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La deportista, la congresista, ¿la alcaldesa?

La deportista, la congresista, ¿la alcaldesa?

En las aspiraciones de la campeona olímpica María Isabel Urrutia convergen sectores de la izquierda y demócratas que desde la administración municipal buscan romper la desigualdad económica y social que sufren cerca de dos millones de caleños, quienes se expresan en la movilización por mejores servicios públicos, bajos impuestos y tarifas, vivienda, salud y educación subsidiadas y dignas y empleo.

Cuando se está ante María Isabel Urrutia, es imposible no reparar en su grandeza, en su humildad, en su constancia, en su tesón. Al mirarla, es difícil no recordarla como deportista, como la pesista que izó todo el peso de nuestras conciencias, mostrándole al mundo todo aquello de que era capaz, pero sobre todo es imposible no detallar el ser humano que expresa su ternura en la lucha que adelanta por mejorar las condiciones de vida de su pueblo.

Como en las competencias que por tanto tiempo afrontó con toda concentración y conciencia, María Isabel, candidata del Polo Democrático Alternativo, tiene ahora ante sí una de las pruebas más importantes de toda su vida: la disputa por la Alcaldía de Cali.

Como deportista, María Isabel obtuvo todos los laureles. Como empleada de Emcali, los 25 años allí laborados dan fe de su cumplimiento. Luego, como congresista, sus méritos no fueron menores y su gestión política quedó a la luz de todos los sectores populares, los mismos que la eligieron en 2002 al Congreso de la República como representante de los afrodescendientes.

La ciudad que se hereda

Quien llegue el próximo 1º de enero a administrar la ciudad Santiago de Cali se encontrará con una urbe de grandes contrastes: concentración del poder económico en manos de la oligarquía tradicional (aristocracia racista), así como de la emergente del narcotráfico, dúo que se ha disputado el poder político en los últimos 30 años.

Estamos ante una ciudad donde la economía subterránea conserva todo su potencial, y las redes sicariales de todo tipo la garantizan; una urbe que ve cómo su aparato productivo se deteriora, a la par que las grandes extensiones de tierra que la rodean se concentran en manos monopólicas, bajo el mandato del monocultivo. El trabajo se precariza y la desilusión carcome a grandes conglomerados de hombres y mujeres en edad de trabajar.

Se encontrará, como principal problema por solucionar, la delincuencia juvenil (atracadores, pandillas, milicias, sicariato), variadas expresiones de una misma problemática impulsada por el narcotráfico y el microtráfico, los paramilitares y la insurgencia, pero generada por las paupérrimas condiciones económicas y sociales.

Y como soporte de esta realidad a punto de estallar, y de fácil percepción en las comunas 18, 20, 13, 14 y 15, un inmenso desempleo juvenil –18 y 29 años– que pasa del 30 por ciento. En las calles, como parte sustancial de su ‘ornamentación’, denunciando con su presencia y clara negación de todo derecho, un inocultable y creciente número de negados e indigentes. En la periferia, y en creciente, un déficit de vivienda (más de 45.000), que obliga a que las familias violentadas en la precariedad de su vivienda tengan que levantar tugurios para no dormir en la calle.

Tales son la negación, la violación de derechos, la exclusión social, la concentración de riqueza en pocas manos y la extensión de la pobreza, aspectos que también se reflejan en temas como la educación (primaria, secundaria), que en sectores como Aguablanca se mantiene privatizada en más del 35 por ciento. Y aunque en la presente administración se trata de darles respuesta a problemas como el transporte, la movilidad no encuentra solución palpable, colapsada de la mano de las megaobras en marcha.

Quien sea elegido para regir los destinos de la ciudad en el período 2012-2015 también encontrará que Cali, como todas nuestras ciudades, está profundamente polarizada. Es ésta una realidad muy visible por la desigualdad vigente entre quienes habitan el sur y el norte; entre quienes se amontonan en la cordillera, tratando de aruñar un pedazo de tierra para su vivienda, y encontrar un empleo con el cual garantizar la supervivencia propia, la de los suyos y la de quienes habitan los barrios ‘tradicionales’ de la urbe, gozando de todos los privilegios. Sin duda, hay varios Calis, y eso debe llegar a su fin.

Ante este marco que se hace pan diario en Cali, la solución que aplican las últimas administraciones son duales: por un lado, represión y por el otro circo (folclor). Pero opciones integrales y satisfactorias para sus habitantes, que remarquen el tema de derecho y oportunidades, aún no se avizora.

De esta manera, son inmensos los retos y las dificultades que aguardan a la persona seleccionada por la comunidad en las elecciones del próximo 30 de octubre, reto al cual se les suma la problemática desprendida de la privatización de Emsirva y el proceso seguido con Emcali. Tales retos no amilanan en particular a María Isabel Urrutia, quien desde siempre, desde la pobreza, desde los sectores populares, estuvo enfrentada a la marginalidad, superándola. Cosa difícil en Colombia, más cuando en ella se reunían varias condiciones ‘negativas’: mujer, pobre, negra. Pero como mujer luchadora, logró superar la tradición y el encerramiento social que domina en Colombia, y se hizo campeona deportiva pero también política. Miremos su palmarés en las propias palabras de la candidata.

“Soy María Isabel Urrutia, nacida en Candelaria (Valle del Cauca) el 25 de marzo de 1965, en un hogar humilde conformado por seis hermanos, un padre responsable y trabajador, y una madre que siempre nos brindó amor y respaldo. Mi niñez, mi juventud y parte de mi adultez la viví con mis vecinos del barrio Mariano Ramos, en la Comuna 16 de Cali, donde tuve la oportunidad de aprender sobre la generosidad, la colaboración y los valores de una gente buena, trabajadora y honrada.

“Cursé mi educación primaria y secundaria en instituciones públicas como la escuela Cristóbal Colón y el Colegio Reinaldo Betancourt. Luego, en la Universidad Adventista de Medellín me licencié en Educación Física y Deporte. Con el tiempo, me adentré en otros temas, como derechos humanos y mujer”.

Desde abajo (da). Campeona: ¿cómo se siente en este nuevo envión? ¿Hay suficientes fuerzas para levantar a los caleños por una Cali capaz?
María Isabel Urrutia (MIU). Para el envión que tratamos de hacer, tomamos potencia a partir de estudiar las últimas cinco administraciones de Cali. Revisamos el plan de desarrollo de esa época, y revisamos la ejecución de los presupuestos y los programas de gobierno de todas esas administraciones. Y hay que decir que en cada una de ellas se hizo de todo: se pagó deuda pública, algunos se dedicaron a defenderse, otros se dedicaron exclusivamente a dejar que transcurriera el tiempo. El factor predominante para la ciudad es que se ha deteriorado, no se ha generado trabajo para la gente, y hoy tenemos un desempleo del 16 por ciento y un rebusque del 46,9.

da. ¿Qué más encontró en esa revisión de las anteriores alcaldías?
MIU. Encontramos que las personas están ubicadas en un 85 por ciento en los estratos 1, 2 y 3. Por tanto, tenemos que hacer inversión social y buscar generación de ingresos.

da. ¿Cómo avanzar en tal perspectiva?
MIU. Hay que mirar y administrar el municipio como una empresa y plantear una descentralización administrativa. Desconcentremos el poder administrativo que está todo ubicado en el CAM. En las leyes existentes, por ejemplo, el Conpes de 2010, se dice que se debe prestar una atención ágil y directa a la comunidad. Por ello, llevaremos las Secretarías a las Comunas.

da: Señálenos tres problemas sociales por solucionar en la ciudad en la próxima administración.
MIU: Cali tiene muchos problemas sociales. Casi ninguno de los mandatarios anteriores hizo inversión social. Aquí hay todo tipo de atención que se debe hacer: al discapacitado, a la madre cabeza de familia, al adulto mayor, o sea, no sólo son tres casos. Se debe atender la falta de ingresos de los caleños, la inseguridad. Son muchísimos los problemas que tiene el municipio por no haberse hecho esa inversión, prácticamente en dos generaciones.

Hay que reducir la mortalidad infantil por violencia. Aquí se nos están matando los muchachos. El mayor número de muertos en Cali oscila en las edades de 10 a 29 años. Cali se está volviendo una ciudad vieja. Si no le prestamos atención social a este problema, será imposible tener personas sanas. Ahí es donde debemos trabajar cultural, cívica y socialmente. Necesitamos que el deporte sea un mecanismo de vida para los ciudadanos, para los jóvenes. Hay otro tipo de atención indispensable por solucionar: cómo trabajamos con el grupo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, con las mujeres el tema de género, la violencia intrafamiliar, la violencia contra la mujer.

da: ¿Qué sectores sociales son prioritarios para atender y mejorar su situación?
MIU: Cali toda, hoy debe ser prioritaria. ¿Por qué? Porque si no atiendo al estrato 6 ni al 5 y el 4, seríamos indolentes. Sabemos que quienes son de estos estratos tienen cómo sobrevivir, pero por la falta de generación de ingresos en la ciudad también ellos son afectados por la desatención diaria con los estratos 0, 1, 2 y 3, de lo cual nace que nuestros jóvenes opten por no ir a la escuela y cojan la vía más corta, como delinquir. Si solucionamos ese problema de delincuencia, dándoles oportunidades a nuestros jóvenes para que estudien, y que los que no quieran hacerlo puedan trabajar, que puedan ser vigilantes de la ciudad y hacer una desintoxicación, si así procedemos, toda la ciudad –ricos y pobres– se beneficia de ello. Insisto: si atacamos y damos oportunidades en los estratos bajo y medio, vamos a tener la opción de construir o reconstruir una Cali más tranquila, más cívica.

da: ¿De dónde saldrán los recursos para sus proyectos bandera?
MIU: Los recursos están allí: una parte, de la ley de transferencias; otra, de los recursos y las ganancias que nos tiene que dar Emcali. La empresa municipal tiene que ser por excelencia el motor de desarrollo social para la ciudad, como es la EPM para Medellín, o la ETB en Bogotá, en las cuales sus excedentes se utilizan para mejorar la calidad de vida en esas ciudades.

Emcali no viene haciéndolo porque estamos intervenidos. El 1º de enero, cuando yo sea alcaldesa, lo primero que haga será luchar de la mano del pueblo caleño para que nos devuelvan las empresas municipales, patrimonio público de los caleños. Nosotros facturamos 1,7 billones de pesos y de ahí nos queda el 41 por ciento, que son 675.000 millones que podemos invertir socialmente en la ciudad. Esos recursos se están yendo hacia el Ministerio de Hacienda para fondear esa cartera. Debemos hacer esa inversión, esa debe ser una de las luchas del municipio. Buscaremos que en seis meses de mi administración nos entreguen las Empresas Municipales.

da. Y Emsirva…
MIU. Emsirva es una empresa en liquidación. Nos quedó un pedazo que se constituyó en Girasol, la misma que hoy es un grave problema para el municipio y al cual el alcalde en ejercicio no le ha puesto cuidado, quedándonos un pasivo pensional que tenemos que solucionar. Girasol debe ser también un motor de desarrollo y generación de empleo para la ciudad. Invito a los caleños para que no nos quedemos dormidos porque no podemos seguir perdiendo esa plata (de Emcali), justo cuando estamos avocados a tener a nuestros jóvenes en la drogadicción, en el sicariato, en el fleteo; a nuestras niñas en la prostitución; cuando tenemos recursos para una atención verdadera, para buscar una integridad mejor en la ciudad de Santiago de Cali.

da: ¿Por qué el cambio del Congreso a la Alcaldía?
MIU: Porque vi una oportunidad de servirle a la gente; porque tengo capacidad y una hoja de vida intachable. Tengo el sentimiento popular, el sentimiento social, sé lo que es ser pobre. Queremos hacer un trabajo social. Esa situación que viví me sirve como faro para mejorar la situación de las nuevas generaciones. Invito a los caleños a que tengan tranquilidad y toda la confianza en que voy a ser su alcaldesa. Vengo de un estrato popular y eso no me impide ser íntegra, sino que además me refuerza las condiciones para ser honesta y respetar lo público, e invertir en la gente.

Hay posiciones desde quienes en la derecha piensan que la candidata es inepta, que no tiene experiencia, que no conoce la ciudad, hasta quienes desde la izquierda misma la descalifican y prefieren apoyar a otros candidatos. Lo cierto es que en sectores populares como el Distrito de Aguablanca, la Unión de Vivienda Popular y la Comuna 21 tiene muy buena acogida la presencia de María Isabel Urrutia. El problema son las maquinarias, la manipulación y la compra de votos, algo constante y contra lo que hay luchar apoyando a la candidata del Polo Democrático Alternativo.


Recuadro

10 pilares para la nueva Cali, segura y sin hambre

Liderazgo empresarial. Cali, epicentro de exportación, búsqueda de nuevos mercados/Emprendimientos/Descentralización administrativa/Cali con empleo/Beneficios empresariales/Agenda comercial internacional.

Seguridad con compromiso social. Concertación con actores de conflicto, reinserción ciudadana/Proyectos de oportunidades/Seguridad alimentaria, Cali sin Hambre/Programas de autosostenimiento de comunas, huertas caseras/Seguridad inclusiva, protección del ciudadano, duro con delincuencia/Campaña de participación ciudadana y promotores cívicos sociales.

Educación con excelencia. Optimizar oferta educativa/Adecuación-modernización-infraestructura y laboratorios/Centros de tareas/Por Cali Bilingüe-Laboratorios de inglés/Fortalecimiento de las instituciones superiores municipales/Acercamiento a las comunas, fomento de la educación y desarrollo humano.
Salud con enfoque humano. Reestructuración del esquema médico-administrativo municipal/Optimización de la oferta para adecuarla a las necesidades de la población/Programas de promoción de salud y prevención de enfermedades/Programa de saneamiento básico.

Deporte con liderazgo. Cali deportiva de América/Implementación y fortalecimiento de escuelas de iniciación y formación deportiva/Creación y adecuación de escenarios deportivos por comunas/Centros de alto rendimiento/Cali objetivo de eventos deportivos internacionales/Agenda deportiva internacional.
Cultura potenciadora de alegría y civismo. Las instituciones artísticas tendrán apoyo de la administración municipal/Civismo como política pública/Apoyo decidido a las diversas manifestaciones culturales.
Inclusión-Cali sin barreras. Políticas públicas hacia grupos vulnerables y minorías: Indígenas, negros, rom, desplazados, adulto mayor, niños, adolescentes, madres cabeza de familia, discapacitados, LGTBI.
Emcali, motor de desarrollo. Debe generar utilidades para el desarrollo social.

Infraestructura para mi Cali Bella. Recuperación de la malla vial interna/Revisión total de las megaobras. ¿Tenemos los caleños con qué pagar las 21?

Medio ambiente con conciencia. Respeto por el medio ambiente, Campañas contundentes de políticas ambientales para Cali.

Información adicional

María Isabel Urrutia, mujer de peso y valor
Autor/a: Equipo desde abajo Cali
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