Al menos 12 personas han muerto y centenares han resultado heridas esta mañana por la policía de Yemen que ha disparado, por segundo día consecutivo, contra los manifestantes que trataban de irrumpir en el principal edificio gubernamental de la ciudad de Taiz, según informa Reuters. France Presse eleva la cifra de muertos a quince, que se suman a las dos personas que fallecieron ayer en esta ciudad, considerada la capital cultural de Yemen y situada 250 kilómetros al sur de Saná.
Testigos citados por Reuters cuentan que los disparos continúan. France Presse dice además que soldados disidentes están interponiéndose entre la policía y los manifestantes. Según fuentes hospitalarias, la mayoría de las personas han resultado heridas por inhalación de gas, mientras que 30 han sido heridas por balas, de las que 16 se encuentran en estado crítico.
Esta madrugada, en la ciudad de Al Hudaida, oeste de Yemen, al menos 409 manifestantes han resultado heridos durante un enfrentamiento con la policía mientras intentaban llegar al palacio presidencial, según han informado fuentes médicas.
Algunos testigos han afirmado que las fuerzas de seguridad han usado munición real y gases lacrimógenos para dispersar la marcha, convocada para protestar por la represión de las manifestaciones de ayer contra el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, que dejó dos nuevos muertos y decenas de heridos en Taiz. Ni ese incidente ni la desobediencia civil que desde el sábado tiene paralizada la ciudad portuaria de Adén hicieron mella en Saleh. El presidente pidió a la oposición que cese sus protestas para negociar “un traspaso pacífico del poder”.
“Pedimos a la coalición opositora que ponga fin a la crisis terminando con las sentadas, el bloqueo de carreteras y los asesinatos, además del estado de rebelión en algunas unidades militares”, declaró Saleh a un grupo de simpatizantes de Taiz.
Mientras estos le jaleaban al grito de “No más concesiones a partir de hoy”, centenares de mujeres tomaban la calle principal de Taiz para pedirle que se vaya. La intervención policial -disparos al aire incluidos- atrajo a numerosos hombres a la manifestación. Los dos muertos estaban entre los diez heridos de bala.
“Nos han rodeado con vehículos acorazados y tanquetas. Durante tres horas han disparado y lanzado gases lacrimógenos para disolver la protesta”, relató la activista Bushra al Maqtari a Reuters.
La población de Taiz, considerada la capital cultural de Yemen, fue de las primeras en movilizarse contra el régimen de Saleh siguiendo el ejemplo de Túnez y Egipto. Desde mediados de febrero, un grupo de jóvenes organizó una acampada en la plaza de la Libertad, antes incluso de que la protesta de Saná alcanzara una masa crítica.
Desobediencia civil
A la vista de que las manifestaciones no logran el efecto deseado, los grupos de oposición en Adén han lanzado una campaña de desobediencia civil. Por segundo día consecutivo, la capital del sur del país permaneció casi desierta y con la mayoría de los comercios cerrados. Muchos sureños se quejan de que su región ha quedado marginada desde la unificación del país en 1990 y algunos no esconden sus simpatías con el movimiento separatista que quiere recuperar la independencia para la antigua República Democrática de Yemen.
Hace dos semanas, tras la matanza de 52 personas en Saná, pareció que Saleh estaba dispuesto a irse e incluso se empezó a negociar las condiciones. Sin embargo, desde entonces, el presidente se ha dedicado a movilizar a sus simpatizantes, dejando claro que no tiene previsto dimitir.
Por Á. ESPINOSA/AGENCIAS | Dubái/Saná 04/04/2011
Negociaciones con EE UU
Estados Unidos habría iniciado hace una semana un negociación con las autoridades yemeníes para propiciar la dimisión del presidente, Alí Abdulá Salé, en lo que supondría un cambio radical de la postura de Washington respecto a las revueltas populares en el país árabe, según informan funcionarios estadounidenses y yemeníes a The New York Times.
Ambas partes estarían de acuerdo en que lo más adecuado es que el mandatario, que lleva 32 años gobernando, ceda el poder a un gobierno provisional encabezado por el vicepresidente, Abd al Rab Mansur al Hadi, que se encargaría de convocar elecciones. Según ha indicado un funcionario yemení, este extremo “no está en discusión”, solo el mecanismo y los plazos con los que se llevaría a cabo.
En el caso de que Salé aceptara, no está claro si Estados Unidos le garantizaría una estancia segura en un país del entorno junto a su familia, aunque esta es una de las soluciones que apuntan desde la capital yemení, Saná.
Al parecer las conversaciones comenzaron hace una semana, después de que el pasado 18 de marzo hombres armados vinculados al Gobierno mataran a más de 50 personas en una manifestación pacífica, episodio que provocó una oleada de deserciones entre las filas oficialistas. De confirmarse, estos contactos evidenciarían un giro radical de la postura de la Casa Blanca ante las revueltas en Yemen, ya que hasta ahora se ha limitado a condenar la violencia, sin sugerir en ningún momento la necesidad de un cambio de régimen, algo que, por otra parte, ha suscitado el enfado de la población, que esperaba un respaldo similar al otorgado a tunecinos, egipcios y libios.
EUROPA PRESS
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