Basta ya de acusaciones y señalamientos
Las acusaciones a los pueblos indígenas son históricas, datan desde la llegada de los invasores españoles a nuestros territorios:
1. Tras la invasión de nuestro territorio, nos acusaron de “salvajes” e “idólatras”.
2. En la colonia nos acusaron de “desalmados” y “diabólicos”.
3. Con la independencia, nos trataron de “herejes” e “insipientes”.
4. A partir del año 1900 no llamaron “seres inferiores” y “extraños”.
5. Cuando reiniciamos la lucha por nuestros derechos históricos, nos acusaron de indios “cochinos”, “mal olientes” y “patisucios”.
6. De 1969 al año 2000 nos tratan de “invasores”, “subversivos”, “guerrilleros” y “narcotraficantes”.
7. Desde el 11 de septiembre de 2001, por reclamar o defender nuestros derechos, nos acusan de “terroristas”.
8. Desde el 2 de septiembre de 2005, momento en que reiniciamos el proceso de libertad para la Madre Tierra, nos acusan de “narcotraficantes”, “infiltrados” y “manipulados por fuerzas oscuras”.
Siempre nos han tildado, negado, señalado. De esta manera, en cada momento histórico, han buscado ocultar, desinformar, dividir, confundir, manipular, negar derechos. Su estrategia es una sola: desconocer, evadir y dilatar los derechos históricos de importantes sectores de la sociedad colombiana, en particular los compromisos firmados con las organizaciones sociales, tanto en el Cauca como a nivel nacional.
Lo peor, nuestras propias autoridades representadas en los Cabildos, Asociaciones y la Consejería del CRIC, ahora nos acusan de “infiltrados”, y “manipulados por fuerzas oscuras”, y de “hacer protagonismo”, con lo cual favorecen al enemigo común, y ponen en grave riesgo la vida de las comunidades en resistencia por la libertad de la Madre Tierra.
Con estas acusaciones, avalan a la Fuerza Pública y a los paramilitares para que ejecuten otra masacre en la zona norte del Cauca, específicamente en el resguardo Huellas – Caloto, en las comunidades establecidas en la parte baja del resguardo, como la ocurrida el 16 de diciembre de 1991 en la hacienda El Nilo. Justifican, con sus declaraciones, de igual forma, la represión y las detenciones individuales y masivas, las judicializaciones, allanamientos y desaparición de compañeros y compañeras.
Ante estas acusaciones, aclaramos:
No es cierto que el proceso de libertad para la Madre Tierra en la hacienda La Emperatriz, esté infiltrado y manipulado por fuerzas oscuras, tal como se ha informado a la opinión pública nacional. Al contrario, es un ejercicio legítimo de las comunidades de base que llevan quince (15) años esperando que el Gobierno Nacional cumpla sus compromisos firmados; y es una exigencia justa por los reiterados incumplimientos de entregar tierras planas en el marco de la reparación integral al pueblo Nasa, según acuerdos pactados luego de la masacre de El Nilo, pero además hace parte de la búsqueda y realización de una verdadera reforma agraria integral para los pueblos.
También rechazamos las acusaciones provenientes del Gobierno Nacional, a través del Ministro del Interior, Carlos Holguín Sardí, y a nivel departamental por conducto del Secretario de Gobierno, Carlos Horacio Gómez, por la Fuerza Pública: el General Gómez Heredia y el Coronel Luis Alberto Celis (Policía Cauca). Rechazamos, de igual manera, las acusaciones de las autoridades tradicionales en comunicado público del pasado 3 de noviembre.
Precisamos:
Que el Gobierno Nacional no tiene voluntad política para cumplir con todos los compromisos y convenios acordados con los pueblos indígenas, organizaciones sociales y populares del país, respondiendo con agresión y represión militar, esencia de la política de seguridad democrática: pulso duro con los pobres y mano tendida con los que han utilizado el terror, la barbarie de las masacres y el desplazamiento forzado, institucionalizando el crimen y el delito.
Que sin autoridad moral ni ética –de acuerdo a los medios masivos de comunicación está rodeado de narcotraficantes y paramilitares–, el Presidente Álvaro Uribe nos acusa de terroristas
Que la Fuerza Pública continúa violando, de manera sistemática, los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario
Llamaos la atención:
A las autoridades tradicionales, por su incapacidad para conducir y orientar los procesos legítimos de nuestras comunidades, propuestas ratificadas en los diferentes Congresos y Asambleas, resumidos en la Plataforma de Lucha del 24 de febrero de 1971.
Con este comportamiento le fallan a sus comunidades. Como representantes deben asumir su responsabilidad como un Mandato legítimo, sin dedicarse a ser mandaderos del Gobierno Nacional, aplicando las leyes injustas y lesivas para nuestros pueblos.
Las autoridades y dirigentes se ganan el respeto por su trabajo, desempeño, compromiso con las comunidades, sencillez, fraternidad y solidaridad. El simple hecho de ocupar un cargo no les otorga ninguna cualidad..
Proponemos
1. Poner fin a las acusaciones y señalamientos contra las comunidades en resistencia por la libertad de la Madre Tierra. Estas No fortalecen el proceso de unidad y resistencia, al contrario, lo debilitan.
2. Fin a las alianzas de algunos Consejeros del CRIC y ACIN con el gobernador del Cauca, Juan José Chaux Mosquera, al igual que con movimientos, partidos y dirigentes defensores de la política de Seguridad Democrática y de las políticas neoliberales.
3. Marcar la diferencia, como pueblos excluidos, con nuevos métodos, estilos y verdadera unidad con sectores populares urbanos y rurales que luchan a diario por la construcción de un nuevo país.
4. Establecer el principio fundamental de representar sin suplantar a la comunidad.
5. Dirigir y orientar obedeciendo los mandatos de los Congresos, Asambleas y la Plataforma de lucha de 1971.
6. Establecer la crítica y la autocrítica fraternal y constructiva como principio de rectificación, y formación personal y colectiva.
7. Expresamos y ratificamos nuestro apoyo solidario al coordinador zonal de la Guardia Indígena, Lucho, y a la compañera Fabiola, por su acompañamiento incondicional como comuneros consecuentes con el proceso de liberta para la Madre Tierra. De igual manera va nuestra voz de aliento y apoyo para con algunos Coordinadores de Programas Locales, por su compromiso; así como nuestra solidaridad con los detenidos por la fuerza pública y sus familias.
Seguiremos caminando la palabra de nuestro Himno Paéz:
Vivimos porque peleamos
Contra el poder invasor
Y seguiremos luchando
Mientras no se apague el sol
Informamos que nos hemos declarado en Asamblea permanente, en resistencia por la libertad de la Madre Tierra, con base en las decisiones de las Asambleas y Congresos.
Convocamos
A todas las comunidades indígenas, campesinas, afrodescendientes, estudiantes, sectores populares y demás organizaciones sociales, a unir esfuerzos, sueños y propósitos en la construcción de un país justo, con soberanía, tierras, libertad, verdadera democracia y autonomía de nuestros pueblos.
Compartimos con ustedes la siguiente poesía:
“Primero se llevaron a los comunistas
pero como yo no soy comunista
a mi no me importó,
luego se llevaron a los sindicalistas
pero como no soy sindicalista
no me importó,
después se llevaron a unos obreros,
pero como no soy obrero
tampoco me importó.
Enseguida se llevaron a unos curas,
pero como no soy religioso
tampoco me importó,
después vinieron por los estudiantes,
pero como no soy maestro
no me importó.
Ahora llegan por mi, pero ya es demasiado tarde”
COMUNIDADES INDÍGENAS EN ASAMBLEA PERMANENTE, EN RESISTENCIA POR LA LIBERTAD DE LA MADRE TIERRA.
Comisión de Reforma Agraria.
Bodega Alta – Caloto, Diciembre 7 de 2006
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