Estamos acabando con los minerales de la
Tierra, y, si no hacemos algo al respecto, pronto la
tecnología que usamos hoy deberá ser descontinuada,
pues no existirá el material para desarrollarla.
CARLOS ARTURO CADAVID V*.
En la última década, los esfuerzos de la comunidad y organizaciones mundiales se ha centrado en combatir el calentamiento global que artificialmente han propiciado las grandes industrias y asimismo en la progresiva deforestación del planeta y el aniquilamiento de sus especies, pero muy poco se ha hecho sobre la escasez que afrontan los minerales que se utilizan en los componentes electrónicos que son extraídos en forma incontrolada.
La desaforada fabricación y la venta de toda suerte de adminículos electrónicos, desechables en su mayoría, por parte de los grandes emporios del ramo que buscan un rápido retorno del capital y exageradas ganancias, les han infligido un daño irrecuperable al manto y los recursos terráqueos, hasta el punto de que escasea ya gran parte de los minerales que se utilizan en aparatos modernos, caseros e industriales (computadoras, celulares, electrodomésticos).
Estudios muy serios indican que la situación es tan alarmante que en los próximos 100 años no que darían yacimientos de importancia que suplan estas necesidades del consumismo. Claro que es muy satisfactorio el asombroso nivel que han alcanzado la ciencia y la tecnología para facilitar la vida del ser humano, pero también es cierto que se consigue con la despiadada sobreexplotación de millones de personas y recursos naturales no renovables, cuyo resultado económico es acaparado por unas contadas multinacionales. A la hora de las cuentas, como pasó en el reciente Foro Mundial sobre el Calentamiento Global de Copenhague, los gobiernos que representan a estos bucaneros contemporáneos se lavan las manos.
La ciencia y la tecnología debieran ser patrimonio de la humanidad, pues con un uso planificado y democrático debe producir satisfacción, equidad y vida digna para todos (“calidad”, dirán los neoliberales y los neoconservadores).
Los datos que se ven en la tabla final nos muestran la otra catástrofe que enfrenta el ser humano por culpa de un anacrónico sistema individualista e insensible que debiera ser suprimido de la faz de la Tierra, y en su lugar erigirse un nuevo orden planetario basado en la solidaridad y el humanismo.
También indica la preponderancia que adquiere el papel reutilizador y reciclador por antonomasia que desarrollan los técnicos electrónicos en nuestra región y en el mundo entero, al alargar la vida útil de estos aparatos en contravía del consumo desordenado e innecesario que nos imponen las multinacionales. Es éste un oficio meritorio que debe destacarse cada 30 de enero, Día Clásico del Técnico Electrónico.
Medellín, Colombia, enero de 2010
REVISTA MUY INTERESANTE, AÑO 24, NÚMERO 240, 2009**
Mayores reservas de minerales estimadas por país al ritmo de consumo de diciembre de 2009
Mineral Reservas
estimadas Uso mayoritario País y porcentaje de reserva
Tantalio 20 años Cámaras Brasil, 48%
Plomo 8 años Pilas Australia, 19%
Plata 9 años Placas electrónicas Polonia, 25%
Antimonio 13 años Controles remotos Chile, 62%
Oro 36 años Microchips Sudáfrica, 40%
Uranio 20 años Plantas nucleares Australia, 23%
Níquel 57 años Celulares Australia, 19%
Platino 42 años Automóviles Sudáfrica, 88%
Indio 4 años LCD Canadá, 33%
Cobre 20 años Hilos y cables Chile, 38%
Estaño 17 años Controles videojuegos Brasil, 22%
Litio 46 años Baterías Bolivia, 52%
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