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Alternativas desde abajo. Agrocultura

Interdependencia solidaria y coevolución

Se trata de un movimiento global hacia la agricultura ecológica, hacia la soberanía alimentaria y hacia un control verdaderamente democrático de los medios de producción y subsistencia que intenta alimentar a la creciente población mundial sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras1.

Hemos dado el salto de recolectores, cazadores y agricultores a seres cada vez más incapaces de interactuar armoniosamente con la naturaleza, creyendo ciegamente que aquello que hacemos no tiene efectos sobre el ecosistema global. Obnubilados por la atmósfera de confusión que se ha impuesto, en gran parte desde los poderes occidentales, hemos acabado por cimentar nuestras poblaciones en un antropocentrismo suicida, en la idea funesta de que “todo lo que está allí y nos ha sido dado” sólo existe para ser explotado, para ser utilizado sin cuidado, no respetado como valioso.

Desde hace más de 200 años, con la industrialización, se engendró una manera violenta de relacionarse con la tierra, que justifica en los supuestos incrementos de la productividad el desconocimiento y vulneración de los delicados equilibrios que tiene como organismo vivo. Esta forma de proceder conduce a que hoy nos encontremos en una situación de “alienación existencial”: una sociedad planetaria apresada en un curso arrasador. Más de tres mil millones de personas están condenadas a un lento exterminio si se sigue expandiendo el libre comercio mundial en el campo agroalimentario2.

Con el ánimo de tratar estos temas y conversar sobre la cosmovisión nativa con relación a los alimentos, en febrero le hicimos una entrevista a Juan Muelas Tróchez, comunero del pueblo misak-misak y actual responsable del programa de Agricultura Urbana que dirige el Jardín Botánico José Celestino Mutis3.

Juan Muelas Tróchez nació en 1962 en lo que hoy día llaman Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca. Al igual que su padre, Lorenzo Muelas4, dedica su entereza y su labor al compromiso de rescatar, revalorar, sembrar, resembrar, y proteger el conocimiento ancestral, la autoridad, el territorio, la autonomía y la identidad cultural, especialmente en su lugar de origen: Pueblo misak-misak.

Concepto promisorio desde Kauka: madre de bosques y aguas

Agrocultura (cultura del agro) -nos cuenta Juan Muelas- es un ‘sistema’ de soberanía y seguridad cultural que se fundamenta en la cosmovisión ancestral que faculta el buen uso y el manejo armónico y equilibrado de las potencialidades y debilidades del territorio y la tierra; la biodiversidad y las comunidades con sus concepciones, valores, hábitos alimentarios, nutricionales y medicinales, en armonía con los requerimientos del ciclo de vida: preconcepción, concepción, nacimiento, niñez, juventud, madurez, muerte física y regreso espiritual.

Es así como la agrocultura nos da a entender que no es explotación agropecuaria, como siempre lo han llamado; no es una política estomacal, como lo plantea la seguridad alimentaria; no son huertas de pancoger ni simple producción, mucho menos formulación de la dieta balanceada que plantean los nutricionistas. Tampoco se trata de una “agricultura” realizada sólo en función de la comercialización de productos y el lucro.

Juan, como sabedor, agrocultor, investigador, no solamente se enfrentó desde muy temprano al rigor de la educación formal sino que asimismo sobrevivió a los planes de estudio universitarios, subordinados a las exigencias de las corporaciones de la agricultura tóxica y su revolución verde.

J.M.: Por naturaleza aprendimos primeramente lo nuestro, a hablar nuestro idioma, la vivencia cotidiana… Fuimos superando la primaria, luego el bachillerato, y finalmente entramos a la Universidad, aunque para nosotros era algo inimaginable y sentíamos algo de temor. Recuerdo que allí se escuchaba comúnmente que lo importante era aprender a explotar, a hacer explotaciones agropecuarias, hacer monocultivo, monoproducción… Y entonces comenzó a chocar una tradición, la misak, con esa forma de aplicación de la Universidad, y el proceso no fue fácil porque además son exigentes… Sin embargo, logré terminar materias y hacer la propuesta de trabajo de grado, que en ese momento no fue aceptada. Así que me fui. Pero como había estudiado con un crédito, me llamaron y me llegó la cuenta de cobro. Entonces la Universidad me dijo: ¡Se gradúa o se gradúa!

Ocho años después, la propuesta antigua fue atractiva, y de ahí en adelante se realizó un trabajo que la Universidad reconoció como valioso. Básicamente, concluimos que la identidad indígena era importante para la conservación ambiental. Además, vi la oportunidad de hacer el esfuerzo y pagar la deuda del crédito con la misma tesis, y lo logramos.

Lo que hemos aprendido no es gracias al sistema de educación estatal, y ni siquiera al sistema bicultural o bilingüe sino gracias a nuestros abuelos y abuelas, que supieron incorporar en nuestras vidas ese pensamiento, esa forma de vivir…

Agricultura urbana. ¿Cuál es el sentido de la labor que se adelantará en Bogotá?

No sólo se trata de cultivar sin agroquímicos, o en forma orgánica o ecológica sino de estar conscientes de todo el ciclo. Por ejemplo, queremos trabajar en la corriente de incorporar en el programa plantas que no están, y profundizar en la concientización de la calidad de los alimentos… Debemos tener en cuenta todo el proceso, es decir, hasta el último momento, cuando el alimento llega a la boca del ser humano. Muchas veces lo dañamos en el proceso de consumo, de conservación. El plástico, como lo han dicho y corroborado investigadores y científicos, es dañino para la conservación de los alimentos. El aluminio en los recipientes es causa de muchas enfermedades. En fin, se puede pensar en por qué antiguamente no se hicieron recipientes y utensilios en oro como implementos de cocina. Tuvo que ser cerámica. La verdad, parece una decisión acertada porque se garantizaba la calidad del alimento… Hoy día el aluminio y el plástico nos tienen inundados por todos los lados, así que en este aspecto queremos trabajar para generar conciencia en términos de salud.

En el trabajo de agricultura urbana realizado en Bogotá hemos encontrado que especies alimenticias como zanahoria, remolacha, brócoli, que son importantes, son comunes. Pero hay que trabajar en afianzar especies nativas que siguen ocultas. En este territorio tenemos alimentos muy completos como la quinua, el amaranto, el yacón, la hoja de coca misma, ritual y alimenticia que nosotros llamamos numama koka. También están las orellanas, inexploradas y desconocidas pero que los pueblos consumen.

Nosotros, las culturas nativas, debemos garantizar y compartir con los demás lo que tenemos para comprender estas cosas del mundo… Por eso, parte de la experiencia que queremos compartir en el Jardín es nuestra propia vivencia en el interior de la cultura misak.

¿Se conserva la tradición misak?

Estamos preocupados porque cada vez más nuestras identidades son amenazadas por muchos factores. En especial, el sistema occidental, que es avasallante y tiene muchas trampas atractivas para cautivar el interés de la gente. Como indígenas, estamos en la tarea de responder oportunamente a estos acontecimientos, con estrategias pertinentes para salvaguardar nuestra riqueza identitaria. Creemos que es muy importante tener en cuenta que cada identidad es única, auténtica, milenaria. Si habláramos del caso de los misak, no existen en otras partes del planeta; solamente acá. Esto nos preocupa y hacemos esfuerzos para revisar los modelos ancestrales, que por otro lado nos garantiza mantener nuestras cosas hasta hoy.

Es necesario que cada quien revitalice su propia identidad para así poder darnos todos la oportunidad de seguir existiendo como seres humanos, porque estamos acabándonos. Y la vía que vemos para comenzar la apremiante labor de sanar el daño causado y salvaguardar la vida humana es vivenciar todas estas posibilidades de identidad existentes.

La colonización mental nos ha llevado al punto de desconocer nuestras propias convicciones identitarias, y, como se ha comentado, una expresión de este infortunio se manifiesta en nuestros hábitos alimentarios actuales. ¿Acaso somos conscientes de cómo se produce y qué devenires tiene aquello que nos alimenta física y espiritualmente?

Intercambio e interculturalidad. ¿Qué piensas de la interculturalidad?

Hoy todo el mundo habla de intercambio, de interculturalidad, pero es una interculturalidad aún sin comprender al otro, sin reconocer a los demás. Los sistemas occidentales nos plantean: hagamos interculturalidad. Pero aún no reconocemos muy bien lo intra, y es muy importante para hacer intercambio conocerse a sí mismo muy bien, para saber qué se necesita y qué no, y ser selectivo, objetivo, coherente y consecuente en este sentido.

Hasta hoy hemos tomado muchas cosas supuestamente de origen intercultural, pero, si hacemos un balance, eso ha repercutido en que las riquezas que tenemos en el interior de los pueblos se debiliten. Se trata de trabajar la intraculturalidad hacia dentro, para luego sí poder hablar de intercambio…

Y en esa labor ¿qué lugar ocupa la preservación de la lengua?

Detrás del idioma hay una cantidad de cosas de carácter vivencial, espiritual, de ritualidad, que se transforman en palabra, en compartir, en la oralidad. El idioma necesita la cotidianidad. Por ejemplo, si yo no mambeo, esa palabra muere, ese mensaje muere, esa sabiduría muere… Cuando yo mambeo están presentes los espíritus de la hoja sagrada, de la savia de los sabios; si yo no mambeo la savia de los sabios se relega, se pierde, se ausenta de esa identidad. Si yo no mambeo, se pierden las semillas de los calabazos, se pierde la relación con las piedras, con las abuelas piedras, porque de la piedra nosotros sacamos la cal para complementar el mambeo… Entonces, no es sólo el idioma. Todo lo que hagamos cotidianamente es lo que hace que hablemos, y por eso necesitamos a las nuevas generaciones, y en este sentido es importantísimo que los pueblos, no solamente los pueblos indígenas, así sean mestizos, revaloren estos aspectos y exploren sus orígenes. Así van a encontrar su propio intra, que es una manera de garantizar su propia identidad, para luego hablar de la multiculturalidad, de esa biodiversidad, y lograr hacer intercambio porque cada quien va a ser consciente de lo que necesita y lo que no necesita. Y, finalmente, hay una causa común: que todos debemos ser guardianes del aire, el agua, las semillas, las formas de fuego. Allí nos trasmitiríamos a la transculturalidad como causa común. Nosotros decimos: debemos reformular los sistemas de educación e incorporar lo intra, lo multi, lo inter y lo transcultural. Creo que a partir de eso nos garantizaríamos nuestra propia existencia y sería más sencillo que cada uno comprendiera su misión de origen…

1    Con la comida no se juega. Agricultura: razones para una lucha y una esperanza. Editorial Traficantes de Sueños, 2003.
2    Con la comida no se juega. La agricultura transgénica: un potencial Frankestein. Editorial Traficantes de Sueños, 2003.
3    En 2004, en el marco de la iniciativa Bogotá sin Hambre, se crea el programa de Agricultura Urbana y Periurbana (AUP), liderado por el Jardín Botánico José Celestino Mutis con el apoyo de diferentes entidades distritales, locales, ONG y diversos actores que contribuyen al enriquecimiento del proyecto.
4    Sabio líder natural que cumplió un papel principal en la Constituyente de 1991, donde luchó junto a otros compañeros para definir a Colombia como un país incluyente, pluricultural y multiétnico.

Por Héctor Arenas, Zabrina Molina y Magdalena Barón
[email protected]


Cuídate, compa
Por Eneko Landaburo

La tos es muy útil

Sirve para expulsar las secreciones y los cuerpos extraños de la cavidad respiratoria. Beber agua es la mejor ayuda para la expulsión de las secreciones. También puede ayudar hacer vahos: inhalar vapor de agua no muy caliente. Una forma de respirar aire húmedo es encerrarse en el cuarto de baño y abrir la ducha con el agua lo más caliente posible. En caso de tos seca, sin eliminación de esputos, es eficaz chupar o masticar algo para mantener humedecida la garganta.

Para que el aire sea respirable, se recomienda que esté a una temperatura entre 18º y 20 ºC. El aire seco de la calefacción reseca las vías respiratorias. Una solución es tener en la habitación un recipiente con agua para humedecer el ambiente. Algunas posturas ayudan a expectorar.

Sólo está justificado tomar algo para cortar la tos en caso de que no sirva para eliminar mucosidades, no deje dormir o resulte muy molesta. Los antitusígenos de farmacia suelen ser derivados del opio que deprimen el centro de la tos del sistema nervioso central. El dextrometorfano tiene menos riesgos de efectos secundarios que la codeína. Algunas plantas adecuadas para calmar la tos son: cebolla, ajo, tila, tomillo, lavanda, orégano, pulmonaria y drosera.

Una gripe al año no hace daño

La próxima vez que pases algo de esto, podrás preguntarte si es una crisis depurativa o bien el ataque de un maldito virus que alguien te ha pasado.

La gripe se diferencia del catarro en que tiene los síntomas más intensos y presenta fiebre. La ciencia médica considera que estas dos enfermedades son causadas por dos virus diferentes. Aún no ha descubierto ningún remedio que cure ni que acelere la curación. Los productos antigripales y anticatarrales no son más que intentos de aliviar los malestares, mientras el cuerpo se cura solito. Claro que tienen sus peligros. Estos medicamentos llevan a veces más de tres sustancias tóxicas: unas bajan la fiebre y frenan la inflamación; otras cortan la tos; algunas, por el contrario, pretenden favorecer la expulsión del moco (mucolíticos); otras pretenden descongestionar la nariz o son estimulantes. Auténticos cocteles tóxicos.

Cuanto más descanses y menos trabajo le des al estómago (aliméntate a base de caldos y jugos), más rápido irá el proceso curativo.

¿Y la vacuna de la gripe?

En todos los septiembres, las autoridades sanitarias nos asustan con la cantidad de personas que murieron a consecuencia de la gripe, animando a vacunarse a mayores de 65 años y enfermos crónicos. Es posible que muchas de las muertes achacadas a la gripe sean debidas a los cocteles antigripales que reciben personas delicadas de salud, que soportan a lo largo del año gran cantidad de medicamentos. A más de éstos, más ries
o de efectos secundarios.

¿De verdad que nos previene de la gripe? Pregunta a tu alrededor. Hay quien, después de vacunarse, agarra las peores gripes de su vida y acaba con pulmonía en el hospital.

¿Está libre de efectos secundarios? La vacuna de la gripe consiste en inyectarse pedazos de virus gripales cultivados en embrión de pollo, inactivados con diversos productos químicos, junto con antibióticos y conservados con un derivado del mercurio. Por ello resulta contraindicada para aquellas personas que tengan alergia a alguno de estos componentes. Se le reconocen efectos secundarios, como afecciones neurológicas y alergia (urticaria, hinchazón, crisis asmáticas).

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