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Israel reconoce que se ha topado con una resistencia inesperada de Hamás

Más de 60 palestinos han muerto en Gaza en las últimas 24 horas elevando el número de fallecidos a 651 desde el 8 de julio, de los que la tercera parte son niños, según las Naciones Unidas. El número de palestinos heridos llega ya a 4.600. En el lado israelí han muerto tres soldados durante la última jornada, ascendiendo a 29 los soldados fallecidos, mientras que hay dos civiles muertos.

La jornada de ayer no fue muy diferente de las anteriores. La aviación, la artillería y los tanques bombardearon edificios residenciales, hospitales, mezquitas y escuelas, revelando la impotencia del ejército para combatir a los milicianos, que dispararon decenas de cohetes contra Israel.

El número de palestinos desplazados registrados en la UNRWA, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, se eleva a 102.000, que están alojados en 69 escuelas, la mayoría de ellas desbordadas. A este número hay que añadir los desplazados no registrados en la UNRWA, cuyo número es incierto pero considerable.

La pasada noche Hamás declaró por primera vez el toque de queda en la Franja para impedir que los colaboracionistas se muevan libremente de un lugar a otro e identifiquen objetivos para el ejército israelí. Hamás anunció que adoptará contra los colaboracionistas duras medidas de castigo.

Israel ha reconocido finalmente la “pérdida” del sargento Oron Shaul, que el domingo fue capturado por los milicianos. Hamás dice que solo facilitará información sobre este soldado a cambio de concesiones de Israel “por anticipado”, y se negó a revelar si está vivo o muerto, aunque el ejército cree que está muerto.

La organización islamista dijo que a partir de ahora conducirá dos negociaciones “distintas” con Israel, la primera relativa a un alto el fuego a cambio del levantamiento del bloqueo sobre Gaza, y la segunda en relación con el sargento que está en su poder.

Varias compañías aéreas de Estados Unidos y Europa, entre las que están Lufthansa y Air France, han anunciado la suspensión de sus vuelos al aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv. Otras muchas compañías indicaron que están estudiando la situación y consideran imitar a las primeras. Esta cadena de decisiones llega después de que un cohete cayera cerca del aeropuerto.

Una guerra diferente a las anteriores

Uno de los héroes militares más reconocidos de Israel, Avigdor Kahalani, dijo a la radio del ejército que Israel está luchando una guerra completamente distinta a las anteriores. Y ciertamente, por lo que está ocurriendo sobre el terreno, Hamás parece haber ganado la mayoría de edad militar, convirtiéndose en una fuerza capaz de hacer frente, por medio de una compleja guerrilla, a uno de los ejércitos más poderosos del mundo.

Según un analista palestino, el primer ministro Benjamín “Netanyahu está furioso porque se ha quedado sin objetivos reales que atacar y durante los 15 días transcurridos desde el inicio de la operación Margen Protector el ejército no ha podido matar a ningún líder del aparato militar ni del aparato político de Hamás”.

Es interesante observar el comportamiento sin fisuras de los medios de comunicación hebreos en las últimas semanas, que han cerrado filas como un solo hombre entorno al gobierno, y donde apenas se toleran críticas muy menores y puntuales, a pesar de la evidencia de que Israel no está cumpliendo los objetivos que se han marcado Netanyahu y el ejército.

El secretario general del comité ejecutivo de la OLP, Yaser Abed Rabbo, cree que lo que está ocurriendo en Gaza “cambia las reglas del juego y la voluntad de los palestinos no es volver al statu quo de antes”. Sus palabras muestran que la OLP quiere jugar al mismo tiempo a dos cartas, la de repulsa y la de apoyo a Hamás diciendo que el bloqueo de Gaza es “ilegal e inmoral”.

Mientras el presidente Mahmud Abás va de un lado a otro buscando una salida a la crisis y apoya la iniciativa de alto el fuego negociada previamente por el presidente Abdel Fattah al Sisi y el primer ministro Netanyahu, también quiere sacar partido de esta guerra, un partido que no ha conseguido sacar de su docilidad y sumisión con respecto a Netanyahu.

La posición del secretario de Estado John Kerry, que se encuentra de gira por la región, es la de volver a las cláusulas acordadas tras la invasión de 2009, algo que resulta inaceptable para Hamás. La organización islamista exige el fin definitivo de un bloqueo que resulta trágico para 1,7 millones de civiles.

Junto con Kerry anda por la región el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien ayer se entrevistó con Netanyahu y dijo: “Mi mensaje a israelíes y palestinos es el mismo: dejad de luchar; empezad a hablar. Y abordad las causas que hay en la raíz del conflicto, de manera que no volvamos a estar en la misma situación dentro de seis meses o un año”.

Pero Netanyahu no parece tener intención de resolver la ocupación y coincide con Kerry, o mejor al revés, Kerry coincide con él, en que lo que se ha de hacer es volver al acuerdo de 2009 para mantener la calma a Gaza mientras él continúa construyendo a destajo en las colonias judías de la Cisjordania ocupada.

Para ello Netanyahu cuenta con la pasividad proverbial de Abás, que es similar a la de Estados Unidos y demás líderes de las grandes democracias occidentales, que no mueven un dedo para resolver un conflicto que cada día que pase será más difícil de resolver.
Ban Ki-moon lleva en la cartera una nueva iniciativa, que no puede haber salido de él sin el soporte de Estados Unidos, y que no puede haber salido de Estados Unidos sin el apoyo de Israel, y que consiste en lograr un alto el fuego temporal inmediato, de por lo menos “varios días”, para comenzar a hablar tranquilamente y sin prisas.

Pero según un analista de Gaza, lo que Hamás no consiga por las armas antes del alto el fuego, no lo conseguirá después en una mesa de negociaciones, que además serán indirectas, si se ha de hacer caso a lo que ha ocurrido en ocasiones precedentes.

Netanyahu considera que una vez conseguido el alto el fuego, aunque sea temporal, Hamás lo tendrá complicado para reanudar el lanzamiento de cohetes, y eso es lo que el primer ministro israelí busca en la actual coyuntura.


 

La ONU afirma que Israel podría estar cometiendo crímenes de guerra

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos dice que el Ejército israelí “viola la ley humanitaria internacional”.
PÚBLICO / EFE Ginebra 23/07/2014 10:44 Actualizado: 23/07/2014 12:24

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció hoy que los ataques perpetrados por el Ejército israelí en Gaza podrían constituir crímenes de guerra.

“Los ejemplos que acabo de mencionar [descripción de ataques israelíes contra civiles indefensos] parece que muestran que la ley humanitaria internacional ha sido violada hasta un alcance que podrían constituir crímenes de guerra”, señaló Pillay en su declaración ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que hoy celebra una sesión especial sobre la incursión israelí.

Pillay comenzó su declaración recordando que los ataques israelíes han causado la muerte de más 600 palestinos —entre ellos al menos 147 niños y 74 mujeres—, el 74% de los cuales eran civiles. La Alta Comisionada señaló también que 29 soldados y 2 civiles israelíes han muerto durante estos ataques.
Pillay destacó que los ci

viles y sus hogares no deben ser objetivos militares. “Las casas de civiles no son objetivos legítimos, a menos que sean usados o contribuyan a propósitos militares. En caso de duda, las casas de civiles no son objetivos legítimos”.

La Alta Comisionada calificó como “inaceptable” que se lancen cohetes desde áreas densamente pobladas, como presumiblemente hace el grupo islamista Hamás, “sin embargo, la ley internacional es clara: las acciones de una parte no absuelven a la otra de su responsabilidad de respetar sus obligaciones bajo la ley internacional”.

Pillay se hizo eco del argumento israelí de que alerta antes de atacar, pero recordó que éstos avisos debería ser claros, creíbles y dejar suficiente tiempo para que las personas se protejan. Sin embargo, a la población “no se le da suficiente tiempo para dejar sus hogares, y aunque lo hagan, no tienen donde esconderse ni saben cuándo ni dónde será el próximo bombardeo”.

Pillay recordó, que uno de estos proyectiles lanzados supuestamente para alertar, destruyeron un techo y mataron a tres niños. La Alta Comisionada hizo especial hincapié en el alto precio que pagan los niños y recordó el caso de cuatro menores que perdieron la vida y otros siete quedaron gravemente heridos mientras jugaban en la playa.

“La indiferencia por la ley humanitaria internacional se hizo evidente cuando bombardeos aéreos y navales atacaron directamente a siete niños que jugaban en la playa y que obviamente no estaban participando de las hostilidades”. Pillay reiteró a todas las partes del conflicto “Israel, Hamás y otros grupos armados palestinos” que apliquen la ley internacional y dejen de tener como objetivo a los civiles.

La Alta Comisionada pidió también el inmediato levantamiento del bloqueo al que Israel tiene sometida a la población de Gaza. Recordó que desde el 12 de junio Israel ha detenido a más de 1.200 palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este, muchos de los cuales han sido puesto en detención administrativa, lo que significa que están presos sin que pesen sobre ellos ningún cargo: “En Cisjordania, Israel continúan expandiendo sus asentamientos, demoliendo hogares palestinos, usando excesivamente la fuerza, abusando de forma continuada y viola constantemente los derechos humanos de la población ocupada”.

“La cultura de impunidad ante las alegaciones de violaciones de derechos humanos invita a más transgresiones y más víctimas. Todas las alegaciones deben ser investigadas, y hasta ahora, no lo han sido”, concluyó Pillay.

Información adicional

Autor/a: EUGENIO GARCÍA GASCÓN
País: Palestina
Región: Medio Oriente
Fuente: Público.es

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