más largas e intensas. Esto es algo que se está viendo en algunas zonas de EEUU y Canadá, donde los termómetros han rozado los 50º C este miércoles, unas temperaturas inusuales si se tiene en cuenta que en ese mismo lugar, en junio, lo habitual son los 25ºC.

 

“Hace más calor en algunas partes del oeste de Canadá que en Dubái”. Así resume la situación actual que vive parte del continente norteamericano David Phillips, climatólogo principal del Ministerio de Medio Ambiente del país canadiense. Las Naciones Unidas directamente han calificado la ola de calor como una “olla a presión” que deja temperaturas propias de Próximo Oriente en ciudades como Vancouver, Seattle o Portland, caracterizadas por un clima frío durante gran parte del año. 

No es una canícula más. El noroeste del continente está sufriendo una situación extrema y sin precedentes. Tanto que se han batido récords de temperaturas durante varios días consecutivos. El pasado domingo los termómetros de Lytton, en la Columbia Británica, llegaron a marcar los 46,6º C, una cifra que rompía con el registro histórico más alto, documentado en julio de 1937. Desde entonces el mercurio no ha parado de subir con unos datos sin precedentes. 

Así, el martes 29 se documentó un nuevo incremento que situaba el récord en los 47,9º C. Lejos de bajar, el calor ha persistido y este miércoles el país canadiense ha vuelto a batir la marca del día anterior al registrarse 49,6º C. Unas cifras preocupantes si se tiene en cuenta que, en el mes de junio, las temperaturas habituales en esta zona del continente norteamericano rondan los 25 º C. La Organización Mundial de Meteorología (OMM), dependiente de la ONU, prevé que durante los próximos días –al menos hasta el sábado– se sigan superando los 45 º C. 

Claire Nullis, portavoz de la OMM, recalcó este martes la importancia que tienen estos datos y sus vínculos con la situación de crisis climática que vive el planeta. “Normalmente, cuando se rompe un récord, es por un pequeño margen, pero hemos visto que la temperatura récord [los 45 ºC registrados en 1937] se superó por 1,6º C”, explicó a los medios. Además, la propia Agencia de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá ha informado que el mercurio ha marcado ya temperaturas históricas y nunca vistas, no solo en verano, sino durante todo el año, en algunas zonas como Yukon, al norte del país.

Esta ola de calor sin precedentes está teniendo graves consecuencias para una región del mundo que no está preparada para hacer frente a este tipo de situaciones. En las ciudades de la costa canadiense, según informaron las autoridades, al menos el 40% de las viviendas no disponen de aire acondicionado, lo que está empujando a que gran parte de la población salga a la calle en busca de sombra y fuentes o a acudir a bibliotecas públicas y centros comerciales donde las temperaturas se suavizan por el aire acondicionado. Algo similar ocurre en Estados Unidos, en los estados de Oregón y Washington, fuertemente golpeados por este fenómeno climático. Allí, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha instado a la población a “buscar aire condicionado si es posible” y a mantenerse hidratado. “Hagan pausas frecuentes en su actividad y, si está al aire libre, busque sombre”, informaban el martes desde la agencia gubernamental.

Este episodio, vinculado al cambio climático y su escalada de temperaturas, está alterando la vida de las personas y ya se ha cobrado, al menos, 5 muertos en EEUU y 233 en Canadá, según informaron las autoridades. Se espera, además, que durante la semana pueda incrementar el número de decesos debido a la falta de adaptación del territorio a este tipo de fenómenos ambientales. 

Scott Duncan, meteorólogo profesional, alertó también lo que significa que Canadá esté sufriendo esta escalada de temperaturas para el planeta.  Los cerca de 50ºC alcanzados este miércoles no sólo marcan un récord para Canadá y los estados del norte de EEUU, sino que se trata de una temperatura nunca registrada en toda la zona norte del planeta. “Hasta ahora, nunca habíamos visto este nivel de calor tan al norte en ningún lugar del planeta”, explicaba el experto.

El jefe de Política Climática de la OMM, Omar Baddour, ha vinculado directamente este episodio con el cambio climático, que deja ya temperaturas globales 1,2º C más altas que los que había a comienzos de verano en la etapa preindustrial. “Las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas a medida que las concentraciones de gases de efecto invernadero conducen a un aumento de temperaturas globales. Hemos notado que están comenzando cada vez más pronto y que están terminando más tarde, cobrándose cada vez un mayor precio en la salud humana”. 

España espera su séptimo verano consecutivo más cálido

La escalada de temperaturas no es exclusiva de Canadá y EE UU. También se han registrado, según explican desde la OMM, temperaturas “inusualmente altas” en Rusia occidental y en algunas regiones cercanas al Mar Caspio, donde se espera que esta semana se lleguen a los 40º C. También España, que durante las últimas semanas ha permanecido con cierta estabilidad, se enfrenta a un verano marcado por el calor intenso. Las predicciones de los expertos apuntan a que el país mantendrá la tendencia de los últimos años de batir récords y este será, según explica la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el séptimo periodo estival consecutivo con las temperaturas más altas detectadas.

“El escenario más probable es que la temperatura media de estos tres meses se sitúe en el tercil superior. Esto supone que en la península y Baleares la temperatura media trimestral estará, al menos, 0,5º C por encima de lo normal, aunque en algunas zonas el valor será superior”, indican desde la agencia adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica, que indica que, en lo que va de año, el termómetro de España ya se ha situado 1,2º C por encima de la media, haciendo que de manera temporal 2021 sea el sexto año más caluroso de la historia.

madrid

30/06/2021 22:08

Alejandro Tena@AlxTena


 “¿Pero es cambio climático o no?” Riesgos de preguntas y respuestas desacompasadas

Isabel Moreno

Física y meteoróloga. @isabelisamoren

01/07/2021

La ola de calor en el noroeste de América está acaparando titulares por doquier. Durante tres días seguidos, en Canadá se han ido batiendo numerosos récords de temperatura, estando a la cabeza de este ranking la localidad de Lytton con las temperaturas más altas jamás registradas en todo el país. Primero fueron unos 46.6ºC el domingo 27 de junio, seguido de 47.9ºC el lunes y unos indescriptibles 49.6ºC el martes. Una situación que ha servido de base para una oleada de incendios forestales y, la peor consecuencia, la pérdida de más de un centenar de personas.

Este evento es mucho más llamativo y preocupante si volvemos a subrayar que esas temperaturas se han registrado en el mes de junio y en Canadá. Para ponernos en contexto, estamos hablando de temperaturas más de 20ºC por encima de la media de esta época en algunas regiones. Son valores más propios de Oriente Medio y que superan incluso a la máxima más alta registrada de forma oficial en las Vegas (47.2ºC) o en toda España (46.9ºC en Córdoba el 13 de julio de 2017).

Sabemos cuáles han sido el conjunto de condiciones meteorológicas y orográficas que han formado parte de este desenlace. Incluso, sabemos que cada cierto tiempo pueden ocurrir fenómenos similares (aunque, atención, que son cientos, miles de años…). Sin embargo, la forma de abordar estos eventos y su relación con el cambio climático puede llevar a un resultado contraproducente y, en mi opinión, ocurre básicamente por dos motivos.

En primer lugar, a la hora de relacionar un evento meteorológico con el cambio climático, existen grandes diferencias entre el tiempo en el que la sociedad reclama esa información y el tiempo que necesita la ciencia para contestar (para dar respuesta a esa pregunta se hacen lo que conocemos como estudios de atribución, una serie de análisis que nos ayudan a determinar si el cambio climático ha favorecido que ocurra un evento concreto o si hubiera ocurrido fácilmente sin él).

Desde luego, es científicamente impecable afirmar que no podemos asegurar de forma inmediata que un evento extremo concreto se deba al cambio climático y/o que ocurren con determinada frecuencia (aunque sea una vez en siglos). Pero, aunque este mensaje no contradiga el cambio climático, puede llevar a una malinterpretación para quienes no estén familiarizados con estos mensajes: “esto ha ocurrido siempre, el cambio climático no está afectándonos ahora mismo”.

Es más, cuando los estudios de atribución se publiquen tal vez sea tarde para rectificar esa idea inicial. Por ejemplo, durante la primera mitad de 2020, Siberia tuvo un episodio de calor cuyo culmen fueron unos asombrosos 38ºC en Verkhoyansk el 20 de junio. Fue en mayo de 2021 cuando un artículo confirmaba lo esperado: efectivamente no podían explicarse esas temperaturas sin la influencia del cambio climático antropogénico.

Sin embargo, tanto en aquel episodio como en este y en el mismo momento en el que los focos estaban puestos en dichos eventos, empezaron a escucharse voces desde el sector científico o a mostrarse estudios preliminares que apuntaban a que esas temperaturas desorbitadas no se entenderían sin el cambio climático.

Volvemos a lo comentado antes: Sabemos que los eventos extremos pueden ocurrir cada cierto tiempo, sí. Sabemos que en verano hace calor, desde luego. Pero también sabemos que el calor actual no es el de hace unas décadas, que cada vez observamos olas de calor más intensas y duraderas, que fenómenos extremos están produciéndose más habitualmente y que, desde luego, no es nada normal registrar casi 50ºC en un lugar con una latitud similar a Londres.

Por otro lado, parece que en el imaginario colectivo el cambio climático se asemeja a una especie de criminal que en un momento determinado aparecerá con un cuchillo y no se apartará de nosotros mientras nos asesta puñaladas sin parar. Lo cierto es que eso no ocurrirá… nunca notaremos un primer golpe en forma de huracán, ola de calor o temporal marítimo a partir del cual todo lo que venga sea catástrofe y destrucción. No ocurrirá porque la evolución del cambio climático es lenta a nuestros ojos y, además, progresiva. Es más, no hace falta irnos al futuro para notar sus consecuencias. Estamos viendo sus huellas desde hace décadas y urge actuar para no llevar al clima a un estado que nos dificulte aún más nuestras vidas y actividades en el planeta.

En mi opinión, en la situación climática actual no podemos permitirnos dejar puertas abiertas a generar algunas dudas, sobre todo cuando son aspectos en los que seguramente no las haya. Para evitarlo, es necesario mejorar la educación ambiental y cultura científica de la sociedad. Sí, necesitamos entender que algunas preguntas no pueden responderse de forma inmediata, así como el impacto que tiene el clima en nuestras actividades y nuestra salud, pero también es necesario reducir el tiempo para obtener estudios de atribución. Necesitamos poder mostrar la huella (o no) del cambio climático cuando aún esté el evento en mente. Necesitamos ser cautos y rigurosos científicamente, evidentemente, pero sobre todo con el mensaje: comunicar sin abrir puertas a dudas sobre la realidad en la que estamos sumergidos. El cambio climático lleva tiempo aquí, es cuestión del presente y podrá apretar mucho más en un futuro si no tomamos las medidas adecuadas.

Información adicional

Autor/a: Alejandro Tena@AlxTena
País:
Región: Norteamérica
Fuente: Público

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