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Human Rights Watch acusa a Marruecos de tortura

“Las fuerzas de seguridad marroquíes abusaron y propinaron palizas de manera repetida a los detenidos después de los disturbios el 8 de noviembre en El Aaiún”. La ONG Human Rights Watch (HRW) ha emitido este viernes un informe demoledor en el que acusa a Marruecos de torturar a los saharauis arrestados en el Campamento de la Dignidad a principios de mes.

El documento se basa en los testimonios recogidos por sus enviados a la zona, que se han entrevistado con activistas, abogados, miembros del Gobierno y las propias víctimas y familiares.

La mayoría de los detenidos denuncian palizas y uno de los saharauis que aún está en la cárcel, incluso afirma haber sido violado. Marruecos niega todas las alegaciones, anuncia una investigación independiente y sigue justificando el uso de la fuerza en defensa propia. 

En realidad, el informe presentado por HRW trata de desmontar cualquier comunicación oficial marroquí con testimonios directos de los implicados. La ONG afirma que los días posteriores al asalto cientos de personas fueron detenidas y aún quedan en la cárcel más de 100. Asimismo asegura, citando a activistas por los derechos de los saharauis, que nueve de ellos han sido transferidos a un penitenciario en Rabat donde se enfrentan a un tribunal militar.

El documento asegura que tras el desalojo del campamento, la policía marroquí atacó a civiles saharauis y quemaron sus casas y negocios, además de impedir el acceso al tratamiento médico de los heridos.

Rabat justificó el uso de la fuerza al verse amenazado por una revuelta, pero para la enviada de HRW a Oriente Medio y el Norte de África, Sarah Leah Whitson, “las fuerzas de seguridad no pueden justificar de ninguna manera someter a palizas a los presos”.

Investigación independiente 


La ONG critica el apagón informativo al que sometió Marruecos a los medios extranjeros ya que para “un Gobierno que dice no tener nada que esconder, la mejor manera de demostrarlo es permitiendo a todos los medios y organizaciones no gubernamentales recoger la información que vean necesaria sin ningún tipo de obstáculos”.

Pero las investigaciones de HRW indicaban lo contrario, así que, se lo hicieron ver a las autoridades marroquíes.

En una conversación con Interior el 18 de noviembre, la ONG explicó que tenía evidencias fundadas de que las fuerzas de seguridad marroquíes abrieron fuego de manera indiscriminada contra los civiles en el campamento y de que los detenidos fueron torturados. La respuesta por escrito de Rabat fue que el desmantelamiento del campamento se llevó a cabo “cumpliendo con todos los procedimientos legales y sin disparar una sola bala”.

Los responsables de la ONG aseguran que en ese mensaje, el Gobierno marroquí comunicó la apertura de una investigación para aclarar los sucedido” y llamando a los testigos y víctimas a que vayan al juzgado a denunciar los hechos. Al parecer, siempre según HRW, la Corte de Apelación de El Aaiún abrió dicha investigación, dirigida por la fiscalía.

“Nos subieron a los camiones como si fuéramos ganado”
Después de los acontecimientos del día 8, HRW entrevistó a siete personas que fueron detenidas y puestas en libertad posteriormente. Según la ONG todos tenían heridas y moratones que indicaban los malos tratos recibidos en la cárcel.

Es el ejemplo de Ahmed Jadahlou Salem, de 34 años: “Los gendarmes nos subieron a la parte trasera de un camión a 30 ó 40 de nosotros. Todos íbamos esposados y con las manos en la espalda. Nos tiraron dentro del furgón como si fuéramos ganado; algunos teníamos heridas en la cabeza y estábamos sangrando. Estábamos amontonados unos encima de los otros y nos dejaron así durante cerca de dos horas, obligándonos a mirar siempre al suelo”.

Según Jadahlou, cuando el camión llegó a El Aaiún, los gendarmes sacaron a todos los presos arrastrándolos por los pies mientras les pegaban y daban patadas hasta una sala de interrogatorios.

“En la sala había unos seis gendarmes, pero iban y venían varios más. No había sillas y cada pregunta iba seguida de una patada o de una bofetada. Me preguntaron muchas cosas: qué hcía en el campamento, porque queríamos la independencia. Me preguntaron sobre muchas personas por su nombre y me amenazaron con violarme allí”.

PÚBLICO.ES Madrid 26/11/2010 11:11 Actualizado: 26/11/2010 12:18

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