Es una iniciativa con varios años de implementación y diversas ejecuciones parciales, que por momentos se profundiza y por otros se paraliza o replantea a partir de la resistencia social que encuentra en cada país. La audacia y la capacidad de presión de la banca multilateral, del Fondo monetario Internacional y sus aliados locales la descarga, para su implementación puntual, en los presupuestos locales. El crecimiento de la deuda pública es una de sus consecuencias. Los planes de desarrollo son su “feliz” concreción.
Integración de la infraestructura suramericana (IIrsa), Plan Puebla Panamá (PPP), TLC, son el resumen de esa decisión que proyectan, impulsan y concretan las Etn, llevadas a cabo a través de megraproyectos de interconexión eléctrica, energética, de producción de biocombustibles y otros monocultivos, comunicaciones, cada uno de ellos operativizados a partir de inmensas carreteras, aeropuertos, puertos marítimos y fluviales, que no reparan en aquellos que habitan cada una de las zonas implicadas en los proyectos en marcha.
En, La agenda oculta geoestratégica de la integración USA, de Martha Alicia Duque, documento especial de ediciones desde abajo publicado a finales de diciembre de 2006, tomando como marco el Plan de Acción de las Américas, se brindan elementos para desentrañar los verdaderos intereses de EE.UU., asociados a su geoestrategia de integración que impone en América Latina por conducto de sus Etn. A partir de poner al descubierto estos intereses, se entiende cómo y por qué Colombia es perdedora con el Tlc, pero al mismo tiempo, cómo las Etn estadounidenses son ganadoras.
Para mayor comprensión de esta situación, la autora aborda el nuevo contexto global y la geoestrategia de dominación estadounidense. La fase de transición de acumulación del capital, asociada a la revolución informática y a la globalización neoliberal de la base productiva y financiera.
El otro fenómeno trascendental destacado en ese documento, es la transformación del comercio mundial con la emergencia del Pacífico y principalmente de China e India, con la mayor concentración de población y oferta de mano de obra del planeta y los mas bajos salarios, mercado en el cual empieza a insertarse América Latina, jalonada por las Etn de EE.UU., empezando sobre todo con países del Cono Sur, aspirando a expandirse y disputarse la hegemonía mundial con China. El gran mercado por ende, no es EE.UU., como engañosamente han pretendido embaucarnos con el Tlc, sino el Asia.
Semejante reto, de recuperación de la hegemonía económica y comercial de EE.UU., desde América Latina, conllevó la formulación y puesta en ejecución de la Iirsa y el PPP, como planes indispensables para la construcción de la más descomunal infraestructura física, energética y de telecomunicaciones del hemisferio que interconectará toda Suramérica y la región mesoamericana y desde el pacífico colombiano –puerto alterno al de Panamá- con el Asia. Dichos planes se analizan brevemente en sus orígenes, contenidos, planes de acción e impactos globales.
Para Colombia se toma la agenda interna, antifaz de la Iirsa y del conjunto de reformas exigidas por EE.UU., para adecuar las normas y la institucionalidad y poder operar en forma el Tlc. Se recogen los aspectos básicos de los recursos estratégicos en los ejes de desarrollo de la Iirsa, Andino y del Amazonas de los cuales hace parte Colombia; en la infraestructura física y energética, se hace un breve balance de las políticas en especial de privatización y de las obras programadas y/o en ejecución, las fuentes de financiación con recursos externos y por parte de las comunidades vía privatización directa o concesión, en obras que no están asociadas a estrategias regionales o proyectos productivos, ni realizados los estudios de impacto socio ambiental donde se evidencien los beneficios para las comunidades.
En su análisis la autora, asimismo, aborda los elementos básicos de las reformas en marcha en Colombia, orientadas a otorgar privilegios exorbitantes a las Etn, en menoscabo de su población más pobre.
En el mapa adjunto se pueden observar los Ejes de Multinodales en que se subdividió Suramérica, y dónde se albergan muchos de los proyectos en marcha en la región.
Al detallar esta información, es evidente la urgencia que tienen las fuerzas progresistas del país de liderar un amplio debate público, a través del cual todos los colombianos se percaten de la gravedad de los planes en marcha y de las consecuencias, en el corto y el largo plazo, que se derivan de su implementación para la mayoría de connacionales. No hacerlo es no estar a la altura del momento histórico. Soberanía o dependencia; integración solidaria o sometimiento; guerra o paz, son algunos de los retos a los cuales estamos abocados.
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