La asamblea de accionistas de la ETB, liderada por Marta Vereño, representante del Distrito Capital, decidió concederle otro 10 por ciento al sector privado, que en otras palabras significa la entrega cada vez más profunda del patrimonio público al capital transnacional. Durante el segundo mandato de Antanas Mockus ya se había feriado un primer 11 por ciento de la ETB, cambiando su status de empresa del Estado a empresa mixta. Después de la privatización de casi todas las electrificadoras departamentales, una gran parte de Ecopetrol y de ISA, la de la ETB entraría en el marco de las políticas neoliberales: más capital privado, menos capital público.
La dirección, que presentó a la privatización como un “socio estratégico”, avanza el argumento de que la ciudad no está en capacidad de inyectarle capital para asegurar su competitividad, tanto en el nivel de la tecnología de punta como en el financiero. Hasta el día de hoy, tres multinacionales han emitido propuestas para hacerse con esta nueva oferta: la Telefónica-España, Telmex-México y Entel-Chile. El próximo 30 de junio, la dirección de la ETB recibirá las propuestas de tales firmas y emprenderá el proceso de análisis para decidir sobre “la mejor oferta”.
En un comunicado de prensa del 13 de mayo de 2010, Sintrateléfonos expone su contrapuesta, a fin de superar las necesidades financieras y tecnológicas de la ETB. Por un lado, surgiere “adquirir un empréstito internacional por un monto aproximado de mil 500 millones de dólares, a 20 años y con tasas de interés preferenciales, con períodos iniciales muertos para capital e intereses, y avalado por el Distrito”. Y, por otro lado, propone recurrir a los mercados chino y coreano que “ofertan la tecnología que demandaría la Empresa, sin más requerimientos que la voluntad de hacerlo, y sin las discriminaciones odiosas de la llamada economía de escala”.
Insiste el Sindicato en la necesidad de invertir en programas de investigación y desarrollo, de realizar alianzas estratégicas y sinergias tecnológicas y comerciales con empresas similares. En esta perspectiva, propone llevar a cabo integraciones verticales, comprando, por ejemplo, una cablera.
Según lo recuerda el boletín del sindicato, la ETB genera activos aproximados a 6,5 billones de pesos, tiene un nivel de endeudamiento de 30 por ciento, y su nómina representa una carga solamente de 16 por ciento sobre el total de costos de producción y venta. Además de tener participación en Colombia Móvil (Tigo), es también propietaria de Emtell (Empresa de Comunicaciones del Llano, Villavicencio), Colvatel (prestador de servicios y soluciones integrales de Tecnologías de Información y Comunicación) y Teletequendama. Ninguno de estos datos, que son más bien señales de buena salud, legitima la decisión de la privatización.
Como accionista principal, con 84 por ciento de las acciones de ETB, el Distrito Capital obtiene anualmente, en promedio, 200 mil millones de pesos para el presupuesto de la ciudad.
Una acción popular, basada en “la defensa del patrimonio público”, que impulsó Sintrateléfonos ante la justicia administrativa en septiembre de 2009, logró en primera instancia suspender el proceso de privatización, pero esta decisión fue invalidada luego por el Tribunal Administrativo de Bogotá.
Las acciones del Sindicato para dar a conocer esta problemática a la ciudadanía, verdadera propietaria de la Empresa, son constantes: apertura de comedores comunitarios, talleres educativos sobre la Empresa, tarifas, mantenimiento de redes telefónicas en barrios populares, etcétera. Pero, además, protestas callejeras. Es así como el miércoles 19 de mayo se llevó a cabo una marcha para hacer público el desacuerdo ciudadano con el proceso de privatización de la ETB que pretende el alcalde mayor de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, con el silencio de su partido, el Polo Democrático Alternativo.
Según fuentes del Sindicato, en la marcha participaron 3.000 manifestantes que recorrieron el centro de Bogotá desde la Plaza Eduardo Umaña Mendoza hasta la Plaza de Bolívar, para instalarse frente a la sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá y exigir al Alcalde que cumpla con “su promesa electoral de no emitir más acciones que lesionen la participación de capital público en ETB”. En la protesta, según la misma fuente, hicieron presencia solidaria numerosos sindicatos de los sectores energético, metalúrgico, de las universidades, y de profesores y estudiantes.
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