El 22 de marzo de 1990 fue asesinado el presidente de la Unión Patriótica y candidato presidencial Bernardo Jaramillo Ossa. Han trascurrido 23 años desde su magnicidio, tiempo suficiente para tener claro que su crimen correspondió a una política oficial, a la relación Estado – paramilitares, donde las “tareas sucias” les correspondían a estos últimos.
Durante los años trascurridos desde su crimen la violencia estatal ni paraestatal ha cesado. No hay tranquilidad ni paz en el país, pero en medio del terror hay que sacar tiempo para la memoria. No olvidar, ni permitir que se borre el esfuerzo de miles de personas por hacer de Colombia un territorio donde se pueda vivir en justicia y felicidad, donde la riqueza nacional llegue a todos, con suficiencia, para que el bienestar no sea una quimera.
En la lucha contra el olvido, publicamos un pequeño fragmento del libro: Vida, pasión, muerte y legado de la Unión Patriótica-UP en perspectiva de solución política del conflicto histórico-social armado en Colombia, autoría de Luis Emiro Valencia, de próxima publicación por el sello Desde Abajo.
Vida
Bernardo Jaramillo Ossa nació el 2 de septiembre de 1955 en Manizales. Realizó sus estudios de primaria en el colegio Antonia Santos, la Escuela Anexa y la Escuela Santander, y sus estudios de bachillerato en el Técnico Central y en el Instituto de Manizales, donde terminó en 1974. Estando en el bachillerato, Bernardo conoció a Rubén Castaño, dirigente comunista de Manizales, a quien se refería como su padre político. En julio de 1981 terminó su carrera de abogado en la Universidad de Caldas con una tesis de grado sobre los problemas sociales de la repartición de tierras en Urabá: “Castigo de un delito o sanción contra la recuperación de tierras”. Días después viajó a dicha población.
Pasión
Por petición de los bananeros en los años sesenta se instaló la base militar La Maporita. En 1976 el gobierno nacional decidió designar alcaldes militares en los municipios bananeros, lo que estuvo acompañado de aumento en las detenciones arbitrarias, allanamientos sin orden judicial, amenazas a dirigentes sindicales y de cooperativas, desapariciones y asesinatos, todo esto durante la vigencia del Estatuto de Seguridad del gobierno de Julio César Turbay, que le otorgó facultades al Ejército que, aunque iban en contra de los derechos establecidos en la Constitución de 1886, estaban protegidas jurídicamente.
Este era el contexto de Urabá cuando el Partido Comunista le propuso a Bernardo Jaramillo viajar a la región. Bernardo aceptó, se instaló en Apartadó sin recibir salario y abrió una oficina de abogado que amuebló con el dinero de un chance que se ganó. Desde 1981 y durante los siguientes seis años, alternó su trabajo en la oficina de abogado y las asesorías a los sindicatos con sus funciones de Personero del municipio; además, era el dirigente principal del Partido Comunista y luego de la Unión Patriótica. Realizó trabajos de organización en las fincas y cascos urbanos, carnetizó a los militantes, creó células y sindicalizó obreros. El resultado “de 350 militantes que había en 1981, se pasó a unos 5.000 en 1986, y para 1988 la cifra ya bordeaba los 9.000”.
El asesinato de Jaime Pardo Leal y la candidatura presidencial
El 11 de octubre de 1987 Bernardo Jaramillo se encontraba en Manizales cuando por una noticia en la radio se enteró que Jaime Pardo Leal1 había sido asesinado. Al día siguiente viajó a Bogotá y fue nombrado presidente de la UP –sólo cinco días antes había sido nombrado vicepresidente. El 25 de octubre se realizó el VI Pleno de la UP, Bernardo fue ratificado como presidente del movimiento e ingresaron a su Dirección Nacional nuevos miembros como Diego Montaña Cuéllar, Luis Emiro Valencia y Jaime Corena, quienes se convirtieron en un valioso apoyo para Bernardo en las líneas de la solución política del conflicto armado y la paz democrática. El 17 y 18 de febrero de 1989, en la instalación del Encuentro Nacional por la Paz en Ibagué, planteó, de cara a otras posturas que “la solución es política”. El lanzamiento de su campaña presidencial la hizo el 8 de octubre de 1989 en Apartadó-Urabá, el lugar que años atrás le había permitido convertirse en un líder de la UP.
Su pensamiento, nuestro legado
Después de la ruptura del Pacto Internacional del Café, Bernardo responsabilizó, en primer lugar, al gobierno estadounidense por propiciarlo –con el objetivo de proteger a tres compañías estadounidenses tostadoras de café–; y en segundo lugar fustigó al Gobierno Nacional y a la Federación Nacional de Cafeteros por haberse negado a reconocer el problema que generaba la ruptura del Pacto y las consecuencias negativas que traería en el futuro inmediato para Colombia. En ese sentido, afirmaba que la responsabilidad de la crisis económica debía ser asumida por la oligarquía liberal y conservadora que se encargaba de manejar la política cafetera del país. Para remediar esta situación, propuso varias medidas: 1. Buscar un acuerdo internacional entre los países productores con el objetivo de lograr la fuerza necesaria para negociar un nuevo Pacto que no beneficiara solamente a los Estados Unidos; 2. Disminuir el gasto público sin detener las obras sociales en el Eje Cafetero; 3. El uso del crédito interno para reactivar programas dirigidos a los productores de café; 4. Acudir a créditos, a través de los bancos de fomento, para la sustitución de cultivos y así aprovechar la crisis para superar el modelo de monocultivo y monoexportación; 5. El fortalecimiento de las cooperativas de productores.
Muerte
El 22 de marzo de 1990 llegó al Puente Aéreo en Bogotá, acompañado de su esposa Mariela Barragán2, para tomar un avión hacia Santa Marta, lugar donde lo esperaba un sicario quien disparó con una subametralladora mini Ingram a través de un periódico, cayendo gravemente herido. Ninguno de los intentos por recuperar sus signos vitales por parte del equipo médico surtieron efecto; Bernardo Jaramillo Ossa murió a las 10:00 am. Se realizaron entierros simbólicos de Bernardo, protestas y manifestaciones en varias ciudades del país. El sicario era Andrés Gutiérrez Maya, menor de edad, quien había viajado desde Medellín esa misma semana. Fue llevado al Hospital de Kennedy con cinco heridas de bala, propinadas por los escoltas de Bernardo. En el Hospital se implementaron fuertes medidas de seguridad para evitar algún atentado en su contra. El 2 de enero de 1992 el sicario fue asesinado en Medellín junto a su padre. Sus cuerpos fueron encontrados en el baúl de un Mazda 323.
En 1999 la Fiscalía dio a conocer que los responsables del asesinato de Bernardo eran el Cartel de Medellín, en particular Gustavo Adolfo Mesa Meneses, «El Zarco», y los hermanos Fidel y Carlos Castaño Gil. El 15 de abril del 2001 un juez especializado de Bogotá inició un juicio contra los sindicados. Hace unos años había aparecido un testigo, llamado el “testigo 45”, quien aseguró que los asesinatos de José Antequera, Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro estaban relacionados. También aseguró que Carlos Castaño coordinaba el entrenamiento de los sicarios encargados de asesinar a los líderes. Carlos Castaño también interfería en las decisiones del DAS sobre los escoltas de las víctimas, estos tenían la función de matar al sicario después que cumplieran con su compromiso (El Tiempo, 2001). En sentencia del 28 de noviembre de 2001, el Juzgado Séptimo Penal del Circuito Especializado de Bogotá condenó a Carlos Castaño a 22 años y a Fidel Cataño a 18 años de cárcel por el delito de homicidio agravado de Bernardo Jaramillo Ossa. En la misma sentencia absolvió a Gustavo Adolfo Mesa Meneses.
En marzo de 2010 un fiscal de la Unidad de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, teniendo en cuenta que el asesinato de Bernardo hizo parte de un ataque generalizado hacia los militantes de la UP, que la acción se llevó a cabo con conocimiento y que fue una acción sistemática, es decir, que hubo un plan concertado para asesinarlo, declaró que el de Bernardo es un crimen de lesa humanidad, por lo que la acción penal no prescribirá.
* Con la colaboración de Marya Hinira Sáenz Cabezas.
1 Jaime Pardo Leal primer candidato presidencial de la U.P., nació en Ubaque, municipio de Cundinamarca, el 28 de marzo de 1941, estudió derecho en la Universidad Nacional de Colombia, fue líder estudiantil y más adelante sindical con la fundación de Asonal Judicial. Fue Magistrado del Tribunal Superior de Bogotá, profesor de derecho penal en la Universidad Nacional y candidato a la presidencia por la UP.
2 Se conocieron a finales de 1998 y fue su compañera desde entonces.
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