Inmenso “trancón” el que hubo en “La Línea” del 14 al 15 de octubre. Después de asistir a la 2da Gran Marcha Carnaval “Sí a la VIDA, NO a la MEGAMINERÍA” que se realizó en Ibagué con éxito, un grupo de quindianos, iniciamos el regreso a las 3:00 de la tarde del viernes 14 y llegamos a Armenia el sábado 15 a las seis de la mañana. Un recorrido de 2 horas se transformó en uno de ¡15 horas!… sin duda esta vía ha llegado a un estado de colapso. La situación se prolongó durante todo el “puente”. Miles de personas pasaron allí estos días, en la vía, encerrados en sus carros, rumiando su rabia y su desesperación.
Pero lo que llama la atención es que NO HABÍA OBSTÁCULOS INSALVABLES EN LA VÍA, nada que justificara realmente semejante incomodidad y peligro para los miles de personas que quedaron allí atrapadas. Sí, peligro, porque había ancianos, niños y seguramente personas enfermas que en caso de alguna complicación hubieran corrido gran riesgo por falta de recursos o por la dificultad para brindarles adecuada y oportuna atención. El trancón se debió a la falta de un adecuado manejo por parte de autoridades, entidades y ciudadanía. Y es necesario señalar esas responsabilidades.
El trancón empezó el viernes, en la mañana, por el accidente de una tractomula que cargaba bebidas embotelladas de una conocida multinacional. Quedó tendida en la vía, obstaculizando el paso, a unos dos kilómetros del portal “Bermellón” del túnel piloto. Por eso, cuando nos dirigíamos a nuestra actividad contra la megaminería en Ibague, nos demoramos cuatro horas y media en recorrer el trayercto Armenia-Ibagué.
Luego, en la tarde, llovió copiosamente cerca de La Línea, del lado del Quindío, precisamente en donde la empresa Unión Temporal Túnel II Centenario realiza sus trabajos. Y como viene sucediendo, desde hace años ya, los taludes se derrumbaron por enésima vez y “ensuciaron” la vía con algo de barro. Allí estaba el gran trancón porque las tractomulas resbalaban. Y esto sucede cada rato. Y no debería ser así porque la Nación está pagando un Plan de Manejo Ambiental que nos cuesta ochenta mil millones de pesos ($ 80.000.000.000). Entre lo que esa empresa debe hacer allí está el mantener limpia la vía de cualquier tipo de material que se desprenda de esos trabajos. Pero NO LO ESTÁN HACIENDO. No había un solo funcionario de esa empresa atendiendo una situación que, sin duda, es de su responsabilidad.
La situación se agravó por falta de autoridades que dirigieran el tráfico. Solo a las 2:05 de la mañana subieron dos policías de carreteras a atender una situación que se había iniciado el día anterior; lo que contrastaba con cuatro policías que vigilaban mientras se recogían las bebidas de la multinacional. La tractomula ya había sido retirada. Y todo empeoró con la imprudencia y la indisciplina de la ciudadanía. Vimos un sitio donde había tres líneas de carros en bajada y dos líneas en subida lo que dificultaba mucho las maniobras de las tractomulas para poder pasar. Ante la ausencia de autoridades muchos inconcientes trataban de pasar de cualquier manera, por encima de los demás.
Ya lo hemos visto en otras ocasiones, muchas veces los trancones se generan por el incorrecto manejo de las situaciones que las generan. Si la Unión Temporal II Centenario estuviera ejecutando el Plan de Manejo Ambiental de esas obras, si nuestros gobernantes y autoridades se ocuparan de que ese Plan se cumpla, si las autoridades de policía y grupos de socorro se movilizaran como es debido cuando se presenta una situación de estas, y si la ciudadanía fuera más disciplinada y consciente… les aseguro, les aseguro, que los trancones se acabarían o se reducirían notablemente.
El mismo día sábado por la mañana estaba el Comandante de la Policía del Quindío pidiendo paciencia y tranquilidad a los usuarios de la vía e informando que sus “efectivos” estaban atendiendo la situación. Las mentiras de siempre.
Lo que necesitamos no es gente resignada sino personas INDIGNADAS por la incompetencia de todos esos funcionarios a quienes pagamos su sueldo para que se ocupen de estas cosas. Buenos ciudadanos que sean solidarios en estos casos. Gente crítica que no aguante y exija.
Por Néstor Ocampo Giraldo
Fundación Ecológica Cosmos
Calarcá. Octubre 18 de 2011
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