A propósito del Día Internacional de la Mujer que se conmemora este ocho de marzo, la Organización Mundial del Trabajo (OIT) presentó el informe sobre salarios 2014/2015. La conclusión es que por igual trabajo las mujeres, respecto a los hombres, continúan recibiendo menor remuneración, es decir, en este campo, como en otros que siempre han afectado al sector más marginado de nuestra sociedad, persiste la desigualdad.
A pesar de la proliferación de colectivos y organizaciones no gubernamentales que luchan por la igualdad de género, es evidente que existen razones “no explicadas” que impiden que la mujer gane el salario que merece.
La OIT fijó dos componentes que marcan la desigualdad entre hombres y mujeres: el explicativo y el no explicado. El primero se refiere a los estudios, la cantidad de horas presenciales, la posibilidad de asensos, la edad, etcétera. El segundo tiene en cuenta la discriminación y otros factores que intervienen en la relación mujer-trabajo.
El estudio tuvo en cuenta seis variables: infravaloración del trabajo de la mujer; características del puesto de trabajo; segregación basada en el sexo; la estructura salarial general de un país; la percepción de la mujer como económicamente dependiente, y la probabilidad de que las mujeres no estén en sectores organizados, o que no tengan representación en sindicatos.
En países como Bélgica, la disparidad no explicada entre mujeres y hombres es de 400 euros, en Estonia está alrededor de 50 euros en el primer nivel laboral. En países como Chile y la Federación Rusa, la discriminación y factores no explicados son parte importante en la desigualdad. “La forma de descomposición varía entre los países y entre los grupos”, dice el estudio.
El informe hace una anotación importante: en Suecia la disparidad es reducida, pero si no existiera discriminación y factores no explicados, las mujeres ganarían más que los hombres.
En el caso de que a los hombres y mujeres los remuneraran por igual, la OIT señala que “la disparidad salarial media casi desaparece (por ejemplo, Australia, Islandia, Italia) o incluso retrocede (por ejemplo, Eslovenia, Lituania, Suecia), en alrededor de la mitad de los países”.
El mismo patrón fue aplicado en países emergentes. En Brasil y Rusia retrocede la disparidad. En otros decae notablemente, menos en Argentina y Perú, “donde gran parte de la disparidad salarial entre los sexos también se debe a diferencias de instrucción y a otras características observables en la relación con el mercado laboral”.
Maternidad, otra causa de desigualdad
Los resultados del informe también arrojaron la desigualdad por maternidad. De acuerdo a los países retomados para el estudio, en algunos de ellos como México, Perú, Brasil y Uruguay, se presenta el mayor porcentaje de desigualdad por maternidad.
Las razones por las que ser madre puede ser un aspecto relevante en la falta de igualdad laboral, según la OIT, pueden ser desde económicas hasta sociológicas. Por ejemplo, la reducción de horas de trabajo, la posible pérdida de interés por capacitarse y ascender a cargos con mayores responsabilidades, la preocupación de los empleadores por la falta de energía de la trabajadora por la carga familiar, la falta de guarderías, entre otras.
En este aspecto, la OIT recomienda medidas que concilien el ámbito laboral con el familiar. Licencias parentales de suficiente duración con protección del empleo, trabajo flexible, guarderías asequibles, normas sobre impuestos y prestaciones, entre otras, son las medidas que plantea el estudio.
En cuanto la desigualdad salarial en general, la solución que plantean es la creación de políticas que tengan influencia directa en la nómina. Pero es evidente que los estereotipos y la discriminación basada en sexos siguen siendo muy influyentes en la remuneración que reciben las mujeres.
Aunque las organizaciones pro igualdad continuarán planteando debates, indicando cuáles son las políticas discriminatorias y exigiendo los mismos derechos, es probable que los siguientes ochos de marzos se repita la premisa que se puede inferir del informe: persiste y se prolonga la desigualdad.
Recuadro
¿En Colombia?
A pesar de que el informe menciona a Colombia como objeto de estudio dentro de los países analizados, en el conjunto del mismo no existe ninguna precisión concreta sobre la situación de desigualdad salarial que reina en el país entre hombres y mujeres.
Para acercarnos un poco al tema motivo del informe de la OIT, acudimos a páginas como “Finanzas personales” donde se encuentra la comparación salarial entre mujeres y hombres egresados de distintas universidades.
Tomamos uno de los datos allí referidos, referido a los egresados de la Universidad Nacional entre 2001 y 2011, que nos dice:
Profesión | Mujeres | Hombres |
Administración de empresas | 2.090.254 | 2.267.433 |
Contaduría pública | 2.097.204 | 2.402.098 |
Psicología | 1.646.696 | 1.808.985 |
Medicina | 2.515.793 | 2.588.338 |
Sociología | 1.934.672 | 1.966.928 |
Ingeniería química | 2.675.634 | 2.902.681 |
Ingeniería eléctrica | 3.151.955 | 3.213.029 |
Ingeniería civil | 2.323.903 | 2.574.930 |
Derecho | 2.459.964 | 2.475.908. |
Biología | 1.876.255 | 1.794.205 |
Artes plásticas | 1.262471 | 1.296.285 |
Arquitectura | 1.976.148 | 1.815.898 |
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