El Director General de ese organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, propuso que se reabra la investigación en laboratorios chinos para determinar el origen del virus, en línea con lo que plantea Joe Biden. La potencia asiática se opuso rotundamente.
En enero de este año una delegación de científicos de la Organización Mundial de la Salud estuvo en China, específicamente en el Instituto de virología de Wuhan que es de alta seguridad porque allí se estudian patógenos peligrosos.
Esa investigación, encabezada por Peter Ben Embarek, como jefe del equipo técnico de la OMS, que arribó a China, planteó que era muy poco probable que el Sars Cov 2 sea un producto de laboratorio. En ese mismo sentido ya el año anterior, cuando ese organismo (donde los países imperialistas que lo integran tiene su peso específico en la orientación que se da) definió como pandemia el grado de contagiosidad a la que había llegado el virus del Covid 19, una de las revistas científicas mas prestigiosas, Nature, realizó un estudio donde llegó a la misma conclusión.
Ahora Ghebreyesus insiste en reabrir la investigación, seguramente motivado por la insistencia del Gobierno de Estados Unidos, que siguiendo la misma línea que Donald Trump -motivado por la competencia con la potencia china- continúa afirmando que ese país es responsable de esta pandemia ya que el virus se originó en un laboratorio de la provincia de Wuhan.
El primer funcionario que salió a responder fue el vice ministro de la Comisión de Salud de China, Zeng Yixin, calificando como “falta de respeto” y “arrogancia hacia la ciencia” la propuesta del director de la OMS.
Si bien China es responsable de no advertir a tiempo, como se supo meses después, de que en su territorio ya se encontraba presente el virus Sars Cov 2 (informó a la OMS de los casos en noviembre del 2020, pero diversas investigaciones dan cuenta que al menos ya en septiembre se registraron los primeros casos).
Más que la fuga -intencionada o no- como acusó Trump en su momento y ahora Joe Biden, lo que los gobiernos no mencionaron nunca (China incluida) es el peligro, advertido tiempo antes por varios científicos, del surgimiento zoonótico de patógenos con potencial pandémico. El origen debe buscarse en el corrimiento de la frontera agrícola a partir de la deforestación a ultranza llevada adelante por el agronegocio y la producción industrial de animales (como aves, cerdos o visones), cada vez más desarrollados en el capitalismo por medio de cadenas de valor globales.
Pero eso sería denunciarse así mismos como sostenedores de un capitalismo altamente globalizado que encierra esos peligros para la humanidad.
Por estos días entonces, la disputa entre Estados Unidos y China pareciera que volvió a trasladarse al escenario de la OMS.
Mirta Pacheco@mirtapacheco1
Jueves 22 de julio | 10:12
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