Un grupo armado con fusiles trató de impedir el ingreso de un pelotón del ejército en el lugar conocido como Hato Morichalito, extendido sobre 10 mil hectáreas en una región llanera, informó el general del ejército Wilfredo Silva.
“Hubo intercambio de disparos”, informó Silva, quien precisó que los militares decomisaron una avioneta, combustible y equipo de comunicaciones.
Tras el tiroteo inicial el grupo armado con pistolas y fusilses R-15 se dio a la fuga, por lo que comenzó una persecución con apoyo de helicópteros MI-35 de fabricación rusa.
Para formalizar las expropiaciones, Chávez presidió una ceremonia en el sitio conocido como Hato Callejas, con una extensión de 25 mil hectáreas, donde prácticamente no hay ganado y desde el cual se realizó la transmisión del programa de radio y televisión Aló, presidente.
“Estamos ocupando el Hato Callejas, una sabana gigantesca, muy apropiada para la ganadería. Es uno de los 16 predios que hoy la revolución está interviniendo de manera simultánea a esta misma hora. Es la guerra contra el latifundio, ofensiva revolucionaria, el gobierno junto al pueblo”, exclamó Chávez.
Las expropiaciones fueron hechas con base en el artículo 307 de la Constitución de 1999, impulsada por Chávez el mismo año en que asumió su primer mandato, y en la cual se establece que “el régimen latifundista es contrario al interés social”.
El gobernante anticipó la semana pasada una “nueva ofensiva” contra el latifundio, pero sólo habló de 150 mil hectáreas de tierras ociosas.
Según cifras oficiales, el gobierno ha ocupado un millón 900 mil hectáreas de terrenos improductivos, pero algunos propietarios se han quejado de que las acciones oficiales se realizaron sin que mediara un proceso judicial.
Elías Jagua, ministro de Agricultura y Tierras, informó hoy que Venezuela cuenta con 30 millones de hectáreas de tierras cultivables y precisó que de las tierras expropiadas, 49 por ciento fueron entregadas a campesinos, 40 por ciento a proyectos estatales de desarrollo agrícola y 11 por ciento a cooperativas.
El año pasado Chávez entregó a campesinos 27 mil hectáreas de tierras decomisadas a narcotraficantes en el estado oriental de Táchira, en la frontera con Colombia. Otras fincas han sido tomadas en Barinas, Apure y Táchira.
“Estos son latifundios, tierra fértil improductiva; esto es un atentado al interés nacional, viola la Constitución, las leyes y todos los principios de la justicia, del derecho, de la seguridad, la soberanía y la defensa del país”, afirmó.
Los dueños de las tierras “no hacen ningún esfuerzo” y se limitan a tener unas 2 mil reses, pero “además ni lavan ni prestan la batea”, no dejan que otros la pongan a producir y alegan que son predios privados, “cuando son tierras de la nación”.
Chávez acusó además a los latifundistas de haber “acabado con los bosques” y “desviado ríos”, y señaló que en algunos casos, detrás del latifundio “se esconde el delito, el narcotráfico (y) el contrabando”.
A partir de esta fecha, todos los predios expropiados serán “propiedad social” para la producción socialista de campesinos, que tendrán la ayuda del Estado y de brigadas de la reserva militar que se encargarán de hacer carreteras y llevar luz, agua y otros servicios.
“La propiedad social no es privada, no es de nadie, es propiedad colectiva del pueblo, a través del Estado, y de los trabajadores del campo que vengan a trabajar; es propiedad de todos y va a beneficiar a todos”, dijo Chávez, quien aclaró que en el contexto de la “ofensiva contra el latifundio” será respetada la propiedad de los terrenos pequeños que sean productivos.
“El que tenga su fundo en producción no tiene nada que temer. El que tenga su propiedad individual, es decir, pequeños fundos, le damos su carta agraria (de tenencia de la tierra); también, si no tienen sus documentos, legalizamos el predio a través de cartas agrarias, y le ayudamos”, afirmó Chávez.
Un proceso de reforma agraria fue impulsado en los años 60 en Venezuela -al tiempo que procesos similares tenían lugar en otros países de Centro y Sudamérica-, pero según Chávez ese programa impulsado por administraciones a cargo del partido Acción Democrática, de filiación socialdemócrata, resultó una “farsa” que derivó en una mayor concentración de la propiedad rural.
A principios de año, al asumir su segundo mandato bajo la Constitución de 1999, Chávez anunció que aceleraría las acciones para implantar en Venezuela “el socialismo del siglo XXI”, lo que dio paso a la nacionalización de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) y la empresa Electricidad de Caracas, que desde el año 2000 estaba bajo control de la estadunidense AES Corp.
En el sector petrolero, el gobierno asumió el control de programas de explotación de crudo en la región del Orinoco, con una producción de 566 mil barriles de crudo por día.
Frentes obreros y agrarios en un nuevo partido
Dentro del espacio político, Chávez anunció el sábado la creación del Partido Socialista Unido de Venezuela, que tendrá “frentes” obreros, campesinos y de otros sectores sociales, en lo que el mandatario -cuyo partido se llama V República- definió como una “frente de partidos”, en vez de un “partido de frentes”.
Chávez destacó hoy la relevancia de los procesos de referendos revocatorios anunciados la semana pasada por las autoridades electorales, que aprobaron la petición contra 28 funcionarios electos, entre quienes se encuentran gobernadores, alcaldes y diputados locales.
Varios de ellos son miembros de partidos que apoyan al presidente, quien en agosto de 2004 fue llevado a un referendo revocatorio, que ganó con 60 por ciento de los votos. Los procesos contra los 28 funcionarios electos fueron propuestos por opositores, que lograron reunir suficientes firmas para su aprobación legal.
Sobre temas internacionales, Chávez pidió hoy respeto de Estados Unidos a la soberanía de Irán y aseguró que “en la prensa rusa salío que el plan para atacar territorio iraní está listo, como seguro lo está para agredir a Venezuela. El imperio está moviendo portaviones, ha estado moviendo tropas y ya ha salido una versión de prensa en Rusia, que ya tiene fecha el ataque, una verdadera locura”.
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