Una investigación de la revista Eye afirma que el mayor alza de los traumas oculares se dio durante los meses de protesta.
La revista científica Eye, vinculada a The Royal College of Ophthalmologists del Reino Unido, publicó un estudio realizado por oftalmólogos y distintos profesionales de la salud del Hospital del Salvador que indica que Chile es el país con mayor cantidad de traumas oculares en todo el mundo, esto a raíz de la represión que se vivió en la revuelta popular de octubre pasado.
La publicación señala que entre el 18 de octubre y el 30 de noviembre fueron 259 pacientes quienes acudieron a la UTO con un traumatismo ocular ocasionado por proyectiles lanzados por las fuerzas represivas en las manifestaciones. Hasta el día de hoy hay contabilizadas 459 víctimas de trauma ocular, donde 26 casos son de estallido del globo ocular, 429 otro tipo de trauma y 9 de estos son de pérdida total de visión irreversible.
Entre los casos más conocidos se encuentra el de Gustavo Gatica, quien el 8 de noviembre en las cercanías de Plaza Dignidad en la capital del país estaba registrando de la represión policial y fue impactado con perdigones que le ocasionaron la pérdida total de la visión en ambos ojos, también está el caso de Fabiola Campillay, quien se dirigía a esperar un bus para poder llegar a su trabajo cuando lo golpeó una bomba lacrimógena en la zona frontal del cráneo, en un registro audiovisual de esa noche se escucha a un policía decir: “uh, se la piteó”, sin ser capaces de brindarle ayuda después de haber sido impactada por el proyectil. Como este son más de 400 casos que no han recibido ayuda de parte del estado, y los que sí, no han tenido un seguimiento constante y apropiado.
Según los informes realizados durante las protestas por el Instituto Nacional de DD.HH, Human Rights Watch y Amnistía Internacional en Chile existe una violación sistemática a los derechos humanos, y así quedó expresado con miles de denuncias y registros de abusos. Estas denuncias de abusos, torturas y traumas oculares han quedado al olvido de la justicia chilena, son miles los casos que siguen en impunidad, sin ningún responsable material de estos brutales actos, pero sí tenemos claros quiénes son los responsables políticos de estos ataques contra el pueblo movilizado.
El presidente Sebastián Piñera junto a sus ministros son los principales responsables políticos de la represión que millones vivimos en las calles de Chile durante la revuelta. El juicio y castigo para los responsables políticos y materiales de las violaciones a los DD.HH. es una exigencia que crece en el país. Durante el estallido social, se hicieron 466 denuncias a agentes del estado por “presuntas vulneraciones” a los derechos humanos contra civiles y hasta hoy son menos de 70 agentes acusados formalmente de esos cientos de denuncias.
El la situación en el país se encamina a debatir en torno al proceso constituyente, las trampas que trae el plebiscito y las propuestas de los partidos tradicionales. Las principales demandas se impusieron en la calle, pero las protestas demostraron ser insuficientes cómo método para conquistar esas exigencias, y la respuesta fue una brutal represión y un “acuerdo por la paz” firmado entre 4 paredes por quienes han profundizado la privatización del país durante los últimos 30 años.
Jueves 27 de agosto | 20:20
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