El máximo líder religioso chiíta de Irak llamó ayer a los iraquíes a tomar las armas para defender al país, horas después de que los insurgentes islamistas tomaran dos localidades en una provincia multiétnica al noreste de Bagdad. Ante el alarmante avance relámpago de los islamistas sunnitas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) –que sumió a Irak en su peor crisis desde la retirada de las tropas estadounidenses–, Irán, un país chiíta vecino a Irak, indicó que está dispuesto a enfrentar la creciente amenaza al otro lado de su frontera oeste. Penetrando hacia el sudeste del país luego de haber tomado la gran ciudad norteña de Mosul y más tarde Tikrit, la localidad donde creció el ex presidente Sadam Hussein, combatientes del EIIL capturaron ayer dos ciudades en la provincia de Diyala, fronteriza con Irán.
Fuentes policiales dijeron que los islamistas ingresaron a bordo de camionetas 4×4 con ametralladoras montadas tanto en Saadiyah, 95 kilómetros al norte de Bagdad, y Jalawla, 125 kilómetros al noreste de la capital, luego de que el ejército iraquí abandonara sus puestos sin ofrecer resistencia. El EIIL amenazó el jueves con marchar sobre Bagdad, pero, con su gran población chiíta, sería una presa mucho más difícil que las localidades de la zona central sunnita que ha tomado, donde abunda el resentimiento hacia el gobierno chiíta de al Maliki, al que la minoría sunnita acusa de discriminación.
En Bagdad, el EIIL enfrentaría mucha mayor resistencia, no sólo del ejército, sino también de milicias chiítas. Ayer, el representante del gran ayatolá Ali al-Sistani, la máxima autoridad religiosa chiíta de Irak, dijo en su sermón que los iraquíes tienen la obligación cívica de enfrentar al EIIL. “Los ciudadanos que puedan portar armas y luchar contra los terroristas en defensa de su país, su gente y sus lugares sagrados, deberían enrolarse en las fuerzas de seguridad como voluntarios”, aseguró el clérigo jeque Abdul-Mahdi al-Karbalai, informó la cadena de noticias CNN.
Por otra parte, el Amar Taama, miembro de la Comisión de Defensa y Seguridad en el Parlamento iraquí, informó que el ejército iraquí lanzará en los próximos días un ataque para recuperar la ciudad de Mosul. El diputado, perteneciente a la Coalición Nacional Iraquí-chiíta, explicó que la operación será llevada a cabo por las fuerzas especiales del ejército en colaboración con combatientes tribales afines al gobierno y bajo la cobertura de la aviación. Asimismo, Taama agregó que los preparativos para esa maniobra empezaron el pasado miércoles y que ésta “se aplicará de acuerdo con un plan que llevará a la recuperación zona por zona y barrio por barrio” de las manos de los insurgentes del EIIL.
El clérigo radical Muqtada al-Sadr, uno de los más influyentes del país, y la milicia chiíta Asaib Ahl al-Haq, prometieron esta semana defender los sitios sagrados, lo que podría derivar en una recaída en la violencia sectaria que en 2006 y 2007 dejó al país al borde de la guerra civil.
Mientras, en Irán, la agencia de noticias estatal IRNA informó que ex miembros de la poderosa Guardia Revolucionaria del país anunciaron su disposición a pelear en Irak contra el EIIL, en tanto que la TV estatal sostuvo que el presidente Hassan Rohani afirmó que su país hará todo lo que esté a su alcance para ayudar a Bagdad. “La República Islámica de Irán invertirá todos sus esfuerzos a nivel internacional y regional para enfrentar el terrorismo”, le dijo Rohani a Al Maliki en una comunicación telefónica.
La creciente crisis ha empujado a la nación de más de 31 millones de habitantes hacia un precipicio, y hay temores de que provoque una partición territorial del país entre chiítas, sunnitas y kurdos, la tercera mayor comunidad del país. El jueves, fuerzas de seguridad de los kurdos, que por ahora son aliados de los chiítas, tomaron la norteña ciudad de Kirkuk para ocupar el vacío de poder dejado por el ejército.
Otra monstruosa contribución de Arabia Saudita
Por Robert Fisk *
Después del acto grotesco de los talibán y Osama bin Laden y 15 de los 19 asesinos suicidas del 11 de septiembre, conozcan la última contribución monstruosa de Arabia Saudita a la historia mundial: el califato islamista sunnita de Irak y el Levante, conquistadores de Mosul y Tikrit –y Raqqa en Siria– y, posiblemente, Bagdad, y los últimos humilladores de Bush y Obama.
Desde Alepo, en el norte de Siria, casi en la frontera iraní-iraquí, los jihadistas de Isis y diversos otros grupúsculos pagados por los wahabistas sauditas –y por oligarcas kuwaitíes– ahora gobiernan miles de kilómetros cuadrados. Además de la función de la Arabia Saudita en esta catástrofe, ¿qué otras historias se nos ocultarán los próximos días y semanas? La historia de Irak y la historia de Siria son la misma –política, militar y periodísticamente: dos líderes, uno chiíta, el otro alauita, luchando por la existencia de su régimen contra el poder en aumento de un ejército internacional musulmán sunnita.
Mientras que los estadounidenses apoyan al desdichado primer ministro Nouri al Maliki y su gobierno electo chiíta en Irak, los mismos americanos siguen exigiendo el derrocamiento de Bashar al Assad de Siria y su régimen, a pesar de que ambos líderes son ahora hermanos de armas contra los vencedores de Mosul y Tikrit. La riqueza de Qatar pronto puede ser redirigida en otra dirección, lejos de los rebeldes musulmanes de Siria e Irak y hacia el régimen de Assad, por el miedo y el odio profundo hacia sus hermanos sunnitas de Arabia Saudita (que puede invadir Qatar si llega a estar muy enojado).
Todos sabemos de la “profunda preocupación” de Washington y Londres ante las victorias territoriales de los islamistas –y la destrucción completa de todo por lo que Estados Unidos e Inglaterra sangraron y murieron en Irak–. Nadie, sin embargo, se sentirá como parte de esta “profunda preocupación” como el Irán chiíta, la Siria de Assad y la Irak de Maliki, quienes deben considerar las noticias de Mosul y Tikrit como un desastre político y militar. Justo cuando las fuerzas militares sirias estaban ganando la guerra para Assad, decenas de miles de militantes de base iraquí puede ahora atacar el gobierno de Damasco, antes o después de que se elija avanzar sobre Bagdad.
A nadie le importará ahora cuántos cientos de miles de iraquíes han sido asesinados desde 2003 a causa de las fantasías de Bush y Blair. Estos dos hombres destruyeron el régimen de Saddam para hacer el mundo seguro y declararon que Irak era parte de una batalla titánica contra el “islamofascismo”. Bueno, ellos perdieron. Recuerden que los norteamericanos capturaron y recapturaron Mosul para aplastar el poder de los combatientes islamistas. Ellos lucharon por Faluja dos veces. Y ambas ciudades se han perdido de nuevo a los islamistas. Los ejércitos de Bush y Blair hace tiempo que han vuelto a casa, cantando victoria.
Bajo Obama, Arabia Saudita continuará siendo tratada como una “moderada” amistosa en el mundo árabe, a pesar de que su familia real se basa en las convicciones wahabíes de los islamistas sunnitas en Siria e Irak –y a pesar de que millones de sus dólares están armando a esos mismos combatientes–. Así el poder saudita alimenta tanto al monstruo en los desiertos de Siria e Irak como adula a las potencias occidentales que lo protegen.
También deberíamos recordar que los intentos militares de Maliki para retomar Mosul son propensos a ser feroces y sangrientos, como han demostrado ser las batallas de Assad para volver a tomar las ciudades. Los refugiados que huyen de Mosul tienen más miedo de la venganza del gobierno chiíta que el que tienen de los jihadistas sunnitas que han capturado su ciudad.
A todos nos dijeron que consideremos el nuevo “califato” armado como una “nación terrorista”. Abu Mohamed al Adnani, el portavoz de Isis, es inteligente y está prevenido contra la arrogancia. Por eso habla de un avance sobre Bagdad, cuando podría estar pensando en Damasco. Isis, en gran medida, está dejando ilesos a los civiles de Mosul.
Por último, se nos dirá que consideremos el futuro como una guerra sectaria cuando en realidad será una guerra entre los sectarios musulmanes y los sectarios no musulmanes. La parte de “terror” estará en las armas que enviamos a todos lados.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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