¿Quiénes integrarán el Banco? El Banco del Sur es
una idea original del presidente venezolano, Hugo Chávez, que en agosto
de 2004 propuso la conformación de una entidad financiera regional para
“dejar de depositar nuestras reservas en bancos del Norte” y poder
disponer de esos recursos para “ayudarnos”, en vez de pedir prestado a
organismos multilaterales como el FMI y el Banco Mundial. El proyecto
contó con la adhesión inicial de Argentina, luego se sumaron Ecuador y
Bolivia y finalmente Brasil y Paraguay. La intención es sumar a otras
naciones latinoamericanas. Hoy, por ejemplo, asistirá una delegación
técnica de Chile para recabar información sobre la entidad, pero todo
indica que los fundadores serán los seis países mencionados.
– ¿Cuál será su objetivo? Una de las principales
discusiones de los últimos meses estuvo centrada en los objetivos que
se fijaría la institución. Hugo Chávez pretendía que el banco fomentara
las inversiones y además adoptara el papel de prestamista de última
instancia en la región, algo así como un FMI del Sur. Sin embargo,
finalmente se acordó privilegiar un modelo similar al del Banco
Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDS). En la última versión del
documento fundacional, al que accedió Página/12, se aclara que el
objeto del Banco es financiar el desarrollo económico y social de los
países miembros de la flamante Unión de Naciones del Sur (Unasur),
fundada en abril durante la Cumbre Energética Sudamericana, haciendo
uso del “ahorro intra y extra regional, fortaleciendo la integración,
reduciendo las asimetrías y promoviendo la equitativa distribución de
las inversiones dentro de los Estados miembros”.
– ¿Qué funciones concretas cumplirá? Las
principales funciones del organismo serán: a) financiar proyectos de
desarrollo en sectores claves de la economía para mejorar la
competitividad y el desarrollo científico y tecnológico, b) proveer
asistencia técnica, otorgar fianzas, avales y otras garantías que
apoyen el desarrollo productivo, económico y financiero; c) emitir
bonos, pagarés, obligaciones y cualquier otro tipo de instrumentos y
actuar como agente colocador de títulos de sus socios, captar recursos
financieros de todo tipo y bajo cualquier forma, asistir
financieramente en caso de desastres naturales y d) prestar servicios
de administración de carteras, organizar, constituir y administrar
fideicomisos, actuar como comisionista y custodio de valores, prestar
funciones de tesorería de organismos gubernamentales,
intergubernamentales e internacionales, empresas públicas y privadas.
– ¿Cuál será su capital inicial? Cada uno de los
socios suscribirá igual cantidad de acciones. No obstante, se aclara
que si un Estado suscribe una cantidad mayor el porcentaje de la
cartera sobre el que tendrá derecho a obtener préstamos se incrementará
proporcionalmente. El ministro de hacienda brasileño, Guido Mantega,
aseguró a comienzos de mayo que cada país aportará entre 300 y 500
millones de dólares, pero el capital que efectivamente integrarán será
mucho menor. En el último borrador se destaca lo siguiente: a) El 80%
del valor nominal de cada acción será integrado en dólares: 10% en
efectivo y en cuotas (esto implica un desembolso en efectivo del 8% del
capital suscripto); y el 90% restante mediante un certificado a favor
del Banco en dólares, pagadero en caso de necesidad del Banco. b) El 20
por ciento restante del valor nominal de cada acción será integrado en
la moneda local del Estado: 30% en efectivo y en cuotas (esto implica
un desembolso en efectivo del 6% del capital suscripto) y 70% con un
certificado a favor del Banco, en su moneda local, ajustable
periódicamente y pagadero en caso de necesidad del Banco. La distinción
entre capital suscripto y capital integrado le podría permitir a la
Argentina realizar su primer aporte con fondos presupuestarios, sin
necesidad de recurrir a las reservas.
– ¿Cuál será la estructura de gobierno? El Banco
tendrá un Consejo Ministerial integrado por los ministros de Economía
de los Estados que hubieren suscripto acciones clase A (sólo pueden
hacerlo los países del Unasur). Cada Estado tendrá un voto y el quórum
y las decisiones se toman por mayoría absoluta de los presentes. Este
organismo establecerá las políticas generales de mediano y largo plazo.
Para gestionar el Banco cotidianamente existirá un directorio encargado
de aprobar el presupuesto y los Estados Contables, elegir al
presidente, ejecutar la política financiera, crediticia y económica y
celebrar operaciones de crédito. Cada país clase A pondrá un director.
Al darle un voto a cada país se busca dejar atrás la lógica de los
organismos multilaterales, dominados por los países desarrollados.
Estas serán las principales características del Banco que quedará
inaugurado a fin de mes en Venezuela. Luego será cuestión de esperar
que comience a operar para evaluar sus resultados.
Por Fernando Krakowiak
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