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La Minga en Chicoral: pasos que pisan fuerte

La Minga en Chicoral:  pasos que pisan fuerte

Un nuevo pacto, simbólico, en el marco de la Minga popular y comunera de los pueblos indígenas, se firmó este viernes 14 de noviembre en el corregimiento de Chicoral, municipio de El Espinal, Tolima. Pacto para no olvidar y para congregar fuerzas.

Con el recuerdo y las marcas de los efectos de la contrarreforma agraria oligarca, sellada en este corregimiento en 1972, los indígenas de multitud de resguardos, sentaron su mandato de reforma agraria popular. “Tierra para el que la trabaja”. “Tierra para el que necesite donde levantar su techo”.

Este nuevo pacto está dirigido a darle un giro a las políticas regresionistas que han determinado la historia pasada y presente en Colombia, las mismas que han impedido la aprobación y la aplicación de una auténtica reforma agraria que permita una salida viable al conflicto de tierras que sobrelleva el país. Contrarreforma que ha favorecido y propiciado la expropiación de territorios a campesinos, a la par de  la destrucción de  las culturas indígenas.

Luego de este acto público, efectuado en la Plaza del Labriego (en homenaje al Augusto Cervera, campesino de este corregimiento), los ya incontables camiones y chivas procedentes de las distintas regiones del país, que hacen presencia en la Minga en representación de los resguardos indígenas, partieron en caravana hacia el municipio de Fusagasugá, departamento de Cundinamarca. Bajo un calor sofocante, un sol picante puesto allí para espantar las nubes que quisieron en algún momento opacar el día, chivas y camiones abrieron la fiesta en todos los municipios por donde pasaron: Girardot, Melgar y caseríos aledaños, mientras los habitantes de uno y otro saludaban con gestos de aprobación.

Después de un culebreo ascendente en el Boqueron, que trepa de repente por unas montañas imponentes, se arribó, tras el paso de algunas horas, al municipio anfitrión de la nueva jornada de resistencia. Pronto, en la entrada de Fusagasugá, los más de 5.000 mingueros, descendieron de los vehículos coloridos, y sin pérdida de tiempo, emprendieron una marcha por las principales vías del municipio.

Estudiantes, trabajadores y habitantes del común, presenciaron y recibieron cálidamente a los caminantes. El asombro no se hizo esperar: los transeúntes desprevenidos atisbaron la cantidad de personas que marchaban, casi interrogando la razón de ser de este acontecimiento. Se avanzaba, mientras los parlantes y las consignas daban a conocer las exigencias de los pueblos indígenas, las cuales versan en torno a la tierra y la necesidad de unión entre los hermanos colombianos.

La Minga hizo presencia por el centro del municipio y luego se dirigió a la Universidad de Cundinamarca, donde pernoctó. La Universidad entera se vio pronto sobrecogida en cada uno de sus rincones por la comitiva. Allí, por fin, descansaron. Aparcaron en la centro de estudios, instalando los respectivos campamentos y enseres. Y siguió un momento de diversión. Música que sonó para darle un descanso al cuerpo y reconfortar el alma.

El sábado 15 la Minga retomará los estribos de unidad, tierra, cultura y autonomía que la caracterizan, a través de asambleas, en las que se tratarán distintos temas atinentes a los pueblos indígenas, pero en general concernientes al conjunto de habitantes de Colombia. Se abordarán, por tanto, temáticas como derechos humanos, territorio, leyes (estatuto de desarrollo rural, código minero, ley de bosques y páramos, entre otras), agenda de pueblos y coordinación nacional.

Por: Julián Carreño

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