La escritura es un oficio poco estimulado entre las nuevas generaciones. Pero soltar la mano es factible. Aquí, una motivación.
La literatura necesita nuevos escritores, gente joven con nuevas ideas pero sin olvidar los logros, los estilos y las corrientes que han dejado los consagrados. Se requieren jóvenes escritores con imaginación, que quieran tomar el reto de estar frentea la hoja en blanco para darle una forma lteraria.
No es necesario estudiar una carrera determinada; ni la literatura ni el periodismo ni la antropología, entres otras carreras, son requeridas ni obligatorias para tener la sensibilidad necesaria para escribir. De ejemplo podemos tomar a Ernesto Sabato, que estudió en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas y logró un doctorado en Física; luego, gracias a una beca, realizó trabajos investigativos sobre radiaciones atómicas en los Laboratorios Curie en París, sí, los que descubrieron el radio y el polonio. Escribe grandes novelas como El túnel, Sobre héroes y tumbas, Abaddón el exterminador y Antes del fin. O también a Antoine de Saint-Exupéry, aviador que escribió El principito, entre otras obras. Tampoco es condición indispensable escribir novelas extensas, como Los miserables del Víctor Hugo o el Ulyses de James Joyce, de más de 900 páginas. No. Eso no es necesario. Puedes escribir un cuento tan corto como el que se considera el más corto del mundo, El dinosaurio, de Augusto Monterroso, y que quiero compartirlo con ustedes: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
Ya no tienes excusa por la extensión. Ahora pondrás como pretexto que la literatura es sólo para hombres. Si piensas así, estás equivocada. Voy a ponerte sólo algunos ejemplos: Emily Brontë, autora de Cumbres borrascosas; Marguerite Duras, de El amante; y, para no ir tan lejos, Doris Lessing, galardonada en 2007 con el Premio Nobel de Literatura, de quien se destacó El cuaderno dorado. Y si deseas una de las nuestras, nombro a Laura Restrepo, ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2004, con su Delirio.
Quizá con esto resuelto, podrás argüir que un impedimento es la edad. Tampoco lo es. Porque Edgar Allan Poe publicó por primera vez a los 18 años con Tamerlán y otros poemas, pero Miguel de Cervantes Saavedra, escribió La galatea, su primera novela. a los 38 años. Puedes escribir desde la edad que desees, siempre que tengas algo para contar y compartir. El estilo lo impones tú. Puedes hacer desde un cuento hasta una novela sin necesidad de especializarte ni en lo uno ni en lo otro. Te cito un ejemplo: el colombiano y Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez 1982 escribió Doce cuentos peregrinos, Los funerales de la mama grande, Ojos de perro azul, todos ellos cuentos, y también La hojarasca, El amor en los tiempos del cólera, Del amor y otros demonios, El coronel no tiene quien le escriba y la que está considerada como su obra cumbre, Cien años de soledad, todas novelas, entre muchas otras. Otro caso: Orhan Pamuk ha hecho ocho novelas y recibió el Nobel de 2006; o un cuentista consumado como fue el argentino Jorge Luis Borges. No es si no que te atrevas.
También puedes optar por la poesía, como el chileno Neftalí Ricardo Reyes, conocido como Neruda, a quien también le fue otorgado el Nobel en 1971 y de quien se destacó su Canto general. Ahora sí creo que no tienes pretexto para hacerlo. Ya puedes ver que no hay límites, porque puede escribir lo que desees, desde cuentos cortos, ensayos, poesía, hasta tragedias como las de William Shakespeare. Y por qué no filosofía, como Platón, Descartes, en fin; o novelas extensas. Tienes muchas herramientas y ningún pretexto. Ya puedes empezar; tomar todos los géneros artísticos y literarios para hallar tu propio camino.
En Colombia, en los últimos dos años, han comenzado a premiar a jóvenes estudiantes y maestros en concursos de cuento, y, aunque esto no es suficiente, todo depende de jóvenes como tú. ¡Ánimo! Claro que creo que no faltará alguno que otro consejito para que llegues a ser tan grande o mucho más que uno de los que ya te mencioné, y que, si siguiera con los nombres, nunca terminaría porque hombres que han dejado enseñanzas a la humanidad hay tantos como granos de arena en el mar.
El primero: debes leer, leer y leer, mucho, de lo contrario no podrás ni tan siquiera remedarlos. Ese no es un pretexto, porque en Bogotá se han creado puntos estratégicos en los cuales puedes conseguir libros prestados, además de que hay bibliotecas que ya muchos han olvidado. Ese es mi primero y más grande de todos los consejos y el de todos los escritores. Si quieres llevar tu imaginación a lugares aún insospechados por el hombre, no debes olvidarlo jamás. El segundo: escribir. Debes hacerlo todos los días. Puedes escribir media cuartilla sobre lo que te sucedió en el colegio, en la universidad, en tu trabajo, o lo que quieras plasmar en esa hoja en blanco a la que debes darle forma literaria. La escritura es un oficio que encuentra su perfección con la práctica. El tercero: ser disciplinado tanto con la lectura como con la escritura. Con eso solucionado, y si perseveras, podrás obtener igual o mayor reconocimiento que alguno de los escritores ya mencionados.
Espero que antes de terminar la lectura de este artículo ya hayas ido a pedir un libro prestado a la biblioteca y estés listo para escribir la primera media cuartilla de hoy. ¡Ah, y no olvides entregar el libro, porque otros también desean leerlo, al igual que tú!
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