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Afinidades y diferencias. Encuentro Nacional Popular

El Seminario

Durante estos meses, diez organizaciones respondieron a los interrogantes: cómo entienden la relación organización política – movimiento social; cuál sector ven como sujeto político, y situación de la izquierda – propuestas para el movimiento político.

El seminario pretendia generar confianzas y fraternidad entre las organizaciones. Como fundamento de este propósito se le solicitó a las mismas que garantizarán la permanencia de varios de sus militantes en cada una de las sesiones. Además para escuchar y conocer a sus hermanos de proyecto político y social.

Pasados estos meses tenemos que decir que con excepción del Modep, Dignidad Obrera y desde abajo, nadie más respondió a la invitación. Lamentable, por que en la perspectiva de construir con mayor proyección estratégica se requiere de continuidad y confianza, y esta surge de la posibilidad de compartir. Al final, aunque con deficiencias, el seminario llegó a feliz termino y nos permitió, desde las respuestas de cada una de las organizaciones, acercarnos a un imaginario y una realidad que se creía en mucho superada.

Puntos de referencia para un análisis de la Izquierda

Uno de los principales problemas que tradicionalmente la izquierda ha tenido que enfrentar es la caracterización de las sociedades dentro de las cuales opera su praxis y, por ende, la definición del carácter de la revolución.

Esta definición es simultáneamente el resultado del análisis de las formaciones sociales y el punto de partida para la formulación de un objetivo estratégico. A la par, implica dar respuesta a toda una serie de cuestiones políticas claves: naturaleza de la revolución, características históricas y estructurales del país, contexto internacional, fuentes teóricas, quién es el sujeto político, cómo construir sujeto político, condiciones objetivas y subjetivas de la revolución, objetivos estratégico y táctico, con quienes llevar a cabo alianzas de clases, vía armada o parlamentaria, etapas de la lucha, etapas de transición, relaciones entre el movimiento social y la organización política, a la vez que debe sintetizarse estas respuestas en una plataforma política y un programa de gobierno.
Períodos en la historia de la Izquierda

Si bien Colombia no ha sido ajena a las ideas de izquierda desarrolladas en los debates internacionales a partir del siglo XIX, es hasta el siglo XX que estas se materializan en las luchas sociales y políticas. Posiblemente por el desarrollo tardío del capitalismo y la formación de un proletariado moderno y de una intelectualidad crítica. No obstante, a mediados del siglo XIX los representantes del liberalismo radical pueden identificarse con las primeras ideas y programas de la izquierda en el país: abolición del esclavismo, universalización de la educación gratuita, reforma agraria, impuestos a la propiedad, derechos civiles y políticos de los sectores populares y un estado laico y federado. Se puede proponer la siguiente periodización de la izquierda en Colombia:

Período revolucionario de los años 1910 a 1935. Influencia de la revolución mexicana y soviética. En Latinoamérica, los marxistas tienden a caracterizar la revolución latinoamericana como socialista y antiimperialista simultáneamente.

El período stalinista, de mediados de los años 1930 a 1959, en que la interpretación soviética del marxismo es hegemónica y, por tanto, también la doctrina de Stalin sobre la revolución por etapas, que definía la etapa de Latinoamérica como democrática-nacional.

El nuevo período revolucionario, entre las décadas de 1960 y 1980, en que surgen (o se consolidan), después de la revolución cubana, corrientes radicales cuyos puntos de referencia comunes son la naturaleza socialista de la revolución y la necesidad de la lucha armada. El objetivo estratégico es de ruptura con los regímenes hegemónicos y el sistema capitalista.

Tras la crisis y derrumbamiento del “socialismo real o de Estado”, a partir de la década de 1990, surgimiento de una izquierda parlamentaria, su objetivo no es la revolución sino la conquista del gobierno, por tanto la tesis de la ruptura se deja de lado por un enfoque reformista, más cercana a la social democracia, ecléctica y pragmática, sin sujeto político definido, defensora de una economía mixta, acepta las reglas del sistema mundo capitalista y propende por un Estado Social y Democrático de Derecho. Nuevos conceptos y categorías políticas entran en la caracterización de la sociedad y en los debates políticos: derechos humanos, democracia, ciudadanía, sociedad civil, desarrollo humano, feminismo y género, etnias, diversidad sexual, medio ambiente, globalización, etc..

Síntesis de las afinidades y diferencias de la izquierda en Colombia (ver cuadro)

Interrogantes
Hèctor Leòn Moncayo

De este ejercicio de encuentro y discusión entre organizaciones políticas quedan algunas inquietudes. En mi opinión, tal vez la forma de la convocatoria no fue la más adecuada; eso, desde luego, es una autocrítica. Recordemos, para empezar, que el objetivo era establecer “afinidades y diferencias” entre las organizaciones de la izquierda colombiana. Aquí comienzan las dificultades. La noción de izquierda, en la práctica, no deja de ser ambigua. ¿Quiénes o cuáles son? Puede tomarse según lo que las organizaciones dicen de sí mismas. Pero, por ejemplo, para Navarro del PDI, he podido comprobar que depende del auditorio. Le gusta más definirse como centro-izquierda o como centro a secas. O puede optarse por lo que piensa la “derecha”. Pero bajo un gobierno autoritario como el que tenemos es claro que izquierda es casi todo. Incluyendo a Serpa, las ONG, el PNUD y la Cruz Roja Internacional. Qué decir de las opiniones de personajes como Fernando Londoño para quien la peor tragedia de la humanidad fue…”La revolución francesa”. O de los paras que no han dudado en asesinar a diestra y siniestra. Más complicado aún es cuando se establece un abanico que va de derecha a izquierda pasando por el centro. Las posibilidades de subclasificación son infinitas. ¿Cómo hacer la ubicación de cada una? ¿Según la distancia frente al gobierno? ¿Quiénes están en la extrema izquierda? ¿Según los medios utilizados, más o menos violentos? Creo que estamos de acuerdo en que este último no sería un buen criterio.

El punto más importante, sin embargo, tiene que ver con los criterios para establecer afinidades y diferencias. En la convocatoria se pedía una definición de la organización. Cada una hizo un esfuerzo, a partir de parámetros doctrinarios y necesariamente casi todas se remitieron al origen o al momento en el cual se definieron las vertientes clásicas del movimiento comunista internacional. Años 60 y 70. La pregunta es: ¿Hasta qué punto son pertinentes hoy en día? El problema no reside en las categorías utilizadas: revolución, clases sociales, imperialismo, capital, etc. Tiene que ver con las líneas divisorias concretas que se establecen en el período histórico que se considera. – Esto es fundamental. Sucede por ejemplo que las corrientes políticas nuevas (algunas, por cierto, se han formado con personas provenientes de las antiguas) no aciertan a ubicarse en la matriz de clasificación planteada. No es que tengan respuestas distintas a las mismas preguntas, sino que tienen preguntas diferentes. – En la práctica, en los 70, tres eran los ámbitos principales: alineamiento internacional, carácter de la sociedad y la revolución, y vía (armada o no) de la revolución. Hoy en día esta problemática no tiene sentido. Incluso en temas aún vigentes en Colombia como lucha armada, la discusión tiene que ver más con la posición frente a la que existe y ya no como opción. El carácter de la sociedad ni se discute. Para no mencionar el alineamiento internacional. En cambio, en el actual período, aparecen otros temas claves: Por ejemplo: ¿Qué significa hoy hablar de revolución? ¿Socialismo de mercado? Al hablar de una etapa inmediata (¿democrática?) ¿se piensa en un “Estado Bienestar”? ¿Se apunta a una opción nacional o a una forma de integración subregional? ¿Qué posición se tiene frente a la corriente que en Latinoamérica ha llegado a los gobiernos (Foro de Sao Paulo)? Incluso, más a fondo, podría preguntarse sobre el uso de las categorías mencionadas antes. ¿Las mantienen o las han reemplazado? – De nuestra parte, ¿sacaríamos de la “izquierda” a los que ya no las usan? – O ¿cuál es la función que se le asigna al partido? ¿Representación del proletariado y vanguardia?¿Qué relación hay entre movimiento social y movimiento político?

En todo caso, habría que definir las líneas divisorias pertinentes (las anteriores son un ejemplo, enteramente discutible), porque, de lo contrario, no podríamos establecer las verdaderas afinidades y diferencias. O nos queda un conjunto casi homogéneo de “izquierda” lo cual sirve muy poco, o solamente para decir, candorosamente: ¿Por qué no se unen o se fusionan? De todas maneras, el hecho de que las organizaciones, ante la pregunta por su identidad, se remitieran a los elementos doctrinarios del pasado es ya un síntoma que valdría la pena analizar. ¿Son una herencia del pasado, sin nexos con el momento histórico? ¿Las diferencias sólo reflejan espíritu de grupo y personalismos? Una buena discusión. Al respecto, cabe advertir, finalmente, que la síntesis comparativa y analítica que ha hecho Libardo Sarmiento se desprende de los resultados del ejercicio, de modo que las inquietudes expresadas tienen que ver con el propio ejercicio y no con dicha síntesis.

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