NUEVA YORK.- Un grafitero llamado Banksy ha logrado colarse en cuatro museos neoyorquinos -Brooklyn, el Metropolitan de Arte, el de Arte Moderno y el Americano de Historia Natural- y colocar entre obras de arte cuatro de sus propias creaciones: un envase de sopa de tomate, un escarabajo armado y dos retratos.
Con estos ‘regalos’ este londinense pretendía lanzar un mensaje contra la guerra y el efecto del miedo al terrorismo. Vea el ‘artístico’ resultado. Banksy logró acceder al interior de las instalaciones de estos cuatro importantes centros culturales de forma desapercibida ataviado con una barba, un sombrero y una gabardina. Una vez allí, pegamento en mano, colocó sus ‘regalos’ y se marchó sigilosamente. Los resposables de los centros tardaron algunos días en darse cuenta de que entre las obras de arte se exhibían otros objetos de procedencia desconocida y cuyo contenido contrastaba con las que había alrededor.
Allí, entre cuadros millonarios, asomaban una imagen de un envase de sopa de tomate, un escarabajo armado con misiles y una antena parabólica, el retrato de una mujer con máscara antigás y otro de un militar de la época colonial con un envase de pintura en la mano. Con estos trabajos, asegura, Banksy pretendía dejar un mensaje contra la guerra y el efecto del miedo al terrorismo en la sociedad. Este londineses ya ha realizado ‘visitas culturales’ similares en la galería Tate de la capital británica y en el museo del Louvre de París.
En una conversación electrónica con el periodista Randy Kennedy y que se reproduce en el sitio de Internet (http://www.woostercollective.com), Banksy explica que también pensó incluir al museo Guggenheim en su ‘lista de donaciones’, pero no se atrevió. Ahora, este grafitero ha saltado a la primera plana de los medios estadounidenses como The New York Times y se está estudiando incluso su aparicion en la cadena CNN. Eso sí, desde Londres.
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