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La izquierda de Mélenchon será la primera fuerza de la oposición en Francia y le complica la legislatura a Macron

La izquierda de Mélenchon será la primera fuerza de la oposición en Francia y le complica la legislatura a Macron

El partido del presidente pierde la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional y la ultra Marine Le Pen consigue formar grupo parlamentario en unas elecciones legislativas con una abstención histórica del 54%.

 

El partido de Macron y sus aliados han ganado las elecciones con 230 escaños, seguido por la alianza de izquierdas liderada por Mélenchon, 149, que sin embargo no consigue el desafío de forzar la cohabitación. Le Pen obtiene, con 85 diputados, grupo parlamentario por primera vez desde 1986 en unas elecciones con una abstención tremenda del 54%, según datos aún no definitivos.

Se trata de un batacazo electoral para el presidente Emmanuel Macron quien en 2017 había arrasado con su partido y sin aliados con más de 300 diputados de los 577 que tiene la Asamblea Nacional francesa. “Es un primer lugar decepcionante, pero es un primer lugar”, reaccionó nada más conocerse las primeras estimaciones la portavoz del Gobierno, Olivia Grégoire.

“Desde que las elecciones presidenciales y legislativas se celebran el mismo año, es la primera vez que el presidente no consigue mayoría absoluta”, nos explica Guillermo Arenas, docente e investigador en Derecho de la Universidad de Estrasburgo.

“Macron va a tener que cambiar de primer ministro y poner a alguien más familiarizado con el Parlamento, porque nos olvidamos de que Francia es un régimen parlamentario porque el presidente tiene muchos poderes, pero ahora la dimensión parlamentaria va a resurgir”, analiza Arenas.

Los malos resultados de la alianza oficialista se deben en parte a que Emmanuel Macron, que en 2017 arrasó porque encarnaba el cambio, ahora encarna la continuidad. Además, no ha acertado en la campaña. “Casi no han hecho, entraron muy tarde con una campaña del miedo, hablando de caos y anarquía si ganaba Nupes”, dice Arenas, que recuerda que su mayoría empezó a resquebrajarse hace tiempo porque no hizo “un trabajo doctrinal” para construir el partido y perdió a muchos diputados como Aurélien Taché o Cédric Villani, quienes en esta ocasión se presentaron por la alianza de izquierdas.

“Trabajaremos con todos aquéllos que quieran que el país avance, la mando está tendida”, declaró la portavoz del Gobierno. Y la mano ya está tendida hacia una dirección, Los Republicanos, el partido del expresidente Nicolas Sarkozy. Buscaremos “una mayoría de acción”, dijo por su parte la primera ministra Elisabeth Borne.

Los conservadores tienen la llave de la gobernabilidad

Aunque los conservadores hayan perdido 22 escaños, Los Republicanos prefieren ver el vaso medio lleno y con 76 diputados ya se ven como la fuerza indispensable para garantizar la gobernabilidad de la macronía. Esto indica que el presidente va a tener que correr el cursor hacia la derecha durante los próximos cinco años para obtener el apoyo en la Asamblea a sus leyes. Y no hay nada más incierto porque entre los conservadores, que están en plena reconstrucción del partido, cada vez hay más voces que se levantan afirmando que no van a ser “la rueda de repuesto” de Macron.

Que Macron no tenga mayoría absoluta quiere decir que va a tener que negociar todas las leyes con otros partidos para adoptar las reformas. “Los Republicanos van a ser los árbitros y puede ocurrir que, aunque la oposición sea más de izquierdas que nunca, el Gobierno tenga que gobernar más a la derecha de lo que quisiera, es una paradoja democrática”, asegura Guillermo Arenas.

Disputa por el liderazgo de la oposición

La Nupes (Nueva Unión Popular Ecologista y Social) será la principal fuerza de oposición en la Asamblea Nacional, pero su capacidad real de acción dependerá de que esa unidad perdure, ya que los partidos que la componen son muy heterogéneos: van desde Los Verdes a los izquierdistas de La Francia Insumisa, pasando por el Partido Comunista o lo que queda del Partido Socialista. Y cada partido tiene la intención de conservar su grupo parlamentario, por lo que la Nupes, si bien ha demostrado que la unión hace la fuerza, corre el riesgo de que su breve historia termine en las primeras sesiones de la Asamblea Nacional.

La Francia Insumisa tendrá 83 diputados, muy cerca de los 85 de la extrema derecha. “Mi mensaje esta noche, insisto, es un mensaje de combate”, dijo durante la noche electoral Jean-Luc Mélenchon, quien llamó a los jóvenes a seguir movilizados. Una franja de edad del electorado que cuando vota, vota a la izquierda, pero que este domingo ha vuelto a liderar la abstención.

Mélenchon, que esta vez no se presentaba a diputado, había hecho de estas legislativas la tercera vuelta de las presidenciales. No ha logrado ganar su apuesta y se queda muy lejos de la mayoría de 289 diputados. Fracasa en su intento de forzar una cohabitación, pero confirma su buena dinámica, ya que pasa de 17 a 83 diputados.

Aun así, si sumamos los diputados de LREM de Macron, los de los conservadores y los de la extrema derecha, el hemiciclo francés es claramente mayoritariamente de derechas. Y esto es importante, no tanto para que se decida quién es el jefe o la jefa de la oposición, sino por la Comisión de Finanzas, que tiene una gran influencia en el hemiciclo y que históricamente la preside un opositor. ¿De qué partido será? ¿Republicanos? ¿Nupes? O ¿Agrupación Nacional?

Resultado histórico de Marine Le Pen: de 8 a 85 escaños

Nunca en 35 años, la Agrupación Nacional (ex Frente Nacional) había alcanzado tantos escaños. Con 85 diputados ha superado las previsiones de los sondeos. Es “de lejos el grupo más numeroso de la historia” de la Agrupación Nacional, declaró Marine Le Pen desde su feudo de Hénin-Beaumont, en el Pas-des-Calais, donde es diputada.

“Encarnaremos una oposición firme y respetuosa con las instituciones”, agregó la líder de la extrema derecha, quien debe parte de su éxito a que muchos votantes macronistas que votaban en circunscripciones donde el escaño se jugaba entre la extrema derecha y la izquierda se han quedado en casa.

Y esto es justamente lo que criticaban en la noche electoral los candidatos de la Nupes. De las 62 circunscripciones en las que se enfrentaban a candidatos de Le Pen en esta segunda vuelta, los macronistas no llamaron a votar en nombre de la República contra la extrema derecha en 55.

“Tal vez no lo veamos en las portadas de los diarios, pero es importante decirlo. El partido de Le Pen va a multiplicar por 10 el número de diputados. Es impresionante porque Marine Le Pen casi no ha hecho campaña, acabó muy cansada de las presidenciales”, afirma Guillermo Arenas.

Más allá de los resultados, la abstención vuelve a ser de vértigo. El 54% de los electores no se desplazaron a las urnas y con más del 90% de los votos escrutados, el 7% de los electores votaron en blanco o nulo, esto es más de un millón y medio de personas.

parís

19/06/2022 23:41

Aída Palau Sorolla@AidaPalau78


Macron queda en ultra minoría: se abre un período de gran inestabilidad

Si bien se esperaba una caída de Macron en esta segunda vuelta de las legislativas en Francia, el resultado superó las peores previsiones. El gobierno no solo perdió la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, sino que quedó en ultra minoría. Se abre así una gran crisis política y un quinquenio explosivo.

Révolution Permanente

La izquierda diario

Domingo 19 de junio

Cataclísmica. Se esperaba que la segunda vuelta de las elecciones legislativas debilitaría a Macron, pero el resultado final superó las peores expectativas. De hecho, el Gobierno perdió largamente su mayoría absoluta, con un estimado de 238 escaños. Un resultado que condena a Macron a gobernar en ultra minoritaria, buscando apoyarse en la derecha, y abre un periodo de profunda inestabilidad política.

Frente a él, NUPES se convirtió en la primera fuerza de oposición, pero su resultado es mixto. Los resultados finales están, en efecto, muy lejos de la demagogia electoral de Jean-Luc Mélenchon que, de nuevo el viernes, aseguró que sería primer ministro a pesar del sentido común.

Al igual que en la primera vuelta, el nivel de abstención que alcanzó el 54 % a pesar de la campaña de movilización realizada desde la elección presidencial, marca la dificultad de su coalición con partidos burgueses como el PS o los Verdes para convencer a las clases trabajadoras y la juventud. Casi 3 de cada 4 jóvenes no votaron en estas elecciones legislativas.

Frente a NUPES, la extrema derecha hizo un gran avance y se constituyó como la segunda oposición al gobierno. RN sí podría multiplicar por 10 su número de diputados, repitiendo su histórico resultado de la primera vuelta. El partido de Le Pen capitaliza así el profundo odio al macronismo, pero también la incapacidad de NUPES para convencer a amplios sectores de las clases populares seducidas por la RN.

Estos resultados dibujan un quinquenio sumamente inestable, donde la capacidad de gobernar de Emmanuel Macron se verá duramente puesta a prueba. En medio de una guerra reaccionaria en Ucrania y mientras la presencia francesa en África está en crisis, esta situación debilitará aún más la posición del imperialismo francés, el pilar de la Unión Europea, en el escenario internacional.

En un discurso de crisis, la primera ministra Elisabeth Borne llamó a construir una “mayoría de acción”, apostando a la posibilidad de acuerdos con la derecha. Pero esto podría ser más difícil de lograr de lo esperado y, en el mejor de los casos, podría obligar a Macron a gobernar más a la derecha de lo que desea.

Si la crisis sanitaria congeló temporalmente el impulso ascendente de la lucha de clases ininterrumpida entre 2016 y 2020, esta inestabilidad política, en un contexto internacional marcado por el aumento de las tensiones en el campo geopolítico, la profundización de la crisis económica y las tendencias recesivas, podría desembocar rápidamente en grandes explosiones sociales. Una situación en la que las “guerrillas parlamentarias” pregonadas por NUPES quedarán impotentes, mientras podría ponerse rápidamente a prueba la durabilidad de esta coalición. Fabien Roussel, líder del Partido Comunista Francés, ya ha comenzado a distanciarse este domingo por la noche.

Al revés de la perspectiva parlamentaria que está en el corazón del discurso de la izquierda institucional, es urgente prepararse para un combate en el terreno de la lucha de clases, buscando aprovechar las brechas que puede abrir la crisis política. Para ello, necesitamos una izquierda revolucionaria a la ofensiva, capaz de intervenir en las luchas por venir y construir un frente de resistencia contra Macron y la extrema derecha.

Información adicional

Autor/a: Aída Palau Sorolla
País: Francia
Región: Europa
Fuente: Público / Izquierda diario

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