A las 9 a.m. los indígenas accedieron a la petición de
1. No se despeja toda la vía, sólo un carril. La vía se despeja en su totalidad cuando se llegue a un acuerdo sobre las demandas presentadas.
2. La policía se retira de las inmediaciones de la concentración indígena, a un radio de un kilómetro de distancia.
Con estos antecedentes se avanzó en la negociación, en la cual se precisó que para las 1 p.m. llegaría la delegación oficial del alto Gobierno. A esta hora y en tanto no arribaba la citada comisión, la comunidad volvió a bloquear toda la autopista. Una solicitud del Gobierno pidiendo plazo hasta las 3 para llegar al sitio y la aceptación de la misma por el Consejo Mayor del Cric para dar vía de nuevo por un solo carril, logró que la comunidad despejara la autopista.
Sin embargo, la dilación de plazos tenía un solo propósito. Antes de las 3 p.m., cuando se esperaba que arribara la delegación comprometida, una ofensiva de más de 800 unidades de la policía y del ejército, con disparos de cientos de gases lacrimógenos, y disparos de armas de fuego, rompió las defensas indígenas, tomando sus barricadas instaladas sobre los altos de la autopista.
Como en otras ocasiones, la confianza fue rota por los representantes del poder. Con toda su brutalidad, la policía copó el campamento preparado en el sitio
A las 5,15 comienza a sobrevolar un helicóptero, el cual ayuda a perseguir desde el aire los manifestantes y rodearlos. A las 6 p.m. con tiros de todo tipo, tanquetas, carros, motos, uniformados a pie, fuerzas de aire, ponen en peligro la vida de miles de Nasas.
Los indígenas solicitan, mientras tanto, solidaridad al pueblo colombiano y deja en manos gubernamentales la vida de sus miles de delegados.
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