Home » La política de Bush hacia América Latina

La política de Bush hacia América Latina

ALAI entrevistó al estadounidense, historiador y analista de asuntos
latinoamericanos, Roger Burbach (1) sobre la evolución última de la
política de EE.UU. hacia América Latina. Él comentó que a los recientes
cambios políticos que atraviesan la región, -bajo la iniciativa de
gobiernos inclinados hacia la izquierda y de movimientos populares que
han conducido al auge de una agenda reformista opuesta al
neoliberalismo y al militarismo estadounidense-, no se les ha respondido en forma tan
agresiva como EE.UU. solía hacerlo en el pasado. El analista considera
que este hecho se debe no tanto a un cambio en la política hacia la
región, sino al fuerte involucramiento del gobierno Bush en las
guerras, primero en Afganistán y ahora en Irak. “La administración Bush ha
estado tan ocupada y obsesionada con sus guerras imperiales en esos países,
que no ha podido dedicar los mismos recursos, como lo ha hecho
históricamente cuando se siente amenazado, incluso por gobiernos
reformistas, del estilo de Evo Morales y ahora del gobierno de Rafael
Correa” (en Bolivia y Ecuador, respectivamente).

En años recientes, se ha visto una línea política relativamente
moderada hacia la región. No obstante, desde febrero de este año, hay muestras
de un nuevo giro en la política, desde que John Negroponte asumió como
Secretario de Estado Adjunto. “Como sabemos, reciente e históricamente,
Negroponte ha adoptado una línea muy dura e intervencionista hacia todo
lo que se percibe como amenaza para el sistema estadounidense, en
América Latina. Él ayudó a orquestar la guerra de los “contras” en los
años 80, contra los sandinistas en Nicaragua”. De 2005 a 2007,
Negroponte fue Director de Inteligencia Nacional, y antes de ello,
embajador en Irak. “En recientes declaraciones, ha indicado que está
asumiendo una línea implacable frente a Hugo Chávez”, comenta el
analista norteamericano.

Burbach ubica dos fases en la política de la administración de Bush
hacia el hemisferio: inicialmente, fue controlada principalmente por
los neoconservadores, bajo la figura dominante de Otto Reich, nominado en
2002 como Subsecretario del Departamento de Estado para Asuntos
Hemisféricos, y luego (cuando su nombramiento fue rechazado por el
Congreso), como Emisario Especial para Iniciativas del Hemisferio
Occidental, en la Presidencia. “Reich adoptó una actitud de mano dura
contra Chávez, y es probable que haya contribuido a orquestar la
participación de EE.UU. en el golpe contra Chávez en 2002″, asevera el
historiador.

Después de que Reich dejara su cargo en el Departamento de Estado, en
2003, bajo una lluvia de críticas, se produjo un cambio cuando Thomas
Shannon asumió la conducción de los asuntos hemisféricos, y en 2005 fue
confirmado como Subsecretario del Departamento de Estado para Asuntos
Hemisféricos, puesto que aún mantiene. Shannon “introdujo una línea un
tanto distinta. Él prácticamente aceptó como un hecho la elección de
Evo Morales en Bolivia, así como las victorias electorales sucesivas de
Hugo Chávez en Venezuela. Al mismo tiempo, durante los últimos 18 meses,
EE.UU. ha bajado el tono de su discurso frente a Chávez, por lo menos
en el Departamento de Estado”, destaca Burbach, a la vez que reconoce que
las voces disidentes desde el Consejo de Seguridad Nacional y la Casa
Blanca, han estado presionando por una línea más firme. Estos sectores
buscan distinguir entre la “mala izquierda” y la “buena izquierda” en
América Latina: la ‘mala izquierda’ incluiría particularmente a Chávez
y hasta cierto punto a Morales, y por supuesto a Cuba como siempre; la
‘buena izquierda’ sería la de Brasil con Lula y de Argentina con
Kirchner; y entonces tratan de abrir una brecha” entre estas dos
tendencias

La llegada de Negroponte como Secretario de Estado Adjunto tenderá a
consolidar esas posiciones, y con el rango de segundo a bordo de
Condoleezza Rice, él tiene el poder de imponer su perspectiva por sobre
la de Shannon, en la política hacia América Latina. Controla todas las
oficinas regionales, con un manejo más directo que la propia Rice,
puesto que ella se ocupa principalmente del Oriente Medio y los Estados
del Golfo, y conoce muy poco sobre América Latina, según comenta el
analista, quien agrega que: “mi expectativa, dada la experiencia
histórica de Negroponte, es que pronto controlará los Asuntos
Latinoamericanos dentro del Departamento de Estado, e impondrá una
línea política mucho más dura que Shannon”. Incluso se especula que, dadas
las diferencias políticas, Shannon preferiría cambiarse de puesto o
renunciar.

El viaje de Bush: en busca de nuevas alianzas

Es en este contexto que Bush visitará cinco países latinoamericanos.
Roger Burbach estima que detrás del viaje se encuentra la visión de
ensanchar la brecha entre la “mala izquierda” y la “buena izquierda”.
“Bush va a Brasil y Uruguay, que representan los gobiernos de la nueva
izquierda, luego visitará a aliados más tradicionales, como Colombia,
Guatemala y México. Así intenta forjar una alianza diferente, para
tratar de utilizar a los aliados tradicionales de EE.UU., en la
esperanza de conseguir que hagan gestiones ante el gobierno de Brasil,
y en cierto grado ante Argentina y Uruguay, para conseguir que colaboren
con EE.UU. y para abrir un mayor espacio para que los regímenes más
neoliberales puedan actuar sin ser marginados, dado el auge masivo de
la nueva izquierda a través de América Latina. Creo que ese es el papel
estratégico del viaje de Bush a América Latina: intentar lograr
acuerdos separados, intentar engatusar a estos gobiernos, alejarlos de cualquier
alianza y colaboración potencial con Chávez, Morales y ahora Correa”.

De esta forma, dependiendo de los resultados del viaje, el analista
vaticina que su país adoptará una línea más dura hacia Chávez, por lo
menos en el plano del discurso, aunque, como dice, “todo esto tiene que
ser visto en el contexto de EE.UU. obsesionado con la guerra que están
perdiendo en los Estados del Golfo”. Y agrega: “yo estoy seguro que ya
se están realizando actividades encubiertas contra el régimen de
Chávez, de muchos tipos, para desestabilizarlo, así como lo hicieron con el
gobierno del Salvador Allende en los años ’70. No tengo ninguna duda
que EE.UU. está haciendo todo lo que puede para seguir provocando la
desestabilización económica del país, y ello podría lograrse a través
del sistema financiero -incluso a través de los sistemas financieros
privados- para tratar de trastornar las finanzas del país. En ese
plano, actuará con mayor confianza bajo Negroponte. Es claramente su ámbito de
acción: él conoce todas las palancas del ámbito de la inteligencia, y
sabe manipularlas, financiera, económica y políticamente”.

En cuanto al gobierno boliviano, Burbach precisa que el punto principal
de la tensión con EE.UU. no sólo son sus relaciones con Chávez, sino
también su participación en el programa contra el narcotráfico. Morales
ha impuesto sus propios términos para participar en el plan, y se ha
incrementado la cuota de coca que puede ser cultivada legalmente.
Washington renovó recientemente su ayuda financiera para el programa,
pero solamente en forma provisional, por seis meses, luego de lo cual
habrá una revisión. “Morales acaba de decir que él no hará ninguna
concesión al plan de EE.UU.”, señala el entrevistado, un hecho que
podría conducir a ese país a suspender una nueva ayuda al programa.
Este hecho, a su vez, podría desencadenar repercusiones para otras formas de
ayuda bilateral estadounidense, así como presiones hacia las agencias
multilaterales: “entonces esperaría un impulso más agresivo de la
política de EE.UU. hacia Morales. Hasta ahora, con Shannon, los
embajadores han utilizado un tono suave, han estado dispuestos a
conversar sin levantar la voz, ni amenazar a Morales. Es previsible que
esto cambiará muy rápidamente con Negroponte como Secretario de Estado
Adjunto”…

* La entrevista completa se encuentra en:
http://alainet.org/active/16141

(1) Roger Burbach tiene un doctorado en historia económica
latinoamericana. Es director del Center for the Study of the Americas,
basado en Berkeley, California. Ha escrito varios trabajos sobre
América Latina, incluyendo, “The Pinochet Affair: State Terrorism and Global
Justice.” Es también co-autor con Jim Tarbell de: “Imperial
Overstretch: George W. Bush and the Hubris of Empire.”

Información adicional

Autor/a:
País:
Región:
Fuente:

Leave a Reply

Your email address will not be published.