“Inaceptable”; no hay evidencia de los presuntos ataques acústicos: canciller Rodríguez
Tillerson acusa a La Habana de incumplir su obligación de proteger al personal de la embajada
Estados Unidos escaló sensiblemente este martes las tensiones con Cuba al anunciar la orden de salida de 15 diplomáticos de la embajada de La Habana en Washington, decisión que el gobierno isleño calificó de inaceptable.
En una nota oficial, el secretario de Estado, Rex Tillerson, informó que su oficina comunicó a Cuba la orden de salida de 15 de sus diplomáticos en su embajada en Washington, aunque destacó que se mantienen las relaciones diplomáticas.
La controvertida decisión constituye el más reciente capítulo en la escalada de tensiones, a raíz de los misteriosos ataques supuestamente sufridos por diplomáticos estadunidenses en La Habana, aparentemente con ultrasonido.
De acuerdo con Tillerson, la decisión de expulsar del país a los funcionarios se tomó ante el “fracaso de Cuba en adoptar medidas para proteger a nuestros diplomáticos de acuerdo con sus obligaciones ante la Convención de Viena.
Mantenemos nuestra relaciones diplomáticas con Cuba, y seguiremos cooperando con la isla en la medida en que investigamos estos ataques, expresó el secretario de Estado.
Poco antes, un funcionario del Departamento de Estado que solicitó conservar el anonimato dejó claro que se trata de una expulsión.
“Estamos expulsando a estos 15 cubanos hoy, aunque no han sido declarados personas non gratas, esperamos que se vayan en siete días”, dijo el diplomático.
En una conferencia de prensa en La Habana, el canciller Bruno Rodríguez afirmó que la decisión era injustificada e inaceptable, ya que no existen evidencias de la ocurrencia de los alegados incidentes.
El jefe de la diplomacia cubana formuló un llamado a no continuar politizando este asunto, lo cual puede provocar una escalada indeseada, así como enrarecer e incluso hacer retroceder la relación bilateral.
Esas relaciones, apuntó el canciller cubano, ya están afectadas por el anuncio que hizo en junio el presidente estadunidense, Donald Trump, de una nueva política hacia Cuba, alejándose de la política de aproximación iniciada por su antecesor Barak Obama.
En opinión de Rodríguez, la decisión del Departamento de Estado tiene un carácter eminentemente político, por lo que Washington es responsable del deterioro presente y futuro de las relaciones.
Estados Unidos alega que por lo menos 22 integrantes de su personal diplomático en La Habana fueron objeto de raros ataques, al parecer mediante ultrasonido, que les han provocado fuertes dolores de cabeza, edemas cerebrales, mareos y pérdida parcial de audición y memoria.
Aunque aún se desconoce el origen de estos episodios y sus responsables, el Departamento de Estado no tiene dudas de que se trata de ataques. Hay un padrón muy consistente, dijo el funcionario estadunidense.
El viernes, el Departamento de Estado anunció la decisión de reducir a la mitad su personal en la embajada en La Habana debido a estas agresiones, que por ahora no han sido explicadas.
Aunque la medida estadunidense para reducir su personal en La Habana fue unilateral, el paso de ordenar la salida de Estados Unidos de diplomáticos cubanos eleva la tensión, ya que la Casa Blanca admite no tener pruebas de la responsabilidad de Cuba en el caso.
La semana pasada Tillerson recibió a Rodríguez en el Departamento de Estado, precisamente para discutir la situación creada por estos incidentes.
En esa reunión, el canciller Rodríguez negó de forma tajante que Cuba hubiera perpetrado alguna vez ataques de cualquier naturaleza contra personal diplomático extranjero, y solicitó la cooperación de Washington en las investigaciones.
Los dos países restablecieron lazos diplomáticos en 2015 después de medio siglo de ruptura y desconfianza, pero la llegada de Trump a la Casa Blanca abrió una interrogante sobre el futuro de ese dehielo.
En junio Trump anunció el endurecimiento de las medidas administrativas que Obama había adoptado por decreto para facilitar los viajes y el comercio con la isla.
Al anunciar la reducción a la mitad de su personal en La Habana, el Departamento de Estado informó también la suspensión por tiempo indeterminado de la emisión de visas para cubanos.
Con la expulsión de los 15 diplomáticos es posible que la embajada cubana en Washington también suspenda la emisión de visados, en lo que representaría un enorme retroceso en el ya difícil proceso de acercamiento iniciado en 2015.
Consultar la declaración del Ministerio del Exterior de Cuba
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