“Como se puede observar por la situación internacional, el terrorismo aparece allí donde la contradicción se agrava, donde hay un cambio de relaciones sociales o un cambio de régimen, donde hay inestabilidad política, económica o social, donde hay decadencia moral, donde triunfan el cinismo y el nihilismo, donde se legaliza el vicio y la delincuencia se generaliza.
“Es la globalización la que crea las condiciones para la aparición de esos fenómenos tan extremadamente peligrosos. En este marco en el que se traza el mapa geoestratégico del nuevo mundo, donde los recursos del planeta se redistribuyen, donde las fronteras desaparecen, donde el derecho internacional se desmorona, donde las identidades culturales se borran, donde la vida espiritual se convierte en miseria.”
“El análisis de la esencia de la globalización, las doctrinas militares y políticas de los Estados Unidos y de otros países, muestran que el terrorismo contribuye a la dominación mundial y a la sumisión de los Estados a la oligarquía internacional. Esto significa que el terrorismo no es algo independiente de la política mundial, sino simplemente un instrumento, un medio para crear un mundo unipolar con una sede en un país, un pretexto para borrar las fronteras y establecer el gobierno de la élite del nuevo mundo. Es precisamente esta élite la que constituye el elemento fundamental del terrorismo mundial, su ideólogo y su “padrino.” El blanco principal de la élite mundial es la realidad histórica, cultural, tradicional y natural; el sistema actual de relaciones entre los Estados; el orden nacional e internacional de las sociedad humana y de la identidad nacional.
“El terrorismo internacional actual es un fenómeno que combina el empleo del terror del que hacen uso estructuras políticas estatales y no estatales como un medio para alcanzar sus objetivos políticos por conducto de la intimidación de los pueblos, de la psicoguerra y de la desestabilización social, la eliminación de la resistencia desde organismo de fuerza y la creación de las condiciones apropiadas para la manipulación de la política de países y la conducta de sus pueblos.
“el terrorismo es un arma que se emplea en un nuevo tipo de guerra. Al mismo tiempo, el terrorismo internacional, en complicidad con la prensa, se convierte el gerente del proceso internacional. Es precisamente la simbiosis entre prensa y terror la que permite modificar la política internacional y la realidad existente.
“Si analizamos lo que ocurrió el 11 de septiembre de 2001, en los Estados Unidos, sacaremos las siguientes conclusiones:
“1) Los organizadores de los ataques eran círculos políticos y empresariales interesados en desestabilizar el orden mundial, y que tenían los medios necesarios para solventar la operación. La concepción política del acto maduró allí donde las tensiones surgían en la administración de los recursos financieros y otro tipo de recursos. Tenemos que buscar las razones de los ataques en la coincidencia de los intereses del gran capital, en las estructuras internacionales y transnacionales, en los círculos no satisfechos con el ritmo de la globalización o de su dirección. A diferencia de las guerras tradicionales, cuyo concepto lo determinan generales y políticos, los oligarcas y sus políticos sumisos lo hicieron esta ocasión.
2) Solo los servicios secretos y sus jefes de entonces -algunos retirados, pero aún con influencia en los organismos de Estado- tenían la capacidad de planear, organizar y conducir una operación de tal magnitud. En general, los servicios secretos crearon, financian y dirigen las organizaciones extremistas. Sin el respaldo de los servicios secretos, las organizaciones no lograrían subsistir -mucho menos organizar operaciones de esa magnitud dentro de países tan bien protegidos. Planear y organizar una operación de esa escala es extremadamente complejo.
“3) Osama bin Laden y “Al-Qaeda” no pueden ser los organizadores ni los perpetradores de los ataques del 11 de septiembre. No tienen la organización necesaria, ni los recursos, ni los líderes. Así, se tuvo que crear el equipo de expertos y los kamikazes árabes fueron tan sólo los extras que masacraron la operación.
“El 11 de septiembre modificó el curso de los acontecimientos mundiales, para llevarlo por el rumbo escogido por las mafias transnacionales o por los oligarcas internacionales, quiero decir, los que esperan dominar los recursos naturales del planeta, la red mundial de información y los flujos financieros. La operación favoreció también a la élite político-económica de los Estados Unidos, la cual busca también la dominación mundial.
“El empleo del término “terrorismo internacional” tiene los siguientes objetivos:
-ocultar los objetivos reales de las fuerzas distribuidas por el mundo, en lucha por la dominación y control;
-transformar las exigencias populares en una lucha por objetivos definidos contra un enemigo invisible;
-destruir las reglas internacionales mínimas y cambiar conceptos como agresión, terror estatal, dictadura o movimientos de liberación nacional;
-privar a los pueblos de su legítimo derecho a luchar contra las agresiones y de rechazar el trabajo de servicios extranjeros de espionaje;
-establecer el principio de renuncia a los intereses nacionales, al transformar objetivos del campo militar al dársele el primer lugar a la guerra al terrorismo, con lo que se viola la lógica de las alianzas militares en detrimento de la defensa conjunta para favorecer coaliciones antiterroristas;
-a resolver problemas económicos por intermedio de un comando militar duro y emplear la guerra contra el terrorismo como pretexto.”
Red Voltaire
Reseña Estratégica
Movimiento de Solidaridad Internacional
Fecha: 2006-02-03 | por: Gaston Pardo ([email protected]) |
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