La Habana, 17 de noviembre. Fidel Castro ratificó hoy sus opiniones de que el sistema político cubano puede destruirse desde dentro y que el liderazgo en la isla ha cometido muchos errores, entre ellos el de creer que alguien sabía de socialismo.
El líder cubano asistió a una reunión con estudiantes, exactamente cinco años después de que en la Universidad de La Habana lanzó una advertencia sobre la necesidad de reformas en el sistema de la isla. Hoy de nuevo ratifico ese discurso, dijo Castro este martes.
El discurso de la Universidad de 2005 incluyó un llamado a la discusión sobre los cambios que requería el país. Hoy, el ex mandatario repitió un amplio tramo de aquellas palabras, coincidiendo con la preparación del sexto congreso del Partido Comunista, que tendrá como único punto de debate la reforma económica que impulsa el presidente Raúl Castro.
Fidel no se refirió explícitamente al congreso ni a la línea oficial. Sin embargo, de su discurso original de 115 páginas escogió párrafos que hoy repitió, y que tácitamente muestran puntos de convergencia con la reforma en marcha. Raúl Castro dijo la semana pasada que las ideas de su hermano mayor están presentes en cada uno de los lineamientos propuestos para una nueva política económica.
El ex mandatario, de 84 años, se declaró sorprendido de la actualidad de las ideas expuestas que, cinco años después, son más actuales que entonces, ya que muchas se relacionaban con el futuro, y los hechos se han ido comportando tal como fueron previstos.
Después del discurso de 2005 no se produjo una discusión nacional. Apenas un par de discursos en el parlamento y un libro con entrevistas a intelectuales. En julio de 2006 Fidel cayó enfermo y cedió el poder interinamente a Raúl, quien relanzó la idea de los cambios en julio de 2007.
En su selección de ideas, Fidel Castro repitió hoy estas:
–Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos (Estados Unidos); nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra.
–Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo.
–Les hice una pregunta, compañeros estudiantes, que no he olvidado, ni mucho menos, y pretendo que ustedes no la olviden nunca, pero es la pregunta que dejo ahí ante las experiencias históricas que se han conocido, y les pido a todos, sin excepción, que reflexionen: ¿Puede ser o no irreversible un proceso revolucionario?, ¿cuáles serían las ideas o el grado de conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario?
–Es tremendo el poder que tiene un dirigente cuando goza de la confianza de las masas, cuando confían en su capacidad. Son terribles las consecuencias de un error de los que más autoridad tienen, y eso ha pasado más de una vez en los procesos revolucionarios.
–“Necesitamos aplicar el máximo de racionalidad en el salario, los precios, las jubilaciones y pensiones. Cero derroche. […] No somos un país capitalista, en que todo se deja al azar.
–Subsidios o gratuidades, sólo en cosas esenciales y vitales. […] ¿Y con qué pagamos los costos? […] Todo está a nuestro alcance, todo pertenece al pueblo, lo único no permisible es despilfarrar riquezas egoísta e irresponsablemente.
–¿Es sólo una cuestión ética? Sí, es primero que todo una cuestión ética; pero, además, es una cuestión económica vital.
Gerardo Arreola
Corresponsal
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