Lunes 17 de noviembre. La Minga, digna y altiva continúa en su desarrollo. El día transcurrió sin pormenor alguno. En horas de la mañana se llevó a cabo una marcha por la ciudad, la cual terminó en una audiencia pública en el parque central del municipio de Fusagasugá.
Allí se hizo más visible la pluralidad de la Minga en marcha: no sólo indígenas intervenieron, también lo hicieron trabajadores de la caña en conflicto (recordar que aún el ingenio María Luisa no acepta un acuerdo con los trabajadores), campesinos provenientes desde el Macizo Colombiano y desde otras esquinas del país, trabajadores de la salud, estudiantes, jubilados, integrantes del movimiento Víctimas de Estado, estudiantes de la Universidad de Cundinamarca y de otros centros de estudio. En todas las intervenciones sobresalió el propósito de unidad y la necesidad de construir otra sociedad, justa y soberana.
Agenda en proceso
La ansiedad crece a medida que los días pasan. No es para menos: se trata de una movilización que comienza a tocar las fibras sensibles del poder y que cada día suma más voluntades. Además de esta sesión pública, hay que anotar que en horas de la mañana llegó una comitiva de los pueblos indígenas pijaos, que asciende a las 3.000 personas. La Minga crece, la esperanza comienza a colmar hasta los lugares más recónditos de la Universidad de Cundinamarca, en donde se alojó y está funcionando desde el viernes pasado la Minga social y comunera de los pueblos indígenas.
La jornada fue completa. En horas de la tarde, los miles de concurrentes han abordado debates que los acercan a una política de gobierno y de poder. Con entusiasmo se abordan las discusiones en las comisiones instaladas:
En derechos humanos se aborda la confección de un documento capaz de hacer un análisis de contexto sobre los perjuicios que en esta materia ha cometido el actual gobierno, delineando al mismo tiempo propuestas concretas que permitan el cumplimiento de los acuerdos pactados por el gobierno con las comunidades indígenas.
Otro tanto hicieron las demás comisiones: la de tierra y leyes, las cuales crearán otros documentos como insumos de exigibilidad frente al gobierno nacional. Todos estos análisis serán presentados a la opinión pública colombiana, para develar los altibajos y crímenes de la política de seguridad democrática, política bandera del gobierno Uribe, que ha disparado la violación de los derechos humanos en contra de indígenas y campesinos.
“El pueblo colombiano se va a unir”
Con todo, las personas que acompañan y participan de la Minga lucen expectantes y con buen ánimo para continuar el corto trecho que los separa de su destino final: Bogotá. Así lo deja sentir Yaneth Nenetumbo, una joven indígena perteneciente al cabildo Pueblo Nuevo de Caldono, “yo veo que los cabildos estamos en unidad, ahí se va compartiendo con todos, con las comunidades de otros cabildos, no solamente del Cauca, sino de otros departamentos y es muy bueno porque todos luchamos unidos y acá somos uno”.
Otro tanto piensa David Hernando Pechené del resguardo de Ambaló, del municipio de Silvia, quien expresó: “la gente se está animando. Yo viajé a Bogotá a hacer unas gestiones en Paloquemao y allí hay muy buenas expectativa. La gente nos dice que hay que ir hacia delante. Y de acuerdo al ánimo y expectativa de las comunidades hoy está llegando más y más gente. Sabemos que el pueblo colombiano se va a unir”
El martes en Soacha
La minga continuará forjando los pasos lentos que van construyendo un país distinto y proseguirá mañana caminando en la palabra, compartiendo puntos de vista que se unificarán en una agenda conjunta que busca una incidencia en la opinión pública colombiana y una alternativa política viable para avanzar en la solución del conflicto social e histórico del país. La Minga partirá el próximo martes desde Fusagasugá hacia el municipio de Soacha, al cual se espera llegar en horas de la tarde.
Por: Julián Carreño
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