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“El mayor faltante de nuestro colegio es la participación”. Hablan estudiantes del Instituto Pedagógico Nacional

desde abajo (da) ¿Qué los motivó a organizarse como expresión estudiantil?


Movimiento Estudiantil Pedagógico (MEP). Nos preocupa la calidad de la educción que se brinda en el país, es decir, queremos una educación adecuada, que se supere la precariedad. Pero también nos preocupa el deterioro de la educación pública, lo cual nos motiva para su defensa, una educación que por demás debe ser crítica y democrática.


 


(da) ¿Hay una coyuntura en especial que los anime a organizarse?


(MEP) Al comienzo de 2007 se presenta la lucha de los profesores y estudiantes de las universidades contra el Plan Nacional de Desarrollo y contra la reforma a las transferencias. Nosotros, que llevábamos varios meses buscando organizarnos, nos solidarizamos con esas luchas. Es ahí, el 30 de marzo de 2007, cuando nos constituimos en movimiento.


 


(da) ¿Realizan actividades de apoyo a esa lucha del magisterio y de los estamentos universitarios?


(MEP) Sí. Convocamos dentro del Instituto en pro de apoyo para esa lucha, asistimos a diversas marchas y actividades educativas, efectuamos charlas sobre el Tratado de Libre Comercio (Tlc), para así poder participar con conocimiento de lo que estaba sucediendo. El 5 de mayo participamos en el Encuentro Nacional de Estudiantes de Secundaria.


 


(da) Parece que ustedes estuvieran más volcados hacia una actividad de difusión. ¿Es así?


(MEP) En parte. No se puede participar activamente si no se conoce lo que está sucediendo. Por eso seguimos como método: primero, informarnos y saber lo que está pasando; no ser indiferentes. Segundo, organizarnos. Tercero, llevarlo a la práctica.


 


(da) Pero, ¿cuáles son algunos de los objetivos del movimiento que constituyeron?


(MEP) Hay varios: ser los voceros del estudiantado del IPN. Incentivar la participación de los estudiantes en los destinos de su colegio. Que se sientan que opinan y definen cuando son asuntos que los afectan directamente. También buscamos ser otra vía para adelantar en el colegio actividades en pro del estudiantado. Queremos ser una opción diferente de lo que es el Consejo Estudiantil. Nos preocupa el estado y cuidado de la limpieza en el colegio, el estado y cuidado de los pupitres, el nivel de pertenencia que se tiene respecto al Instituto.


 


(da) ¿Cómo es la estructura del MEP?


(MEP) En el primer semestre de 2007 constituimos los núcleos de impulso del movimiento que son por grado de estudio, a partir de sexto, y los comités del mismo, que son: de finanzas, propaganda, comunicaciones, relaciones, y el comité central, que dirige el conjunto de estas actividades.


 


(da) ¿Cómo los ven los estudiantes en el colegio y cuál fue su reacción al iniciar este movimiento?


(MEP) Al principio estimulamos mucha simpatía, mucha aceptación. No menos de 120 estudiantes asistían a las actividades que convocábamos. Como la dinámica hacia fuera era tan fuerte (por las jornadas de paro de los profesores y otras), algunos estudiantes empezaron a aislarse, a perder algo de motivación. Allí nos equivocamos en el énfasis.


 


Pero también contribuyó a desanimar a algunos estudiantes la falta de apoyo de las directivas, su señalamiento en contra nuestra, lo cual despertó dudas entre algunos de los estudiantes. Esto nos obligó a reorganizar la forma de actuar. Hoy tenemos unas 30 personas participando activamente dentro del movimiento, y otro tanto, que no es menor a 50 ó 60 estudiantes, que colabora en actividades específicas, más concentradas dentro del Instituto.


 


(da) ¿Cuál ha sido la actitud de las directivas del IPN?


(MEP) Desde el principio, cuando empezamos como movimiento, las directivas nos rechazaron porque creyeron que éramos un movimiento juvenil contestatario. Temían que nuestro interés fuera confrontarlos, pero nosotros estamos preocupados es por la calidad de la educación en el colegio y en el nivel nacional, por que se garantice la educación pública.


 


(da) ¿Pero las directivas y profesores les garantizan espacios para que se organicen?


(MEP) Desde un principio nos dirigimos a ellos reclamando espacios para funcionar y nos contestaron que el movimiento no era legítimo, que no nos daban reconocimiento legal, que éramos prácticamente ilegales. Esa realidad nos hace acudir, para defender nuestros derechos, a la Ley de la juventud y de la infancia, lo mismo que a la propia Constitución.


 


(da) ¿Existe alguna organización estudiantil dentro del IPN?


(MEP) Sí, existe el Consejo Estudiantil, el personero y la delegada al Consejo Académico.


 


(da) ¿Por qué no participan de esas instancias?


(MEP) Porque, a pesar de que los delegados que representan a los estudiantes lo hacen con buena disposición, las autoridades administrativas del colegio logran controlarlos, reduciendo la participación a un acto formal. Hay mucha institucionalización.


(da) ¿Cómo eligen los delegados a estas instancias?


(MEP) El Manual de Convivencia especifica que deben ser elegidos, a principio de año, por voto popular, curso a curso. Se eligen un representante principal y un suplente, quienes asisten a la primera reunión del Consejo Estudiantil y allí, por voto directo, eligen presidente, secretario, vicepresidente y demás funcionarios.


 


Pero hay que precisar que los representantes de cada curso no son los más representativos de los estudiantes. ¿Por qué? Porque los estudiantes no recolocan mucha atención a esas institución, y terminan eligiendo, de alguna manera, a quienes quieren enredar o molestar.


 


El problema de los consejos estudiantiles, en toda la ciudad y el país, es que terminaron sometidos a los rectores; es un aparato suyo. Es tal la situación, que el propio Consejo puede construir propuestas para adelantar dentro del colegio, pero llegan al Consejo académico, a la discusión con las directivas, y terminan desmontándoselas. Es obvio que esa realidad bloquea el posible interés que existiera por parte del estudiantado, en general, por participar en los asuntos que les competen.


 


(da) De acuerdo con la normatividad, ¿cada cuánto se tiene que reunir el consejo estudiantil?


(MEP) Eso no está estipulado. El Manual de Convivencia precisa que el Consejo estudiantil pone su propio reglamento, pero el problema es que por autoridad, por miedo o cualquier otra cosa, el rector termina desmontando la dinámica que se hayan trazado los estudiantes. En una palabra, la participación queda desfigurada.


 


(da) ¿Cuál es el principal déficit del INP?


(MEP) La participación. Tenemos derecho a saber qué van a hacer con nosotros, cómo están proyectando la Institución. Pero no sólo que nos enteren, que podamos opinar y discutir sobre el particular. Que participemos de esas decisiones.


 


Informar, abrir la participación, tiene muchas ventajas, entre ellas evitar confusiones y malentendidos, multiplicar la energía del estudiantado en pro de la institución, neutralizar debates innecesarios, etcétera. Pero también que la institución organice y promueva debates sobre la vida económica, social y política del país.


 


(da) ¿En calidad educativa, laboratorios y otros, cómo está el IPN?


(MEP) El Instituto está bien, podríamos decir que es de lo mejor con que cuentan el país y la ciudad. Es a partir de esa realidad que nosotros, como movimiento, llamamos a los estudiantes para aprovechar a cabalidad los recursos con que contamos. Aquí hay que precisar que las carencias son más de parte de los estudiantes.


 


Pero hay que aclarar que el problema no es solamente estudiar, permanecer encerrados en un edificio o mantener cerrada la mente. También se estudia cuando se piensa y se opina sobre el país, la educación tiene que ser contextualizada y allí tenemos un faltante, pues en el colegio se estimula muy poco la opinión. Estamos en desacuerdo con esa educación acrítica, pues como personas tenemos derechos y valores. No podemos llegar a ser simples trabajadores, laborando en total silencio, en total conformismo. Como nos dicen en el colegio mismo, “están formando personas”, pero si de verdad quieren que salgamos afuera, sabiéndonos desempeñar, nos deben permitir saber que está pasando en el entorno.


 


(da) ¿Cuál sería una propuesta para que más estudiantes se interesen por participar de las actividades organizadas por el MEP?


(MEP) Difundir más temas de su interés: calidad educativa, costos educativos, Valmaría*, etcétera.


 


(da) ¿Organizan alguna actividad en particular en la actualidad?


(MEP) Sí, tenemos en marcha la realización de un foro sobre democracia y participación en el IPN. El colegio está organizado, al llegar a décimo y once, en énfasis, y entre los estudiantes gusta mucho la temática de sociales.


 


Sacarlo adelante ayudaría mucho. Tomando en cuenta que al mismo asistirían delegados por curso. Eso los motivaría para que no se preocupen solamente por la situación de su salón, por el estado de la ventana, la puerta o cosas de esas, sino también para que miren de conjunto el colegio.


 


(da) Hay un tema que ustedes, a pesar de su juventud, no han mencionado, el tema de cultura y juventud.


(MEP) Son temas que no hemos planteado de manera directa pero que de hecho están presentes en toda nuestra agenda: derechos y valores. En el movimiento se expresa gran variedad de expresiones culturales urbanas.


 


En cuanto a los jóvenes y la cultura, tenemos muy claro que debemos aclarar nuestra responsabilidad y nuestros derechos con respecto a la sociedad. No podemos ser indiferentes respecto al mundo donde vivimos. Debemos participar y asumir con madurez la responsabilidad que tenemos con respecto al conjunto social.


 





Flexibilidad laboral y calidad educativa


 


«En el colegio se sienten con toda nitidez problemáticas que están vivas en todo el país, como la flexibilización laboral, los bajos salarios que conlleva y la falta de apropiación de la Institución por parte de algunos profesores. La flexibilización se manifiesta con los contratos a término fijo o por convenio. Los profesores que están vinculados de esa manera no pueden participar activamente en la vida del colegio. No cuentan con garantías de estabilidad laboral y por ello no opinan activamente».


 




 


El Instituto Pedagógico Nacional


 


Este centro de estudios, formador de docentes hasta 1994 (ofrecía el titulo de bachiller normalista), fue fundado en 1927. Depende de la Universidad Pedagógica Nacional y es un instituto del orden nacional.


 


Sus amplias instalaciones, ubicadas en la Calle 127 de Bogotá, una zona residencial de estrato 6, les permite a sus estudiantes gozar de todas las posibilidades de espacio y recreación.


 


Cantidad de estudiantes que atiende: 2.000.


Planta de docentes: 152.


Funcionarios: 128


Presupuesto anual: 6.500 millones de pesos.


Costos: Funcionamiento (aseo y otros) 120 millones de pesos.


Ingresos: por matrículas, certificados y convenios: 2.000 millones de pesos.


Déficit: 4.500 millones de pesos, que son cubiertos por la Universidad Pedagógica Nacional.


 


Las matrículas y pensiones se determinan por declaración de renta. El mayor porcentaje de estudiantes procede de las localidades de Suba y Usaquén. “Yo soy estrato 4 y cancelo cada mes $ 40.000”, enfatiza uno de los entrevistados. “Pero hay gente que cancela cada mes 100 mil e incluso 200 mil pesos”.


 


“La reducción de la planta de estudiantes es la estrategia oficial para superar el déficit presupuestal del IPN. De los 2.000 que hoy asisten, se proyecta recudirlos a la mitad en unos años. Para lograrlo, se elevarán tarifas de estudio y costos educativos en general. Pero, además, justificarán esta decisión con el perfil o vocación que le quieren otorgar al colegio, haciéndolo un centro de investigación e innovación”.


 


¿Qué pasa si esta idea se hace realidad?, preguntamos a los entrevistados: “1. Se reducirían los cupos para estudiantes. 2. Las matrículas se encarecerían. 3. Se reduciría la planta de docentes. Este es el argumento principal de las directivas del Instituto para trasladarnos a Valmaría”.


 





Valmaría, ¿de la 127 a la 177?


 


 


Aunque la Universidad Pedagógica adquirió desde la década de 1960 el terreno denominado Valmaría, para construir allí el conjunto de la Universidad, solamente desde hace unos pocos años se empieza a hablar de concretar tal proyecto, al cual se integra el Instituto Pedagógico Nacional.


 


Entre los argumentos esgrimidos para sustentar el traslado de la Universidad está el de la dispersión de sus sedes y la imposibilidad de crecimiento de las mismas, pues así lo dispone el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá. Sin embargo, el traslado del IPN no se puede soportar en igual razonamiento, pues como todos somos conscientes, la sede del Instituto es adecuada, cómoda y no tiene demanda de ensanchamiento.


 


Ante esta realidad, la decisión del traslado merece se le informe con todos los detalles a estudiantes y padres de familia. Las incomodidades y sobre costos que generaría la reubicación del Instituto así lo demandan, pero también la construcción de identidad y pertenencia.


 


Sería bueno saber, de efectuarse el traslado, que harían con la sede de la 127, para la cual habría que demandar que el Distrito Capital la adquiriera y construyera en ella una subsede para el Jardín Botánico, o en su defecto un parque para recreación activa y pasiva. En todo caso, habría que insistir en no llenar más de cemento la ciudad, especulando con estas hectáreas de tierra que como todos los urbanistas saben valen varios miles de millones de pesos.


 


Compartir, así mismo, opiniones sobre la destinación y uso de las sedes de la 72 y Nogal, las cuales deben ser destinadas para uso cultural público, que tanto requiere la ciudad, como teatros, cines, espacios para música, danza, artes plásticas y demás goces del espíritu.


 


Todas estas inquietudes son las que nos motivan para organizar la realización de un foro en el IPN sobre Valmaría.


 

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