También estuvo presente en el acto la presidenta electa Cristina Fernández de Kirchner, quien asumirá mañana su cargo. La ausencia de Vázquez estuvo condicionada por el conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de la papelera finlandesa Botnia en este último país.
Entre los acuerdos sobre este proyecto, pensado como una opción de financiamiento frente a los organismos multilaterales, se acordaron elementos básicos de funcionamiento. Se dispuso que el Banco del Sur se constituirá como banca de desarrollo para financiar proyectos de infraestructura regional y también en apoyo a las empresas de los países firmantes.
Un tema importante fue la decisión de que los socios en este caso, grandes y pequeños países sudamericanos, tendrán representación igualitaria. Además se dispuso la creación de un consejo de administración integrado por los ministros de Economía de los siete asociados.
Desde hace dos años la propuesta lanzada por Chávez desde 2004 tomó vuelo y debió sortear muchas dificultades técnicas, hasta avanzar fuertemente en este último año.
La sede del Banco del Sur se ubicará en Caracas, y tendrá representaciones en Buenos Aires y La Paz. Aunque Chile participó en varios encuentros, no se integró finalmente al proyecto, mientras Colombia se retiró a principios de noviembre pasado.
Este proyecto “arrancó del sur como instrumento para la independencia y es el comienzo de la construcción de una nueva arquitectura financiera para Sudamérica”, dijo Chávez, quien como los otros socios dejó abierta la posibilidad a nuevas integraciones. Se espera incluso que pueda ampliarse a los otros países que están dentro de la Unión de Naciones Sudamericanas. Chávez propuso también esta noche una futura Unidad Energética
Por su parte, Kirchner, quien se vio emocionado por la despedida de sus pares, dijo que no había prestado atención a funcionarios de la cancillería argentina que le recomendaban no aceptar el reto de integrar el Banco del Sur. Agradeció especialmente al presidente de Brasil sus consejos sobre este tema y otros “de solidaridad en materia de unidad” de la región, y lo llamó “maestro mayor”.
Precisamente Lula destacó hoy los alcances del proyecto en temas básicos de desarrollo, y para colaborar en forma conjunta a la lucha contra la pobreza, que debe ser un objetivo impostergable.
A su vez, Cristina Fernández sostuvo que con este paso se habían roto muchos tabúes “y prejuicios de épocas y paradigmas”. Antes de llegar a este paso hubo muchos momentos difíciles. En algún tiempo Brasil había sugerido crear un fondo de estabilización regional que pudiera actuar como prestamista de primera instancia ante cualquier crisis.
Esta noche se mencionaron temas claves, como lo que advirtió Correa sobre los dineros que “se depositan en el exterior para mayor seguridad”, lo que siempre es un tema grave para los países de la región, pero que puede cambiar a partir de estos momentos.
También se habló de las “demonizaciones” interesadas de este proyecto, y Chávez destacó que “sólo unidos los países de América Latina podremos al fin ser libres e independientes”.
Uno de los más entusiastas defensores del proyecto fue el mandatario paraguayo, quien dijo que éste es un paso clave para actuar con independencia y escapar a las tiranías de organismos y de interesados en que América Latina no pueda emerger hacia el futuro, a pesar de sus riquezas.
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