Ginebra (Noticias de la OIT) – Se espera que la crisis económica mundial produzca un aumento espectacular del número de personas que engrosen las filas de desempleados, trabajadores pobres y trabajadores con empleos vulnerables, afirma la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) en su informe de Tendencias Mundiales del Empleo.
Sobre la base de los nuevos avances en el mercado de trabajo y en función de la puntualidad y la eficacia de los esfuerzos de recuperación, el informe señala que el desempleo en el mundo podría aumentar en 2009 con respecto a 2007 en una cifra entre 18 y 30 millones de trabajadores, y hasta más de 5o millones si la situación sigue deteriorándose.
El informe de la OIT sostiene asimismo que, de producirse este último escenario, cerca de 200 millones de trabajadores, en especial en las economías en desarrollo, podrían pasar a integrar las filas de la pobreza extrema.
“El mensaje de la OIT es realista, no alarmista. Nos enfrentamos a una crisis del empleo de alcance mundial. Muchos gobiernos son conscientes de la situación y están tomando medidas, pero es necesario emprender acciones más enérgicas y coordinadas para evitar una recesión social mundial. La reducción de la pobreza está en retroceso y las clases medias a nivel global se están debilitando. Las consecuencias políticas y de seguridad son de proporciones gigantescas”, declaró Juan Somavia, Director General de la OIT.
“La crisis subraya la importancia de la Agenda de Trabajo Decente de la OIT. Muchos elementos de esta Agenda están presentes en las medidas actuales para fomentar la creación de empleo, intensificar y ampliar la protección social y hacer más uso del diálogo social”, afirmó Somavia. El Director General hizo un llamamiento para que en la próxima reunión de los representantes del G-20 el 2 de abril en Londres, además de tratar cuestiones de carácter financiero, se alcance de manera urgente un acuerdo sobre las medidas prioritarias que deben adoptarse para promover unas inversiones productivas, los objetivos de trabajo decente y protección social, y la coordinación de políticas.
Principales pronósticos del informe de Tendencias Mundiales del Empleo
Este nuevo informe actualiza las proyecciones preliminares publicadas el pasado octubre, en las que se indicaba que la crisis financiera mundial podría hacer que el desempleo aumentara entre 15 y 20 millones de personas en 2009. Las conclusiones fundamentales que aporta son
las siguientes:
* En base a las predicciones del FMI de noviembre de 2008, la tasa de desempleo en el mundo podría aumentar hasta un 6,1% en 2009, en comparación con el 5,7 % en 2007, lo que representa 18 millones de desempleados más en 2009 que en 2007.
* Si la situación económica se deteriora más allá de lo previsto en noviembre de 2008, lo cual es probable, la tasa de desempleo mundial podría aumentar hasta el 6,5%, que representa 30 millones más de personas sin empleo en el mundo que en 2007.
* En una hipótesis actual sobre la evolución más pesimista, la tasa de desempleo podría llegar al 7,1%, que equivaldría a un aumento de más de 50 millones de desempleados en el mundo.
* El número de trabajadores pobres –es decir, personas que no ganan lo suficiente para mantenerse a sí mismos y a sus familias por encima del umbral de la pobreza de 2 dólares al día por persona– puede aumentar hasta alcanzar un total de 1.400 millones, lo cual representaría el 45% de los trabajadores mundiales.
* En 2009, la proporción de personas con empleos vulnerables –ya sea trabajadores que contribuyen al sustento familiar o trabajadores por cuenta propia con menor acceso a las redes de seguridad que protegen contra la pérdida de ingreso durante tiempos difíciles– podría aumentar de manera considerable en el peor de los escenarios y afectar al 53% de la población con empleo.
Otras conclusiones
El informe de la OIT señala que en 2008, el norte de África y Oriente Medio seguían teniendo las tasas más elevadas de desempleo, 10,3% y 9,4% respectivamente, seguidas por Europa central y sudoriental (países no pertenecientes a la UE) y la Comunidad de Estados Independientes (CEI), con un 8,8%, el África subsahariana con un 7,9% y América Latina con un 7,3%.
La tasa de desempleo más baja volvió a observarse en Asia oriental, con un 3,8%, seguida de Asia meridional y Asia sudoriental y el Pacífico, con una tasa de desempleo en 2008 de 5,4% y 5,7% respectivamente.
El informe indica que las tres regiones asiáticas –Asia meridional, Asia sudoriental y el Pacífico y Asia oriental– representaron el 57% de la creación de empleo en el mundo en 2008. Por otro lado, en la región de las economías desarrolladas y la Unión Europea, la creación de empleo neta en 2008 fue negativa, menos 900.000 puestos, lo que explica en parte la baja tasa de creación de empleo a escala mundial este año.
En comparación con 2007, el aumento más significativo en la tasa de desempleo se observó en la región de las economías desarrolladas y la Unión Europea (UE), que pasó de 5,7 a 6,4%. El número de desempleados en la región aumentó en 3,5 millones en un año y alcanzó los 32,3 millones de personas en 2008.
De acuerdo con el estudio en cuestión, el África subsahariana y Asia meridional destacan por sus condiciones de mercado de trabajo extremadamente duras y por tener la proporción más alta de trabajadores pobres de todas las regiones del mundo. Aunque la tendencia ha ido en descenso durante los últimos diez años, alrededor de las cuatro quintas partes de las personas con trabajo en estas regiones seguían clasificándose en 2007 como trabajadores pobres.
Medidas en materia de políticas
La crisis económica de 2008 ha aumentado la preocupación por las repercusiones sociales de la globalización, asunto sobre el que ya advirtió la OIT. Al subrayar la necesidad de adoptar medidas para apoyar a los grupos vulnerables del mercado laboral, como los jóvenes y las mujeres, el informe de la OIT observa que hay un enorme potencial de trabajo desaprovechado en todo el mundo. El crecimiento y el desarrollo económicos podrían ser mucho mayores si se diera la oportunidad a las personas de tener un trabajo decente a través de inversiones productivas y políticas activas dirigidas al mercado de trabajo.
“La Agenda de Trabajo Decente es un marco político adecuado para hacer frente a la crisis. Incluye un mensaje poderoso: que el diálogo tripartito con las organizaciones de trabajadores y empleadores debe desempeñar un papel esencial en el abordaje de la crisis económica y en el desarrollo de políticas”, afirmó Juan Somavia.
Según lo discutido por el Consejo de Administración de la OIT en noviembre de 2008, el informe enumera diversas medidas recomendadas por la OIT en cuanto a la formulación de políticas que están aplicando numerosos gobiernos, a saber:
i) mayor cobertura de las prestaciones por desempleo y los regímenes de seguro, reconversión profesional de los trabajadores que han perdido el trabajo y protección de las pensiones frente a la caída catastrófica de los mercados financieros;
ii) inversión pública en infraestructuras y vivienda, infraestructuras comunitarias y empleos verdes, incluso mediante obras públicas de emergencia;
iii) apoyo a las pequeñas y medianas empresas;
iv) diálogo social a escala nacional, sectorial y empresarial.
Si un gran número de países –usando sus propias reservas acumuladas, préstamos de emergencia del FMI y mecanismos de ayuda más fuertes– aplicaran políticas coordinadas conformes con la Agenda de Trabajo Decente de la OIT, los efectos de la recesión en las empresas, los trabajadores y sus familias podrían amortiguarse y la recuperación podría prepararse mejor.
OIT, 28 de enero de 2009
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