Home » La verdadera religión en el movimiento profético

La verdadera religión en el movimiento profético

La verdadera religión en el movimiento profético

Tanto los profetas no escritores y escritores del Antiguo Testamento (siglos 9º a 5º a. C.) como los profetas de todos los tiempos y, particularmente, los profetas de América Latina han cumplido parte de su ministerio en las tareas de denunciar “una falsa religión” y “unos falsos líderes religiosos” y en dibujar los perfiles de la religión que libera al ser humano y por ello agrada a Dios. En esa lectura de la historia se destacan Amós, Oseas y Miqueas (siglo VIII a. C) como profetas de la justicia que denuncian con lenguaje enérgico y duro los abusos religiosos y las injusticias sociales; profundizan en el pasado como profetas de la historia; fustigan a los malos sacerdotes, a los falsos profetas y a los ricos. Habacuc y Sofonías (siglo VII a. C.) se lamentan sobre la injusticia predominante y anuncian castigo para los causantes de ella. Ezequiel, Jonás y Baruc (siglo VI a. C.) predican la piedad interior y la responsabilidad personal junto con un mensaje de esperanza y de consuelo para el pueblo devastado; predican contra los particularismos excluyentes del judaísmo de después del exilio.


Son características comunes de esos movimientos proféticos, el anuncio de una religión orientada hacia la justicia y el señalamiento de los que la persiguen y oprimen por esa causa; el desenmascaramiento de la connivencia de la religión oficial con las injusticias y pecados de los sistemas políticos; la denuncia de la religión que ignora la práctica de la justicia; el señalamiento del culto lleno de ritos pero vacío de contacto vivo con la situación de las personas y carente de amor y de misericordia; la denuncia de la religión alienante y al servicio de los opresores; el señalamiento de la corrupción religiosa que busca ganancia económica y poder para la casta sacerdotal; la caracterización como “religión en pecado” a la religión opuesta a las luchas por la justicia de viudas, huérfanos y empobrecidos.

 

A partir de esa praxis profética, ahondada por las praxis y por las teologías de liberación de los pueblos históricamente colonizados, negados y oprimidos, pueden surgir, al menos, seis tesis sobre el espíritu religioso auténtico. Esas tesis evidencian, así mismo, la ilegitimidad de las iglesias históricas, supuestamente fundadas en el espíritu de Jesús de Nazaret.

 

Tesis 1: La Iglesia de los medios poderosos cambia el “Anuncio del Reino” por estrategias de crecimiento, con políticas como captación de nuevos clientes y mercado de todo tipo. Soportes sociológico-teológicos de esta tesis: No todos los medios son válidos para el anuncio y construcción del Reino de Dios. Los medios poderosos son contrarios a los valores que, con el nombre de “reino de Dios”, anunció Jesús. Según el discurso evangélico, lo pequeño y mínimo del mundo escoge Dios para confundir los proyectos de los grandes y soberbios.


Tesis 2: La Iglesia de poder es atea del “Dios de la vida”. Soportes histórico-teológicos: Sólo a los humildes y sencillos se les revela el proyecto de Reino de Dios. El poder político, militar y religioso eliminó a Jesús y pretendió eliminar su anuncio posterior; y luego, ese poder se divinizó a sí mismo. Para afianzar su proyecto, el poder absolutizado elimina a los pobres y a los que se ponen de su parte históricamente. Cuando un ser humano o un colectivo humano escoge el poder como su tesoro existencial, allí no habrá lugar para el proyecto de Dios.


Tesis 3: Cuando los que gobiernan no siguen el proyecto de Dios, la religión no puede ser su aliada. Soportes profético-teológicos de esta tesis: Cuando el gobernante y su sistema se apartan del plan de Dios, todo el aparato de gobierno cae en pecado y se corrompe. Un solo pobre en la nación es señal inequívoca de que algo esencial se ha roto: la alianza de buen vivir entre Dios y el pueblo que lo invoca.


Tesis 4: La religión formalista –de solo culto– traiciona a Dios cuando cree que puede disponer de él mágicamente, a su antojo. Soportes bíblico-teológicos: Según enseñanza esencial de Jesús y de los profetas que lo antecedieron, de nada sirve el culto si no hay una disposición radical del corazón, una fe limpia de complicidad con los actores de la injusticia y el oprobio. No se pueden instrumentar ni cosificar las relaciones con Dios. Llegada es la hora en que –según Jesús– los verdaderos adoradores adorarán al Padre en Espíritu y en Verdad.


Tesis 5: La religión formalista –de derecho canónico– falsifica a Dios cuando elimina a las personas en su nombre. Soportes evangélico-teológicos: Según los evangelios, Jesús vino al mundo a dar la vida, no por una institución sino por mujeres y hombres concretos y por su vocación de integridad humana: “he venido al mundo para que tengan vida y la tengan en abundancia”, predicaba Jesús. El Dios del evangelio, de los profetas y del Nuevo Testamento no es un legislador rígido sino un Dios de amor y de misericordia. Los profetas escritores casi no citan la alianza ni el decálogo; no insisten en la ley para evitar que se caiga en una interpretación formalista-legalista de Dios.


Tesis 6: La religión “uniforme” se predica a sí misma y no al Dios-amor que afirma a cada ser individual. Se pone como fin en sí misma, en lugar de la relación de las personas entre sí y con Dios. Soportes profético-teológicos: Los profetas consideran a cada persona humana como un yo responsable que responde ante sí mismo y ante un tú divino. Los profetas invitan a cada individuo humano a tomar una decisión personal-comunitaria frente a Dios. El Dios bíblico es una voluntad divina profunda y esencial a la que no le agrada un ser humano sometido y sin conciencia de su inviolable dignidad. El Dios del nuevo pueblo invita a cada persona a construir un juicio crítico-político de todos los sistemas y a tomar sus propias decisiones en coherencia con sus lecturas de realidad.

 


Recuadro

También cae

 

Por estos días el estado Vaticano, en tanto signo del poder hegemónico, patriarcal, monoteísta, ortodoxo, piramidal, capitalista, heterosexual, excluyente, misógino, homofóbico y vertical de occidente, capitaliza todos los medios de comunicación del mundo neoliberal. Las mujeres y hombres creyentes del pueblo no reciben ni una pizca de lucidez crítica para entender y descodificar lo que allá se trama, se negocia y se orquesta.

 

Aunque nadie lo dice, porque también la alienación es global, ese poder hegemónico religioso también cae. Hace décadas viene derrumbándose y cayendo con estrépito. Para bien de la historia y de las utopías que alimentan nuestros sueños de nueva humanidad. Tal vez las seis tesis que he propuesto nos ayuden a leer con espíritu atento y con conciencia despabilada la realidad de derrumbamiento ético y simbólico que acontece en la iglesia católico-romana. Con ese espíritu las he propuesto a la consideración de las y los lectores del periódico desdeabajo.


 

Por Ancisar Cadavid Restrepo, Director de la Fundación Educativa Soleira, La Estrella, Antioquia. [email protected]


 

La Estrella, febrero 28 de 2013

Información adicional

Autor/a: Ancízar Cadavid Restrepo
País:
Región:
Fuente:

Leave a Reply

Your email address will not be published.