La protesta de los mineros informales en Perú, que moviliza desde el domingo a más de 15.000 personas en varias regiones, ha devenido en tragedia desde su primer día. Al menos seis personas han muerto cerca de la localidad de Chala, 613 kilómetros al sur de Lima, después de que la policía intentara, sin éxito, romper el bloqueo de la carretera Panamericana Sur que mantiene varadas a más de 3.000 personas en la ciudad de Arequipa desde que comenzó el domingo.
Uno de los fallecidos es una mujer que sufrió un paro cardíaco a bordo de un ómnibus que se quedó detenido en la ruta y los otros cinco -entre ellos, un mototaxista que no participaba de la protesta- cayeron abatidos por balas policiales, ha asegurado la fiscal provincial Maruja Flores, presente en la zona. También se ha informado de al menos 23 heridos, varios de ellos de bala. Teobaldo Medina, dirigente de los mineros artesanales en Arequipa, afirmó que en sus filas había 14 muertos, pero esta información no ha sido confirmada por las autoridades.
Según versiones de varios testigos, las muertes se produjeron durante choques entre la policía, que intentaba romper el bloqueo de la carretera usando gases lacrimógenos, y cientos de manifestantes que le lanzaron piedras. Los dirigentes mineros aseguraron que las fuerzas de seguridad dispararon al cuerpo, pero el jefe policial de la zona, coronel José Miguel Briones, aseguró que las muertes fueron consecuencia de la violencia del enfrentamiento. El Gobierno ha establecido hoy un puente aéreo entre las ciudades de Arequipa y Pisco para evacuar a viajeros varados mientras se alista otro intento de desbloquear la carretera, que se teme acabe con más víctimas.
Los mineros artesanales e informales iniciaron el paro por tiempo indefinido en protesta contra el Decreto de Urgencia 012-2010, recientemente emitido por el Poder Ejecutivo, para formalizar y poner límites a la actividad minera informal, que, según el ministro de Ambiente, Antonio Brack, ya ha destrozado 18.000 hectáreas de bosques y causado enormes daños al medio ambiente.
Una de las regiones más afectadas es el departamento de Madre de Dios, en el sureste del país y considerada una de las zonas de mayor biodiversidad del mundo. Allí la explotación artesanal de oro ya ha causado grandes daños, tanto por la destrucción de bosques amazónicos como por la contaminación con mercurio de las aguas de los ríos. Más de 10.000 personas han marchado hoy por las calles de Puerto Maldonado, capital de la región, sin que se registren actos violentos, según una fuente del ministerio público en esa ciudad.
Los mineros -que aseguran que lo que se quiere es desplazarlos para darle paso a grandes empresas- piden la derogatoria inmediata del decreto y la renuncia del ministro del ambiente. El gobierno no parece dispuesto a dar su brazo a torcer. “No vamos a ceder. En el Perú nos hemos acostumbrado a cerrar una carretera para pedir la derogatoria de una ley simplemente porque ya es un capricho”, añadió el ministro Antonio Brack.
El presidente Alan García también se pronunció contra los informales. “Si quieren explotar sin agredir a la naturaleza pongámonos de acuerdo, pero no mediante una minería salvaje que tiñe los ríos color mercurio”, declaró ayer. También comentó que las actividades de minería artesanal traen consigo trata de personas e inclusive esclavización de niños.
JAIME CORDERO
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