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Comunas y economía comunal, planeación y presupuestos participativos. Crisis mundial del capitalismo y construcción del socialismo en Venezuela

La venta, el uso y consumo de bienes importados fue promovida en América Latina por los medios de comunicación: la radio, a partir de los 30, el cine y la televisión desde los 50. Con la manipulación de las conciencias y fabricando deseos, los Estados Unidos y Europa nos impusieron parte de sus hábitos de vida y de sus patrones de consumo. Más adelante, con el modelo neoliberal implantado desde los 70 del siglo XX sustituyeron la poca producción nacional por más importaciones, con las cuales su economía y sus ganancias crecían, y sus niveles de desempleo se hacían relativamente bajos. Ahora, con el gobierno en nuevas manos y la Revolución Bolivariana, la democracia participativa y protagónica de la población se hace real cuando vota para elegir sus gobernantes y en muchas otras decisiones periódicas que afectan su vida. Ante la crisis internacional, las inversiones para gasto social se mantienen gracias a las reservas internacionales acumuladas y los fondos de desarrollo creados por el gobierno que dirige Chávez.

Es evidente. Con su economía que fue distorsionada y con su aparato productivo fuertemente, en el marco de una economía rentista –proveniente de la refinación de su petróleo que convirtió a Venezuela en un país subordinado y dependiente: exportador de petróleo crudo y consumista, e importador, en especial alimentos y bienes manufacturados: de lujo para la oligarquía y de mediana calidad para la población–, hoy, una buena parte del pueblo trabajador cuenta con el apoyo del gobierno revolucionario, que destina grandes recursos –provenientes en su mayoría de la renta petrolera– para el apoyo de los proyectos de los Consejos Comunales.

La crisis mundial del capitalismo, en sus expresiones financiera, económica y ambiental, con epicentro en los países industrializados, tiene fuerte efecto en Venezuela por su incidencia en el presupuesto nacional. El precio del petróleo cayó en febrero de 2009 a menos de 40 dólares-barril, cuando fue calculado a 60 dólares para el mismo período. En años previos, llegó hasta 150 dólares.

Esta rebaja obligó al Presidente y la Asamblea Nacional a reajustar el presupuesto en febrero de 2009 y subir el IVA de 9 a 14 por ciento, afectando el monto de los recursos para muchos proyectos nacionales, presupuestos y planes de desarrollo de gobernaciones y alcaldías, y la capacidad adquisitiva de los trabajadores.

Desde el mes de marzo, el precio del crudo sube lento hasta los 60 dólares en junio de 2009. Se espera que se ubique en 70 dólares al final de año. Pero la profundización de la crisis, convertida en recesión, que frena y obliga a disminuir la producción industrial de los países europeos, Estados Unidos y Japón, pudiera presionar de nuevo los precios a la baja. Hay incertidumbre. La construcción del socialismo exige planificación y no inseguridad. O, en todo caso, cada día mayor planificación y menor incertidumbre.
Necesidad en Venezuela de superar la economía rentista

Dadas estas circunstancias, y en una perspectiva de transición del capitalismo al socialismo, el pueblo organizado en Consejos Comunales, Comunas, Consejos de Trabajadores y Redes de Productores de Materias Primas debe ser y debería ser el principal actor. Además de las contiendas electorales en las que ha vencido desde diciembre de 1998, tendría que participar en la planificación de todas las dimensiones y aspectos de la vida: los políticos, sociales, culturales, económicos y ambientales. De esta manera, los éxitos iniciales crearán el ambiente social y político favorable para posteriores proyectos de Empresas de Propiedad Social (EPS).

Planificación participativa, poder popular y economía comunal

Es la tarea. Aún, frente al descenso del precio internacional del barril de petróleo, en un paso histórico en busca del socialismo, que avanza dentro de las características institucionales y electorales, las comunidades organizadas están ante el desafío de planificar con inteligencia: de establecer cuáles son las necesidades a satisfacer con prioridad y cómo invertir de modo sustentable los recursos del Estado, complementados con autofinanciamiento comunal. No se trata entonces, de producir solo bienes materiales.

Al mismo tiempo que se producen bienes, servicios y conocimientos sustentables, se debe producir cultura socialista. Propiciar el desarrollo endógeno local y regional socialista para depender menos del apoyo estatal y de las importaciones, factor indispensable para afianzar en el mediano plazo la soberanía del país y su marcha al socialismo. Es necesario tener en cuenta y prever junto a otros varios motivos de importancia estratégica, que por diversas circunstancias podrían bajar de nuevo los precios del petróleo en el mercado mundial, lo que ocasionaría la disminución progresiva de las reservas internacionales y de los fondos sociales. Que en ese caso podría haber menos divisas disponibles cada día y, por tanto, sólo sería posible importar lo esencial.

En otras palabras: las Comunas y el Poder Popular de contenido socialista sólo existirán si cuentan con una economía productiva en que la población de un territorio, conjuntamente con el Estado, local y regionalmente, tomen las decisiones fundamentales sobre: qué producir, cómo hacerlo y con qué modelo de gestión; cómo distribuir el resultado del trabajo y los excedentes generados en el proceso de financiación, producción, transformación, distribución y consumo.

Tal como insiste el presidente Chávez, la economía venezolana debe concretarse en Empresas de Propiedad Social Directa (de la comuna) con Gestión Socialista, articuladas a las cadenas y redes socio productivas de su rubro o sector. En ellas, las Empresas de Propiedad Social Indirecta (del Estado) juegan un papel fundamental. A estas cadenas y empresas del Estado deben articularse también otras formas de propiedad social y privada (incluye a las cooperativas).

Criterios fundamentales para seleccionar proyectos de EPS a financiar por el Estado

En medio de la crisis económica y general del sistema capitalista mundial y su proyección a Venezuela en diferentes ámbitos de la vida económica, social, política, cultural y militar; y teniendo en cuenta:

a.    Los recortes al presupuesto nacional y por tanto a las gobernaciones, alcaldías e instituciones del Estado;
b.    La experiencia histórica acumulada y los planteamientos del presidente Chávez en materia de economía política, difundidos por televisión y en sus escritos semanales “Las líneas de Chávez”;
c.    La lógica socialista y comunitaria mínima necesaria.

 Sugerencias generales, que pueden particularizarse así:
   
•    Formación en Gestión Socialista y capacitación. Los proyectos de EPS se financiarán por el Estado mediante el Sistema Único de Financiamiento de los Consejos Comunales (Safonac), Inapimi, Bandes, Banfoandes, Banmujer y otros, solo si (entre varios requerimientos de obligatorio cumplimiento que no pueden ser los mismos de proyectos capitalistas) se han formulado con participación de los sujetos sociales que van a ejecutarlos, así como de quienes serán afectados o influidos por su actividad; y también por los destinatarios de sus productos o servicios.
•    Que algunos voceros de Consejos Comunales o líderes comunitarios, que deben desempeñar un papel clave en la formulación del proyecto, sean financiados temporalmente por instituciones públicas. Así podrán dedicar el tiempo necesario para contribuir con eficiencia en formular proyectos de cierta complejidad, como pudieran ser: plantas de procesamiento agroindustrial, depósitos comunales de materiales de construcción y ferretería, proyectos de vivienda comunal y mercado comunitario.
•    Todos los proyectos de EPS correspondientes a un mismo estado, o que vayan a desarrollarse en el territorio de una misma comuna en proceso de construcción, deberán ser considerados interrelacionada y sistémicamente. Luego deben ser desarrollados en sus múltiples aspectos.
•    Concentrar en unos cuantos proyectos prioritarios el potencial humano existente y los recursos disponibles (o susceptibles de conseguir) de todo tipo: financieros, técnicos, naturales, ambientales, de infraestructura, para lograr éxitos reales de carácter socialista, que servirán de referencia y como factor comparación.
•    Estos proyectos deben estar localizados en territorios donde haya mejores condiciones políticas y sociales para avanzar en la construcción socialista.
•    Estos proyectos serán aprobados si han sido concebidos de manera integral (los que estén incompletos deberán completarse). Deben incluir toda la cadena y red socioproductiva (aunque algunos eslabones ya pueden existir y sólo haga falta articularlos), porque, de lo contrario, como ya lo demuestra la experiencia, serán subordinados y convertidos por los monopolios en eslabones de la reproducción del capitalismo.

•    Las cadenas y redes socioproductivas deben abarcar:

    a. Financiamiento.
    b. Producción primaria (agrícola, pecuaria, pesquera, forestal, minera).
    c. Acopio y transporte.
    d. Transformación industrial y agroindustrial.
    e. Distribución.
    f. Intercambio.
    g. Consumo final.
    h. Distribución de excedentes.

Por una economía productiva comunal, socialista y sustentable

Por esto, y porque en la etapa actual de la revolución se requiere crear nuevas relaciones sociales con valores socialistas en los procesos integrados de financiamiento, producción, distribución, intercambio y consumo, la planificación y el presupuesto participativo no pueden basarse sólo en determinar necesidades y aspiraciones de la comunidad, definiendo prioridades, para solicitarle al Estado los recursos que permitan satisfacerlas. Esto genera dependencia del Estado y no corresponsabilidad Estado-Comunidad; minusvalía de la comunidad y sus integrantes; parasitismo y alienación. Y estimula el clientelismo político, el burocratismo y la corrupción.
 
Es indispensable crear, con participación protagónica del pueblo, una economía en transición al socialismo, productiva y de servicios, capaz de satisfacer en forma sustentable sus necesidades materiales y culturales, y crear condiciones favorables para su máxima estabilidad, seguridad y felicidad posibles. Así se avanza en la construcción del verdadero poder popular, socialista, y en minimizar el clientelismo político que reproduce al viejo Estado burgués, que a la vez reproduce las principales bases de la explotación y la reproducción metabólica del capital: a. División social y estructura jerárquica del trabajo, b. Alienación social, y c. Propiedad privada sobre los medios fundamentales de producción. Esto se puede hacer a través de EPS con gestión socialista, que pueden ser propiedad social directa (de las comunas), indirecta (del Estado) o mixta, en que se combina la propiedad social de las comunas con la estatal.

Caracas, junio 5 de 2009
Por Rafael Enciso, Economista. Investigador.

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